Nota: Hola, bienvenidos a este (demasiado corto para mi gusto) Drabble.

bueno, los dejo con esta pequeña historia que se me ocurrió luego de leer barios fics de esta pareja.

Declaimer: Shingeki no kyojin y sus personajes no me pertenecen.

Sinopsis: Armin solía encerrarse a leer en el sótano. Jean solía buscarlo, simplemente, porque añoraba su compañía.


Capitulo único: Lo esencial es invisible a los ojos.

Armin solía encerrarse a leer en el sótano. Con nada más que una pequeña linterna iluminando las hojas amarillentas. Solo, porque de esa manera podía concentrarse. Alejado, para olvidarse del mundo que lo rodeaba.

Armin solía encerrarse a leer en el sótano. Sin pensar que, tal vez, el apodado "cara de caballo" lo estuviera buscando, para decirle, con esa voz rasposa y jadeante acusa del entrenamiento, que necesitaba verlo, que había estado buscándolo, que quería hablar con él.

Sus ojos azules, como amaba jean esos posos sin fondo, que solían tragarlo cuando se quedaba-aunque inconscientemente-mirándolo, escaneándolo con la mirada como si temiera olvidar su figura. Todo aquello que Armin significaba. Porque Armin tiene muchos significados para jean. Es una cabellera rubia, que con los días de verano se vuelve brillosa y le roba el aliento. Un suspiro al recordar que él te dé frutos rojos que suele prepararse, siempre se enfría y queda intacto en la mesa. Una maraña de pensamientos, cada uno más confuso que el otro, pero siempre con un sentido.

Jean camina por los pasillos, nervioso, con un millón de pensamientos indeseados surcándole la mente, a los cuales prefiere olvidar. Necesita algo, pero se encuentra frustrado al saber, que no tiene la más remota idea de que.

Fue un jueves por la tarde, cuando entre la montaña de libros lo encontró. Parecía conmovido con su lectura, como si fuera lo único para el en ese momento, como si los titanes no estuvieran ahí fuera. Rebeldes cabellos rubios se cruzaban en sus ojos y lo distraían, aun así, jamás noto la cercanía de Kirschtein. No fue si no, al pasar un par de minutos, donde el morocho se cansó de ser ignorado, que acerco su cuerpo al del rubio y susurro.

¿Qué es lo que te trae tan distraído, Arlet?

¡Ah! Jean, lo siento… ¿Cómo cuánto tiempo llevas ahí?

Lo suficiente

El morocho pasó una mano por los sedosos cabellos, eran suaves al tacto. Los aparto del rostro del muchacho, a jean siempre le gusto ver la cara sonrojada de Armin cuando lo tocaba.

Yo, jean…

Sobraban palabras. Cuando jean acerco su rostro, con los labios rotos y una barba de días. Cuando Armin rozo sus labios con los ajenos, con la nariz goteándole y unas ojeras marcadas. Nada importo, aun cuando los labios de jean dolían y Armin se quedaba sin respiración.

Luego de ese día, Armin siguió escondiéndose en el sótano, para alejarse del mundo. Jean siguió buscándole, sin lograr dar con su escondite. Pero cada jueves se juntaban en la biblioteca, en el lugar más apartado y oscuro. Por fin habían encontrado eso que les había faltado por años; porque lo esencial es invisible a los ojos.


Gracias por pasarse.

BiLuLu~