Esto es un pequeño one-shot.
Pareja principal: Sasuke y Sakura.
Sipnopsis: Hacía un año que no se veían. Nunca se dijeron lo que pensaban y acabaron en un bar, hablando del pasado, mirando las horas que quedaban.
Aclaración, los personajes de esta historia no me pertenecen. Lo he puesto en T, ya que no lo considero muy explicito.
Amantes de la vida.
La gente se empujaba en aquellas calles abarrotadas. Es lo que tenía el centro de la ciudad, siempre había mucha gente y, por mucho que quisieras, jamás recordarías aquellas caras que hacían muecas de desagrado al chocar con una madre que va con su hijo, o con un viejo, que intenta entrar en una pequeña tienda. Estresante.
El suave tintineo de un bar al abrir la puerta, dejo paso a una chica de un metro sesenta y cinco. Unas bonitas piernas largas -con unos tacones que estilizaban sus piernas-, con un tono de piel blanco, que daba mucha más atención a sus ojos verdes y su cabello rosa, el cual caía como una cascada por su espalda, mientras algunos mechones se le escapa por la cara. Su vestido con estampado de flores y un cinturón marrón ciñendo su cintura, hacía verla más apetecible de lo que ya era.
Mientras pisaba fuerte y decidida los hombres allí presentes voltearon para mirarla, pero era inútil, mostraba totalmente indiferencia.
Cinco y cuarto – pensó, mientras echaba una ojeada a su reloj, del mismo color que su cinturón.
Entonces clavó su vista en el camarero. Un chico bastante apuesto. Su pelo pelirrojo, sus fuertes manos y sus ojos hacían que fuera bastante irresistible. Pero a ella lo que le gustó fueron sus ojos color miel, que intentaban penetrar la mirada de ella. Cosa que no consiguió, pero ella sonrío.
-¿Desea tomar algo? -su voz era serena, bastante provocativa.
-Ponme una cerveza, sin vaso -dijo dedicándole una sonrisa, la cual el pelirrojo grabo en su mente.
Y entonces entró.
Un moreno, que media más que la pelirosa, con un pelo azabache sedoso, una piel tan blanca que parecía porcelana, unos penetrantes ojos negros, un cuerpo de hombre -media población femenina lo aclamaban como el Adonis de este siglo-
Ella le miró con desaprobación pero él, haciendo caso omiso a su mirada, se sentó.
-Mucho tiempo, Sakura – La joven estremeció al escuchar su nombre de su boca.
Si el camarero tenía una voz provocadora este sujeto simplemente la tenía irresistible. Era seductora. Insinuadora. Era, incitante.
-Sí, bastante desde que me dejaste -dijo dándole un sorbo a su bebida.
Miró de nuevo su reloj. Cinco y media pasada.
-¿Dejarte?, fuiste tu la que se alejo de una manera inesperada de mi. -Dijo mientras pedía un café mediante señas.
Ella se río levemente ante las palabras del azabache. Y enarcó una ceja para hablar cortantemente.
-Tenías a tu novia, a mi no me necesitabas, ni me necesitas.
-… -iba a decir algo pero se calló y continuó hablando – Karin esta bien, gracias por preocuparte por ella.
-Sasuke, para que me has llamado, hacía tiempo que no estábamos en contacto, ¿por qué ahora? -preguntó sin rodeos, mirando al camarero, ni si quiera posaba la vista en el azabache.
-Ino, Ino me dio tú móvil. Habías cambiado tanto de números, que ya no sabía si te escondías de mi, o de todo lo que te rodeaba -bebió un poco de su café- Además, siempre que intentaba ponerme en contacto contigo me rehuías.
-Cállate si no sabes nada- dijo clavando sus ojos jade en él, penetrando su mirada pero, era imposible con él-
-Si no sé nada, intenta que sepa, como cuando pequeños o, como cuando estábamos en el instituto -sonrío con autosuficiencia-
-Callate, aquellas veces eramos unos críos. Además, con el tiempo aprendiste todo lo que debías saber, caían una tras otra.
-Me odias por ello. Lo sé. Te escuché.
-¿Me escuchaste?
Entonces, ella se encogió en su sitio. Su corazón, siempre sereno, empezó a bombear, como siempre cuando se encontraba con él pero, aun después de un año, las mariposas jamás pararon.
-La conversación fue algo así como.. -cerró los ojos un momento, intentando recordar todo lo que había escuchado la tarde anterior-
''Es inútil. Siempre estuve para él pero, lo único que hacía era irse con otras,
ni siquiera sabía que mis ojos siempre andaban rojos por su culpa,
Ino, yo siempre le quise''
Entonces, él volvió a sonreír con autosuficiencia, mientras veía que ella buscaba en el rincón de su mente algún recuerdo de aquella conversación con su pequeña amiga rubia, pero sus intentos fueron torcidos cuando la voz de él convenzo a hablar.
-Lo lamento. Nunca me di cuenta, aunque tu tampoco te diste cuenta de que, siempre estuve esperando a que dieras el primer paso -suspiró- No había nadie que te comparará, ni antes.. ni ahora.
Ella abrió los ojos con sorpresa. Siempre, en algunos de sus sueños cuando apenas tenía diecisiete años ocurría algo así. Aunque jamás pensó que después de tantos años, podía pasar.
-Sasuke.. no juegues conmigo – respondió incrédula.
Él la tomo por la barbilla y la besó. El sabor de la cerveza mezclado con el café de repente se volvió un sabor agridulce para Sakura, por el simple echo de que lo que estaba viviendo debía ser otro sueño.
Cuando el aire empezó a escasear se dio cuenta de que estaba siendo observada por todos aquellos presentes. Y se sonrojó, como cuando era pequeña.
-¿Qué pasa con Karin? -preguntó ella por inercia, aun con el sabor de Sasuke.
-Ya te lo dije. No hay nadie como tú.
-Ella se levantó, mientras él la miraba extrañado- ¿Vamos?, ah, por cierto, pagas tú -sonrió.
Él sonrió. Dejo el dinero en la mesa y se fueron. Mientras el camarero y los personajes de allí se quedaban cuchicheando, no todos los días se veían parejas espontaneas.
Sakura miro el reloj por última vez antes de quitárselo, el cual marcaba las seis y media. Lo dejo en la pequeña mesilla que había en la entrada de su casa y miro a Sasuke cerrar la puerta tras de sí. Nada más oír como la puerta se cerraba se abalanzó a sus labios.
-Siempre tomando la iniciativa -dijo Sasuke entre los pequeños besos que Sakura le estaba dando.
La ropa iba acabando esparcida por los rincones de la casa, hasta que llegaron a la cama con su ropa interior.
Sasuke arrebató la ropa interior de Sakura, dejando sus pechos expuestos los cuales se habían endurecido al suave contacto de las manos de él en ellos. Y lamió el derecho, mientras masajeaba el izquierdo. Y ella soltó un pequeño gemido.
Él la aprisiono con su cuerpo, el cual estaba recostado en la ancha cama. Sakura jugaba a hacerse la sumisa, mientras Sasuke le sacaba pequeños gemidos incontrolados con su boca en sus senos.
Llevó un dedo a la entrada de ella y sonrío con orgullo.
-Tu cuerpo siempre me ha pertenecido -y penetró con él.
-Sasuke, házmelo ya -toda la vergüenza desapareció para Sakura, sólo le ansiaba a él.
A la mierda lo de no acostarse con nadie en la primera 'cita' pensó para sí la pelirosa. Ella estaba ansiosa de él, y él de ella. Habían sido muchos años.
Él agarro las piernas de Sakura abriéndose paso para poder penetrarla. Y la penetro. Una, otra, otra y otra vez, hasta que los dos cayeron exhaustos, llegando a eso llamado clímax.
Sakura volvió a mirar el reloj a la mañana siguiente y lo tiro a la basura. ¿Quién quería saber el tiempo estando con lo que había deseado siempre?
Amantes del placer
Un abrazo, y si os ha gustado, reviews.
