Este es mi nuevo fanfic.

Como siempre, destacar que My Little Pony no me pertenece. Le pertenece a Hasbro y Lauren Faust.

Esta historia se ubica entre el final del capítulo siete de mi historia "Corazón Valiente" y el sexto de "La Magia del amor". No es necesario leer esas historias para entender este, pero si se animan, espero que les gusten.


Capítulo 1. Preocupaciones

Aquel día brillaba el sol en Canterlot, la ciudad más glamurosa de Equestria.

Sus habitantes (la mayoría unicornios de clase alta) iban y venían por las calles de aquel lugar.

Entre ellos, había una poni de color rosa que caminaba saltando alegremente.

El nombre de aquella alegre poni era Pinkie Pie.

Aunque ella realmente no pertenecía a aquella ciudad, había acudido allí por encargo de su amiga, la princesa Twilight Sparkle (que tras la abdicación de Celestia era la nueva gobernante de Equestria) quien le había pedido organizar una fiesta para Spike, el cual había estado lejos del lugar un tiempo hasta que por fin decidió volver a su lado.

Pinkie llevaba consigo el cañón de fiestas preparado, lista para dispararlo nada más llegar y decorarlo todo en un santiamén.

Antes de llegar a palacio vio a su amiga Rarity y corrió a saludarla.

La unicornio diseñadora había cumplido su sueño de vivir en Canterlot y ser una gran diseñadora el día que la cantante Shappire Shoes le pidió que trabajase en exclusiva para ella, cosa que Rarity aceptó de inmediato.

Sin embargo, Pinkie pronto vio que su amiga no estaba sola, estaba con Threnderhoof, con quien tomaba un café y charlaba alegremente. Al verla ocupada, la poni rosa dio media vuelta; ya hablaría con ella en la fiesta.

Si pensaba en ello, esta no era la primera cita de Rarity. Ella había salido ya con algunos chicos de Ponyville en sus primeros días de madurez, incluso podía imaginarse que tal vez en esa época ella ya hubiese perdido la virginidad. Pero no era la única. Tenía motivos para pensar que Twilight había tenido un lío con uno de los guardias de palacio, particularmente uno de pelo azul… aunque debió ser un lío de una noche. Hasta Fluttershy pensaba en chicos, pues le hacía ojitos al hermano de Applejack, Big Macintosh. ¿Y Pinkie? Bueno, ella no solía pensar en chicos, en realidad la mayoría de las veces no pensaba, simplemente actuaba. Ella era capaz de tener acumuladas en su cabeza una cantidad infinita de información y soltarla toda de golpe en un enorme remolino de palabras. Por ello, la mayoría de los chicos de Ponyville no habían intentado nada con ella.

La excepción era aquel unicornio de color azul que solía ir a sus fiestas, Pokey Pierce.

Sin embargo a Pinkie, no le gustaba especialmente.

Bueno, y había otra excepción más… Cheese Sandwich.

Cheese Sandwich era un poni nómada que ella había conocido haría unos dos años atrás. Él apareció el día del cumpleaños de Rainbow Dash dispuesto a organizar él la fiesta en lugar de Pinkie. A ella, por supuesto no le sentó bien que intentase robarle sus funciones, aunque, finalmente se enteró de que él solo quería impresionarla, pues ella tuvo un enorme impacto en su vida cuando eran pequeños.

Sí, Pinkie lo recordaba bien, recordaba como ambos habían organizado la súper fiesta de cumpleaños juntos, y como después de la misma él le había regalado su juguete favorito (un pollo de goma) y después se fue y no se volvieron a ver.

Pinkie se preguntó dónde estaría y qué estaría haciendo… Bueno, no era el momento de pensar en eso. Aún tenía que preparar la fiesta de Spike.

La fiesta trascurrió perfecta, y los asistentes parecieron divertirse.

"¡Esto sí se echaba de menos con los dragones!" exclamó Spike "No teníamos estas fiestas"

"¿NO? ¡Jo! ¡Yo no habría podido soportarlo!" respondió Pinkie.

"¡Eso seguro!"

Todos selo estaban pasando genial, pero se empezó a hacer tarde y todos tenían que irse a dormir.

"¿No podemos quedarnos un poco más?" preguntó la Pinkie.

"Todos tenemos cosas que hacer mañana" respondió Applejack "Además tenemos que coger el tren de vuelta a Ponyville.

Y Applejack, Fluttershy y Pinkie Pie regresaron Ponyville, su lugar de residencia.

La verdad era que la fiesta en verdad había durado más de lo esperado. Bostezando, Pinkie Pie subió las escaleras de Sugabcure Corner, la tienda de dulces de Ponyville, hacia la parte de arriba, donde se encontraban los dormitorios. Fue derecha al suyo.

Ella vivía allí con el Señor y la Señora Cake, una pareja de ponis residentes de Ponyville de toda la vida, y los hijos de estos, un par de gemelos llamados Bizcocho y Tarta de Calabaza. Para la poni rosa, ellos eran su familia, pues nunca se llevó demasiado bien con su familia biológica, a excepción de su hermana mayor Maude Pie.

La razón de esto, es que cuando era pequeña, sus padres la obligaron a trabajar en una granja de rocas todo el día. No la dejaban ir al colegio como a las demás ponis de su edad, y el ambiente era bastante deprimente. Pinkie se sentía sola, triste y aburrida.

Por suerte, todo cambió el día que descubrió que su talento especial era organizar fiestas. Sus padres comprendieron que su sitio no era ese, y la enviaron a Ponyville, para que pudiese, por fin ir al colegio y divertirse.

El Señor y la Señora Cake eran viejos amigos de los padres de Pinkie y se ofrecieron a cuidar de ella el tiempo que estuviese en Ponyville. Con el tiempo, empezaron a cogerle cariño, y, como por aquel tiempo ellos aún no eran padres llegaron a considerarla como su hija.

Pinkie Pie se metió en la cama sin saber que los Cake la habían oído llegar.

La señora Cake parecía preocupada.

"Cariño" le dijo a su esposo "Ya es la quinta noche que Pinkie vuelve tarde de una fiesta"

"No te preocupes, cielo. Siempre hace bien el trabajo"

"No es eso lo que me preocupa. Creo que lo de las fiestas se está transformando en una adicción"

"Pero ese es su talento especial"

"Sí, pero tal vez le esté prestando demasiada atención a eso de las fiestas y está descuidando otros aspectos fundamentales de su vida"

El Señor Cake alzó una ceja.

"¿A qué te refieres?"

"¡Nunca ha traído ningún poni a casa!"

Él estalló en risas para la frustración de su esposa.

"¿De verdad te preocupas por eso? Eso no es culpa suya. El problema es que estos jóvenes de ahora no tienen paciencia. Pero seguro que encontrará a alguien que la haga feliz, de eso estoy convencido, es una jovencita muy especial"

Su esposa simplemente asintió.

El Señor Cake se durmió enseguida, pero la señora Cake, no, y estuvo despierta pensando en esto hasta altas horas de la madrugada.


Bueno, el primer capítulo quizá tenga cosas que ya sepáis de los anteriores fanfiction; pero a lo mejor hay algún lector nuevo que no ha tenido tiempo de leerse los otros.

En principio los capítulos se suben los domingos, pero quizá por conveniencia los suba antes, aunque no lo puedo asegurar.