Cosas
Cap.1. A quien quiero engañar
Hiroto siempre se había considerado una persona bastante clara consigo mismo, cuando se sentía confundido y no sabía que hacer siempre se sentaba a reflexionar y esperaba hasta encontrar la solución que le pareciese mas aceptable para el problema que se le presentase. Sin embargo esta vez podía decir que por primera vez en su vida no sabia que hacer.
El pelirrojo tenía muy claro sus sentimientos hacia el capitán del Raimon y del Inazuma Japan pero por alguna razón una coleta verde y una sonrisa radiante pasaban por su mente mucho más a menudo que cualquiera de las partes de la anatomía de Endou.
Y eso era lo que mas le confundía, hacia tiempo que estaba enamorado de Endou y desde que estuviese en Génesis no había tenido ningún reparo en aceptarlo abiertamente, de hecho se le notaba bastante, pero esto era una situación nueva para el. El no poder quitarse de la cabeza a Midorikawa era algo que le preocupaba relativamente, en un principio había pensado que era por que era su mejor amigo, se conocían desde pequeños y vivían en el mismo orfanato, pero últimamente había empezado a pensar que no le consideraba solo su amigo.
El ex capitán de génesis sabia lo fácil que era confundir una buena amistad con el amor y por eso no quería precipitarse, debía pensar las cosas bien, primero tendría que observar las reacciones que tenia con ambos chicos para saber a cual de los dos pertenecían sus sentimientos.
El comienzo de este análisis había empezado hace tiempo, mas concretamente desde que recibió la postal de Midorikawa mientras el Inazuma Japan se encontraba aun disputando el Futbol Frontier International. Se había alegrado muchísimo de recibir noticias suyas y según leía la carta juro que había oído la voz del peli verde hablarle, pero pensó que eran solo imaginaciones suyas, esa misma noche soñó con el deseándole suerte con un beso en la mejilla, un inocente beso en la mejilla dentro de un sueño que hizo que al día siguiente se levantase con mas ganas y mas ánimos para entrenar.
Al principio a penas le dio importancia a esos sueños, normalmente se levantaba de buen humor pero si había soñado con el portero castaño aun mas. A partir de ese momento la sonrisa y la hiperactividad del castaño fueron siendo sustituidas por el peli verde hasta que no quedo ni rastro de Endou en sus sueños. El cambio era obvio ya no le alegraba tanto soñar con Endou, prefería soñar con Midorikawa.
La vuelta a casa tras el mundial fue mejor de lo que esperaba, ya en el aeropuerto Hitomiko y Midorikawa le esperaban, volvieron los tres juntos a casa, el peli verde no hacia mas que hablar insistiendo en que le contara cada detalle pero Hiroto solo sonreía, se alegraba tanto de verle que incluso la victoria en la final quedaba eclipsada.
Los días pasaban y él estaba mas confundido, se pasaba mas tiempo pensando en lo que debía hacer, el alejarse del castaño le había ayudado bastante a determinar que los sentimientos que sentía hacia el habían desaparecido por completo, pero eso aun le dejaba la duda sobre el peli verde.
Hacia un tiempo que notaba un comportamiento un tanto raro en Midorikawa, sabia que algo le preocupaba pues estaba reaccionando igual que en aquella ocasión cuando estaban en el Inazuma Japan, le había visto hablar casi en susurros con Osamu e incluso por teléfono con los que podía identificar como Kazemaru, Fubuki y Sakuma. A Hiroto le entristecía que no confiase en el para contarle sus problemas pues cada vez que intentaba saber que le pasaba le esquivaba con alguna frase, pero después de todo él no podía obligarle a nada.
La cosa siguió así un par de meses, cada vez se sentía más alejado del peli verde, quien parecía apegarse más al ex capitán de Épsilon lo que había hecho despertar en el un nuevo sentimiento: Celos. Finalmente un Dia especialmente frio de invierno las cosas llegaron a un punto donde Hiroto no pudo evitar dejarse llevar.
El pelirrojo había salido en busca de Midorikawa, después de mucho darle vueltas ya había encontrado una respuesta, no podía asegurar al cien por cien que era amor pero si que quería estar con el y tenerle a su lado, aun sabiendo que podía pasar que le rechazase se armó de valor para decírselo, pero no se espero lo que estaba a punto de pasar.
Llego a la habitación del peli verde y se sorprendió al ver la puerta entreabierta, no debió hacerlo pero se asomo, dentro del cuarto que compartían se encontraban Osamu y Midorikawa, el mayor estaba rodeando con los brazos a un lloroso peli verde que trataba por todos los medios contener sus sollozos.
-¿Por qué no lo dejas ya?- oyó que le preguntaba- es un idiota y no estas mas que haciéndote daño tu mismo.
-No lo entiendes- dijo el menor con dificultad- no es tan sencillo.
Hiroto apretó los puños, quería entrar y abrazar al peli verde, decirle que todo estaría bien y que no pasaba nada, cualquier cosa por que dejase de llorar de esa manera. No sabia por quien lloraba y podía sentir sus propias lagrimas apiñarse en sus ojos, pero le daba igual no le importaba ser rechazado mientras el estuviese bien.
-Ryuuji- el pelirrojo volvió a prestar atención cuando oyó al mayor llamarle por su nombre de pila- olvídalo, sabes que yo te cuidaría mil veces mas que él.
Los ojos verdes de Kiyama se abrieron casi tanto como los de Ryuuji cuando vio los labios de ambos juntarse. En ese momento no aguanto más y entro abriendo de golpe la puerta.
-Apártate de el- no había usado ese tono desde que fuese Gran, pero estaba muy enfadado, Osamu había intentado aprovecharse de que Midorikawa estaba mal para tener su oportunidad y eso no se lo perdonaba.
-Hiroto…
-¿Qué haces aquí?- pregunto el moreno en el mismo tono separándose del de pelo largo y levantándose para encararle- entrar en otras habitaciones sin permiso es de mala educación.
-E invadir el espacio personal de otra persona sin permiso es aun peor- con eso dejaba claro que había visto lo que había pasado pero ahora tenia otra preocupación.
-Con que ahora te has convertido en un espía ¿no? Que bajo has caído.
Si hubiese sido por él se habría lanzado contra el mayor para romperle eso que llamaba cara pero supo que se buscaría un lio con eso así que solo se contuvo avanzando hasta llegar a la cama donde Midorikawa estaba sin habla.
-Ryuuji- al oír su nombre levanto la cabeza, el pelirrojo trato de suavizar todo lo que pudo su expresión antes de hablarle- no sé que ocurre, pero estoy aquí para lo que necesites.
Estaba seguro de que era lo que tenia que decir en ese momento pero al parecer para el peli verde no era lo idóneo pues se levanto de golpe alejándole del de un golpe.
-¡Basta!- grito- ¡Dejadme en paz! ¡Los dos!
Después de ese grito salió corriendo del cuarto, en un principio ninguno de los dos supo que hacer pero en seguida Hiroto se levanto echando a correr tras el, para su desgracia Osamu no pensó en ponerle las cosas fáciles.
-¿No le has hecho ya bastante daño?- dijo cogiéndole fuertemente del brazo- Déjale en paz Kiyama, tu ya no pintas nada aquí.
-No se por qué dices que le he hecho daño pero no voy a dejar las cosas así- se giro cogiendo impulso y dejando caer su puño con fuerza en el rostro del moreno haciendo que le soltara.
Hecho a correr por los pasillos buscando una pista de donde se podía haber ido, encontró a Suzuno en la entrada que se le quedo mirando, iba a preguntarle pero parecía que no era necesario.
-Eres un idiota si no te has dado cuenta- dijo con su normal tranquilidad- todo el orfanato sabe que Midorikawa esta enamorado de ti, pero tu no te das cuenta- empezó a andar en dirección a su habitación y se paro justo a su altura mirándole un momento- yo iría pronto a por el, los que no sois de Diamond Dust no aguantáis bien el frio ¿no? Y menos sin abrigo.
No necesito mas para salir corriendo, Suzuno solo siguió avanzando hasta llegar a la cocina donde Hariya estaba sentado.
-¿Por qué le has dicho eso? –Pregunto llevándose a la boca un trozo de tarta- te estas volviendo demasiado bueno Gazell.
El peliblanco se encogió de hombros y se sentó a su lado cogiendo un trozo de la tarta disfrutando del berrinche del pelirrojo, no tenía nada en contra de Midorikawa, de hecho se llevaban bien, así que solo pudo esperar que se solucionaran pronto las cosas.
