Disclaimer: Los personajes y lugares que reconozcas, no me pertenecen.
Luego de mucho tiempo sin publicar — lo sé, lo sé¡No me maten!— aquí les traigo un nuevo James x Rose con la esperanza de que sea de su agrado. Es solo la presentación; no obstante, aguardaré con ansias sus reviews para saber si les agrada o no la idea.
Dedicado a mi Angy preciosa. Te quiero, perra.
Sí, eso va con cariño.
— ¡NO!
La castaña se adelantó sin pensarlo dos veces: aún con el hermoso semblante salpicado de traicioneras lágrimas, luchó para zafar del fuerte agarre de su querido primo y arremetió contra la brutal pugna cuya única justificación era ella. Ella. No le importaba cuántos golpes podría recibir antes de que alguno de los dos notara su presencia. Aquello resultaba irrelevante. ¿Acaso no los merecía por ser quien comenzó todo?
Esquivó con inesperada agilidad el puño de su hermano, cuyo certero trayecto acabaría golpeando con fiereza el mentón del contrincante y Rose comenzó a asustarse de la fuerza que el pequeño pelirrojo había acumulado gracias a las prácticas de Quiddicht durante los últimos años en Hogwarts. Aún así se armó de valor: a pesar de conocer las altas probabilidades de salir herida dio el último paso para quedar en medio de ambos, recibiendo a cambio la réplica de James. Sintió un agudo dolor atravesando impíamente el costado de su pálido semblante e incluso, divisó unas cuantas gotas de sangre rociar el marmolado piso del vestíbulo antes de recuperar la noción del tiempo. Silencio. Un tenso silencio envolvía el castillo.
Retuvo sus palabras unos segundos, debido al dolor que sentía. Muchos pensamientos se agolpaban en su mente al mismo tiempo empero los ignoró con deliberada franqueza. La había golpeado. Lo había hecho. A pesar de conocer las altas probabilidades de recibir parte de aquélla paliza…creyó, así fuera por escasos minutos, que él lograría abstenerse.
Pero no lo hizo.
Finalmente alzó la cristalina mirada, de un tempestuoso celeste ahora cercano a un tono azul zafiro, limpiándose la sangre que discurría por su mentón debido al golpe. Podía sentir la sorprendida mirada de Hugo tras de sí… eso le animó a continuar. Al menos, no tendría resistencia inmediata a sus palabras.
— ¡No te atrevas, James Sirius Potter! — habló y un tono desafiante palpó la voz de Rose, aquélla concluyente resolución que ahora teñía sus ojos celestes tan sosiegos hacía pocas horas atrás — Humíllame en público. Oféndeme. Despréciame. Búrlate de mí cuantas veces quieras… — por el rabillo del ojo advirtió a Albus y Scorpius predispuestos a formar parte de la pugna una vez ella introducida, pero los detuvo con un gesto del brazo. Deseó que, por una vez en la vida, esos dos aprendan a respetar una decisión suya — Pero no toques a mi hermano, James. Te juro que te mataré si lo haces…
