PREFACIO

El chico se acercó y se sentó a su lado mientras ella no dejaba en ningún momento de mirar el cielo

Ella: tan frágil, tan rota, completamente destruida y desamparada en un mundo que no la comprende y al cual jamás debió pertenecer

El: tan lleno de vida, con un gran futuro, el mejor estudiante, el mejor hijo, siempre tomando las mejores desiciones, querido por todos, sin ninguna razón para sentirse dañado excepto una…

Ella… la chica que se encontraba a su lado, aquella que ponía su mundo de cabeza y podía acabar con su felicidad solo en instantes, aquella que le hace sentir feliz y a la vez desdichado, la amaba de eso estaba completamente seguro, sabía perfectamente que no estaba dispuesto a vivir un vida si no era con ella a su lado

-¿nunca haz deseado morir? – le pregunto la chica a lo que el negó – somos muy diferentes…

-cambia Bella te lo suplico – le pidió el chico al borde de las lagrimas mientras tomaba sus manos

-Edward – dijo ella mientras le sonreía – todo acabo- vio como los ojos de aquella chica, aquella de la cual se encontraba enamorado se cerraban lentamente- se feliz Edward

Sus ojos, aquellos grandes ojos achocolatados perdían el poco brillo que les quedaban y sintió su corazón encogerse

-¿Qué haz hecho Bella?- le pregunto a la chica que se encontraba en sus brazos -¿que haz hecho?

Entonces lo supo, no estaba dispuesto a vivir en un mundo sin ella y no estaba dispuesto a vivir en el mundo de ella, tan solo debía…

…sacarla del infierno en el que estaba sumergida…