Todos los Personajes pertenecen a J.K. Rowling, algunos los agregue yo.
Caminaba sin rumbo por los pasillos del colegio, pensado en todo lo qué había sucedido esa tarde. James me odiaba profundamente, y lo había demostrado horas atrás. Anthony creía más que nunca qué yo estaba loca por él. Lo cual es falso. O tal vez no, no lo sé. Odio no tener el control de la situación. Siempre sé lo que quiero, o eso creía. Es demasiado confuso. Todo comenzó justo cómo terminó. Con un beso.
Comenzaré con mi nombre, soy Amaia, Amaia Queen. Estudio en Hogwarts, el colegio de magia y hechicería. No sabía nada de este mundo hasta qué me llegó la carta. Exacto, soy hija de muggles. Tanto mis padres como yo, estamos absolutamente emocionados cuando el profesor Longbottom llego a casa con la carta. Él nos contó acerca de mis poderes, nos habló de como teníamos que ir al Callejón Diagon y también mencionó como llegaría al colegio, nos dijo todo, acerca del tren, de la barrera. Todo. A partir de ese día mi vida cambio por completo. Mi hermanita estaba tan emocionada como yo, siempre que regresaba a casa para vacaciones me pedía que le mostrara un truco. Como era mi hermana menor siempre la complacía, yo haría cualquier cosa por ella. Emily solo era 6 años menor. Pero siempre sería mi pequeña. Todos en la familia esperábamos que pronto le llegara la carta de Hogwarts a ella. Yo estaba segura de que le llegaría, su magia se comenzaba a notar, le pasaban cosas raras, pero no se lo había dicho a nadie, quería que fuese una sorpresa.
Al llegar a Hogwarts todo había sido genial, el castillo era espectacular, el profesor Longbottom se había quedado corto con la explicación. Siempre me esforcé por ser la mejor, pero compito con una chica bastante buena, Rose Weasley. Ambas somos las mejores de nuestro año, ninguna mejor qué la otra, diría qué estamos parejas. Ambas Gryffindor y mejores amigas. No habrán creído qué había riña no es cierto. Rose y yo nos conocimos en el tren y de inmediato supimos que seriamos buenas amigas. La selección fue bastante fuerte, el sombrero seleccionador se batallaba entre Hufflepuff y Gryffindor, hasta quer por fin deció enviarme a este último. Y me alegro mucho ver que Rose estaría allí conmigo. Luego estaban los Potter, tres hermanos, dos chicos una chica. Primero Albus, también lo había visto en el tren pero no entablamos conversación, el pobre estaba en extremo nervioso, según lo que me contaba Rose, tenía miedo de la selección. Él fue seleccionado para Slytherin. Nadie podía creerlo pero así era. Allí conoció a su mejor amigo, Scorpius, cosa que tampoco nadie entendía. Según muchas historias sus padres siempre se habían odiado. Pero a ellos poco les importó lo decía la gente. Siempre he admirado a Albus y toda mi vida en el castillo me había parecido un chico extraordinario, humilde, buena gente, amable y, cómo siempre he escuchado decir, fácil de querer. Su hermano por el contrario, es un idiota, un casanova. Se pueden contar con las manos las chicas qué aún no lo han besado. Claro sin contar las de su familia, qué son una cuarta parte del colegio. Éste es James. Y por último la dulce Lily, esa niña es todo un amor, pero si se molesta de verdad que se vuelve lo contrario. Si continuo hablando de toda la familia de Rose, tardaría años.
Así que también está Anthony Thomas, qué me ha perseguido desde mi primer día en el castillo. Tiene una loca obsesión por mí. Ni si quiera entiendo por qué me persigue, no soy tan bonita ni mucho menos. Bueno les hablé un poco de todos, menos de mí.
Me encanta estudiar en este colegio, amo cada una de mis asignaturas, aún no estoy segura de lo que haré cuando terminé el colegio. Tengo dos opciones. Ser una auror. O trabajar en San Mungo. Lo sé son carreras muy distintas, pero así soy yo. También me han dicho que debería dedicarme al Quidditch, pero aunque lo amo, no me gusta tanto como una carrera profesional. Oh sí, el Quidditch. Soy Guardiana, y una bastante buena según lo que me dicen. Me encanta jugarlo y lo disfruto muchísimo. Mis sitios favoritos en el castillo son, aparte de la sala común y mi dormitorio, la biblioteca y el lago, también La Casa de los Gritos, aunque muchos creen que estoy loca por este último. La verdad es que disfruto mucho allí porque sé que en esa casa sucedieron muchísimas cosas históricas. Además me viene de perlas, porque cuando quiero estar sola ese es el lugar perfecto.
Estoy mi quinto curso. Todo comenzó el 1º de septiembre de este año. Llegue con un poco de retraso a la estación, justo a tiempo para montarme, sin poder despedirme de mi familia, me giré y me despedí de mi familia. Fui caminado por el pasillo tratando de conseguir una compartimiento vacío o donde hubiese espacio, en el último compartimiento estaban James y su chica de turno. Yo estaba cansada de caminar así que igual entré, Ambos se voltearon a verme, la chica me miró con un desprecio impresionante, imagino que ella sabía tanto como yo que James la botaría pronto y quería disfrutar todo lo que pudiese. El chico le dijo algo y ella salió corriendo. En cuanto la chica salió él se levantó y me miró más detenidamente.
-Pero ¿Qué tenemos aquí?- dijo James, su miraba era extraña, diría que distinta- Esta no puede ser la mejor amiga de mi prima- No entendía de que hablaba, este chico sí que estaba loco, lo miré extrañada, pero el continuó- Porque esta chica que está aquí, es mucho más hermosa que Amaia, así que imagino que eres nueva.- Concluyó, no pude evitar el sonrojo.
Allí estaba yo buscando que podía contestar, pero él sabía que no encontraría una forma de insultarlo, sabía que había quedado sin palabras. Se acercó, y aunque yo estaba segura de lo que pasaría no me fui, todo sucedió muy rápido. En un momento él caminaba hacia a mí, y en el otro me estaba besando. Así fue, ahora también estoy en la lista de quién-ha-besado-a-James. Pero también comprobé que muchos de los rumores eran ciertos. Como que James cuando te besaba te hacia volar, también, que sus labios son tan suaves como la seda y tan dulces como en chocolate, que sabía hacer más trucos con la lengua que con la varita. Sin dudarlo, puedo decir que fue uno de los mejores besos de mi vida, si no es que el mejor. Correspondí muy rápidamente, y aun me insulto por eso. En cuanto acabo el hechizo mi cerebro volvió a funcionar, me aleje de él, y una cachetada fue lo mínimo que se llevó de mí. Una sarta de insultos, y le dije que se largara. Él parecía aturdido, pero en cuanto entendió se fue.
Bueno aquí está, espero que les guste tanto como ami escribirla. Soy nueva en esto. Los quiero Besos.. ¿Reviews?
