El timbre sonaba en toda la secundaria de konoha, dando aviso a los estudiantes que era tiempo del descanso.
La peliazul de ojos perlados se dirigía a abandonar el aula, cuando sintió que alguien la jalaba del brazo, cuando noto de quien se trataba, no tuvo otra reacción que sonrojarse por completo.
-necesito hablar contigo Hinata- decía un muchacho alto de tez blanca de cabellos negros al igual que sus ojos .
-pporqque no vamos a afuera sasuke… -iba de decir el porqué cuando fue interrumpida por él.
-no, aquí está bien prefiero decírtelo aquí y evitar el escándalo, deseo que me olvides, que no me busques, y que no me vuelvas dirigir la palabra- el tono que usaba este era muy frio e indiferente.
- nnno entie…en…do- de verdad que se estaba asustando si era una broma sería mejor que acabase pronto no era muy bueno en esa labor.
-olvida lo que paso anoche, lo hice porque debía y porque estaba en juego mi orgullo- soltaba sin más el ojinegro- no fuiste nada más que un juego que acabo y yo salí vencedor.
Bien estaba claro que no era una broma y ya sabía a dónde se dirigía esa conversación, y no había necesidad de escuchar lo siguiente, pero incapaz de salir de ahí solo movio la cabeza en señal de afirmación mirando el suelo.
-si quiera estas escuchando lo que te he dicho, aahh niña por kami si me acoste contigo era porque debía pero no te hagas ilusiones porque jamás pasaría mi tiempo con una molestia como tú, eres penosa- mientras acercaba su mano para acariciar el rostro de la muchacha.- pero, ……….. no te niego que me divertí.
Dicho esto se alejo y se fue dejando a una hinata destrozada, mientras bellas lágrimas cristalinas caían de sus ojos, cayó de rodillas y comenzó a jalarse con fuerza los mechones de cabello que se esparcían por sus hombros.
Me engañe, me encerré en ese gran mundo que el creo para mí y ahora solo lo destruye. Demo no lo odio después de todo fui yo la estúpida.
------------ fin flash back--------------
Ya han pasado ocho años de eso pensó cerrando los ojos con fuerza.
Hinata se encontraba, sentada en un banco del parque mientras observaba a una niña que jugaba con otro niño. ella de aproximadamente siete años, de ojos negros y cabello azulado, de tez blanca como la nieve y pequeño rosado en sus mejillas
-como podría odiarlo Sakura, si he recibido el mayor regalo que puede recibir una mujer.
- entiendo hinata, pero tu hija no es un premio de consolación, ese bastardo no deja ser un miserable, por el hecho de haberte dado la oportunidad de ser madre.
-probablemente tienes razón, sabes, pero no me arrepiento, porque soy feliz así como estoy.
-sola? Aparte de tu hija y yo, por el, tuviste que irte de tu ciudad y dejar a tu familia.
-no sakura yo no deje a mi familia ellos me dejaron a mi, aunque le agradezco a mi padre la oportunidad de haber seguido estudiando.
-aaaah hinata eres tan complicada, oye olvidemos esto y vamos a cocinar algo que te parece, asi espero a naruto para que después no me valla sola. Minato ya me va a llegar con el "mami quiero comer ramen", si salió con la adicción de su padre.
-está bien. UMIKO- la niña de cabello azulado miraba a su madre mientras se dirigía a ella junto con el pequeño rubio de ojos verdes.- nos vamos, amor se hace tarde.
Decía mientras tomaba la mano de la niña y la de minato para ser recibido por sakura.
Al llegar al departamento dejo las llaves encima de la mesa y junto a su amiga comenzaron a cocinar dejando a los pequeños jugar en la sala.
-hinata que tal si dejamos a los niños con Ino, para que mañana salgamos por la noche.
-y naruto?
- no con ese idiota no dejaría a mi bebe es tan despistado, no sabes cuánto me desespera. Es como tener dos niños en la casa. Y saliendo de esto de paso puedes conocer alguien, no se pienso que no es mala idea.
-sakura que clase de hombres encontramos en el bar? Yo respondo solo hombres que buscan diversión, y yo ya te lo dije no deseo nada de eso prefiero esperar, hasta que sea el tiempo preciso. Además- paró en seco cuando sintió una presión en el pecho, cuando se le vino a la mente la imagen de su hija.
Dejo el paño encima de la mesa y se dirigió a la sala donde supuestamente estarían los niños.
-umiko hija donde estas,- donde estará le pedí que no salieran de acá- yaaaa salgan de donde estén vamos a comer,,,,,
-que pasa hinata?-dirigió recorrió su mirada por la sala buscando al pequeño rubio.- y los niños?
-no se ayúdame a buscar en las demás habitaciones por favor…. Umiko, umiko
Ya recorrido la última habitación se dirigió donde sakura, el miedo ya estaba presente y sentía que pronto se le saldría los intestinos por la boca.
-hinata salgamos a lo mejor pretenden salir del edificio.- la pelirosa se encontraba quizás al borde del desquicio.
A salir del departamento se encontraron con una mujer del servicio le preguntaron sobre los pequeños y les dijo- lo único que vi fue que subieron al elevador.
-por kami pretenden salir del edificio ojala alguien los detengan.- hinata no podía esperar a que el elevador subiera nuevamente y optaron por bajar por las escaleras.
Ya agotadas ambas llegaron al piso principal, y entre el personal del trabajo pudierón divisar a unos pequeños mechones locos de color rubio.
-MINATO, por kami que pretendías al salir del departamento esto no se va a quedar así me oíste voy a hablar con tu padre, te aseguro que esto si no le va a causar gracia al retardado ese.
Mientras la ojiperla recuperaba el aliento se acerco al niño- minato donde esta umiko?,- su voz se escuchaba temblorosa ya que el miedo volvió a apoderarse de su ser cuando no vio a su niña, con el rubio.
-¡vamos niño por favor donde esta!, dímelo- decía mientras se apretaba los puños con furia.
El niño por un momento se sobresalto al ver a su tía levantar de esa forma la voz. Hinata pudo percibir ese miedo y le acaricio la mejilla de forma materna y volvió a preguntar de manera tranquila, aunque por dentro su alma se quebraba.- donde esta?
-ella está afuera- decía el niño de manera inocente, si percatarse del error cometido.- dijo que iba a buscar a su papá.
La peliazul corrió hacia la salida cuando pudo notar a su hija parada en la vereda, mirando de manera muy tranquila los automóviles que se movían rápidamente.
-UMIKO.- se escucho por toda la calle antes de que la pequeña se lanzara hacia la calle.
Cuando se escucho el fuerte sonido de una bocina y el intento fallido de un auto por detenerse, y por último se vio el pequeño cuerpo de la niña saltar y caer bruscamente al suelo.
"Corrí, lo intente y no pudo alcanzarte, sentí mi corazón dar un fuerte salto cuando te vi y no lo pude evitar. Nuevamente he fallado"
