Quererte es difícil
Disclaimer: Personajes de J. K. Rowling.
Enamorarse de una sangre sucia puede resultar tarea fácil, pero aceptar las consecuencias, no. Así se encuentra Draco Malfoy. Su punto fijo se trataba de la gryffindor, Hermione Granger. Lo conquistó su manera de ser, su odio hacia él recobró algo en su corazón que nunca pudo quitarlo. El heredero de la familia Malfoy se preguntará si algún día podrá quitarla de su mente y corazón.
Dolía saber que al final del día no todo ocurría como imaginaba, él y ella saludándose luego de un día agotador de estudio y dirigiéndose a sus casas. Pero más dolía saber que ella no le daría ni una pizca de cariño, ni aunque él se propusiera ser la persona más generosa que jamás haya conocido.
Hace tiempo, un diecinueve de marzo el rubio se ubicaba en la biblioteca, leyendo un libro para Herbología. Concentrado en lo que examinaba, apareció ella.
—¿Tardarás mucho con ese libro?
—Lo suficiente, Granger.
Ella rodó los ojos y esperó a que terminara, supuso que no iba a tardar tanto. Draco levantó la mirada y la vio mirando a la nada.
—Si me acompañas a un lugar cerca de aquí para decirte algo y luego te doy el libro, ¿aceptarías?
Recobrando donde se situaba, Hermione dijo—: Rápido.
—Cálmate, serán como mucho diez minutos y después volverás a hacer lo tuyo.
El rubio se levantó y la llevó a un lugar apartado de la biblioteca, tal de que los demás no pudieran escuchar.
—Es complicado expresar lo que me sucede. Pero seré rápido. Caí en un estado de quererte demasiado en poco tiempo —dijo Draco.
—¿Insinúas que me amas?
—Algo así.
Ella lo empujó sin lastimarlo y dijo: —No puedo. Me gusta otra persona.
—Perfecto. Toma tu libro y vete, antes de que comience a gritarte.
Aún recuerdo eso.
Te echo de menos, Hermione.
