Diario de un gato pervertido
Que pasa cuando con 17 años Adrien comienza a tener fantasías y sueños con su lady y su compañera de clase sin saber que son la misma persona.
Plagg le dice que se desahogue en un diario, y el muchacho lo hace sin saber que su inconsciente le dará pistas para por fin poder descifrar la verdadera identidad de su chica, pero todo esto con un toque muy cargado de hormonas, emociones reprimidas, fantasías muy explícitas y una mente muy imaginativa, además de perversa y divertida.
Otra noche tranquila, brincando de un lado al otro y contemplando el hermoso perfil que la luna le daba a my lady, tan delicada en figura, tan fuerte y determinada. Amaba su personalidad, pero para ser franco en los últimos días era su figura la que me dejaba sin aliento.
El traje rojo y moteado se adhería como una segunda piel, delineando puurrfectamente cada curva. Ocultaba tanta piel y sin embargo era fácil imaginar a una linda ladybug en alguna lencería con encaje, satín y mucha más piel expuesta.
-¿Por qué tan callado gatito? ¿Algún ratón te comió la lengua?
De repente caí en cuenta que había visto demasiado tiempo a mi compañera de batallas, sentí sonrojarme como nunca antes ¿En qué rumbo estaban yendo mis pensamientos? Maldije internamente ante la sensación de ser descubierto, porque una cosa era pensar en la chica a la que amaba sin que ella lo notara y otra muy diferente era tener una vívida imaginación y ser atrapado en esos pensamientos.
-Nunca my lady, pero, a decir verdad, creo que a mi lengua no le molestaría ser atrapada por cierta Catarina- conteste mientras trataba que la noche disimulara el color carmesí que amenazaba con instalarse permanentemente en mi cara.
Por suerte mi ladybug no miraba fijamente hacia mí, se limitó a sonreír coquetamente mientras contestaba mi insinuación- muy graciosos gatito.
Suspiré casi aliviado cuando no agregó más, estuvimos un rato en la torre Eiffel antes de decidir que era momento de volver a nuestras casas. Como cada noche, extraje una rosa que extendí como un caballero ante mi dama, y ella la aceptó sin mucho reproche, cosa que agradecía enormemente. Lanzó su yoyo para poder descender de la torre, pero antes de que se alejará se acercó y depositó un delicado beso en mi mejilla.
-Creo que nunca te había agradecido todas las rosas, así que ese es mi pago- y antes de poder volver a mis cinco sentidos y atraparla, ella se lanzó al vacío y desapareció entre los tejados, y yo me quedé como un tonto contemplando su silueta a la distancia.
Cuando por fin reaccioné, fui el felino más feliz de la galaxia, brinqué y bailé entre los tejados hasta llegar a mi casa, caer en mi cama y dejar atrás la transformación.
Plagg se alejó de inmediato hacia el escritorio, donde siempre había un gran pedazo de queso para que devorará mientras yo sólo podía pensar en el beso de ladybug, de la textura de sus labios y el cómo deseaba que ese beso fuera en otros lados, específicamente en mis labios, mientras tratábamos de unir nuestras lenguas y nuestras manos reconocían el cuerpo del otro, con o sin trajes, con o sin identidades, solo nosotros en el momento, disfrutando.
-Aaahhhhhh!- grité, levantándome de la cama y tomando mi cabeza entre mis manos, frustrado por el hilo de mis pensamientos. El pobre plagg terminó cayéndose a causa del susto que le provocó mi voz exaltada.
- ¿Y ahora que te pasa?- preguntó mientras abrazaba un trozo de queso y volaba hasta sentarse a mi lado en la cama para poder comer a gusto- ¿Es que no te ha gustado el beso de lady?
-Al contrario- dije mientras me levantaba y caminaba de un lado al otro- me ha gustado demasiado.
-¿Y cual él es problema?- dijo mientras masticaba.
-El problema, amigo mío, es que no sólo quiero un beso, quiero muchas más cosas que eso.
- Ya sé que quieres que lady sea tu novia pero….
-No solo mi novia, es que ¡Quiero estar junto a ella!
- Siempre estas junto a ella- respondió mi pequeño kwami – explícate
Me sentí frustrado porque mi pequeño compañero no entendiera las necesidades de un chico enamorado locamente- es difícil de decir- comencé- pero digamos que los humanos gustamos mucho del contacto físico cuando queremos a alguien, y si ese contacto físico no se da, tenemos sentimientos cruzados.
-Vaya que los humanos si que son raros- comentó mirando al queso- ¡Por eso yo amo al queso!- dijo mientras abrazaba amorosamente su trozo.
- El punto no es eso, sino que últimamente no he podido sacar de mi cabeza esas ideas y pensamientos.- Me terminé por caer en mi silla reclinable y girar en ella con los ojos cerrados, sin saber nada más.
-mmmmm….¿ Y por qué no haces un diario?- sugirió plagg como si fuera una idea de lo más normal.
-¿Qué?- levanté tan rápido la cabeza que sentí un tirón en el cuello.
- Ya sabes, un diario como el que usan las chicas en las series de televisión para desahogarse- de repente voló hacia el estante más próximo donde tenía varias libretas nuevas y sacó uno para apoyarla en el escritorio. Sus hojas completamente en blanco.- No estoy completamente seguro de cómo funciona, pero supongo que si escribes las cosas que piensas, entonces te ayudará en lo que sea que quieras.
Mire nuevamente la libreta y a mi amigo que se iba por más queso, sin darse cuenta que tal vez era la idea más brillante que había tenido, pero al mismo tiempo la más descabellada y poco predecible. Porque ¿Podría escribir yo en un diario todas las fantasías e ideas de my lady? En otras palabras ¿Tendría un diario pervertido?
