Un pequeño y microscópico oneshot para pasar el tiempo, ¡disfrute usted!
La lluvia amenazaba con inundar el bosque de rascacielos que conformaban la ciudad de Nueva York y los rayos rasgaban el firmamento iluminando momentáneamente lo que quedaba del departamento de Tony Stark. La sala estaba totalmente incinerada como si una bomba hubiese explotado y el fuego se hubiese disipado poco tiempo después. Entre los vestigios incinerados de lo que alguna pudo ser algo o alguien hay una figura que destaca entre las demás. Su peculiaridad yace en que tiene la forma de un caballero derrotado con el yelmo cabizbajo y el espíritu destrozado.
"Que fácil mueren los héroes "se burla una voz proveniente de ningún lado.
Al escuchar ser mencionadas aquellas palabras, Tony Stark comenzo a llorar. Quizás por tristeza, dolor o ambas razones. Las lágrimas le resbalan por una mejilla tan gravemente quemada como la mayor parte de su cuerpo. El hombre de hierro hace ademan de incorporarse pero rápidamente cede a la idea al percatarse del inmenso dolor que siente al mover tan solo el brazo.
"Acéptalo, este es tu final" volvió a hablar la misteriosa voz, esta vez en tono serio.
"Lo siento Pepe Grillo pero no planeo morir sin terminar de ver Esposas Desesperadas" afirmó con una sonrisa cansada el carismático héroe. Desde hace unos momentos había empezado a sentirse mejor y sentía que el dolor abandonaba su cuerpo.
"La persona que más amabas en este mundo se ha ido junto con tus esperanzas y sueños. Ya no te quedan razones para seguir luchando. Descansa" profirió por última vez la anónima voz y como si fuera un hechizo Tony Stark obedeció y cerrando los ojos se sumió en un profundo sueño.
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