Vale. Es el primer fic de Caius/Yuul que escribo. Mientras me pasaba el juego, veía como había algo muy fuerte entre estos dos personajes. Cuando Noel declaró que en realidad Yuul renacía por estar con Caius, definitivamente me llegó al alma. La estúpida censura seguro que ha tapado este romance. Además de la rabia que sentí cuando vi que había tan pocos fics de esta genial pareja, y los que había estaban en inglés todo.

Rated M es por violencia, y no sé si pondré escena Lemon. No le veo el Lemon por ningún lado, pero bueno, ya es algo que se verá.

En definitiva, este fic va desde que comienza Nova Chrysallia, hasta que Lightning salva a Caius y Yuul. El tiempo que pasan juntos, lo que ocurre, y como llega Yuul a pedirle a Lightning que salve a Caius, y como acaba todo.

Estos personajes no son míos, son de Square Enix. A quién no le guste esta pareja, que no lea.

Dicho lo dicho, espero que os guste el fic.

"Decidí protegerla. Todos estos años la he estado protegiendo, ante una inevitable muerte. Nacía sabiendo que iba a morir a temprana edad. Un horrible ciclo de muerte que se continuaba una y otra vez".

El Valedor caminaba por la costa de Valhala, directo al agua, cargando a una Yuul muerta. La última Yuul de aquel mundo con tan lúgubre futuro. Dejando reposar el cadáver de la joven muchacha, Caius, pudo observar su rostro una vez más antes de que se desvaneciese en sus manos. Miró las pocas cenizas que quedaba en una de sus manos.

-Esta eternidad no era lo que deseabas, ¿no es así Yuul?-preguntó mientras veía como lo único que le quedaba de ella se desvanecía. Recordando una de las visiones de Yuul con su sangre ardiente de odio, convocó a su manada de monstruos, empuñó su espada, y con ello declaró la guerra a la Diosa de la muerte, Etro.

Venció. Desde aquel momento, supo que nada ni nadie le pararía hasta que el alma de Yuul fuese liberada. Ella no tendría que sufrir muerte tras muerte. Y él podría estar con ella y amarla. Lightning no fue capaz.

Noel y Serah no fueron capaces.

Ni siquiera la esperanza ni la voluntad de vivir de la humanidad pudo ir en contra del bien de su protegida. Aunque sabía que con ello arrastraría miles de almas ante un caos inhóspito, no le importaba.

-¿¡De verdad crees que esto haría feliz a Yuul!?-gritó Noel intentando atacar al Valedor. Noel Kreiss, el último humano, sólo pudo conocer a una Yuul. La última Yuul. Él no podía tener ni idea de que lo que las Yuul sufrían. Él no tenía ninguna idea de lo que él, como el Valedor, había sufrido en ver como Yuul tras Yuul morían.

-¿A cuál de ellas? He conocido y servido a cientos de Yuul. Aunque todas compartían una misma alma…cada una de ellas era única-mientras contaba esto, el Valedor entablaba un duelo con Noel teniendo como testigo a Serah.-Una Yuul anhelaba viajar. Otra adoraba cantar. Y otra recogía flores-levantó su espada, con un rostro amargo-Y todas murieron. Murieron ante mis ojos-y con ello, entró en un pulso forzado entre las dos espadas de Noel, y la enorme espada del Valedor.

-Y a pesar de ello escogieron volver a nacer… ¡para poder seguir a tu lado!-esto frase pilló a Caius, haciéndolo vulnerable el tiempo suficiente para que Noel terminase el pulso como ganador, y Caius recibiese una fuerte patada.-Yo sólo conocí a una única Yuul. Pero eso me bastó. Murió con una sonrisa en la cara. Tenía fe en el futuro. Sabía que volveríamos a vernos. Piensa Caius. Piensa. ¿De verdad era una maldición? ¿Un castigo impuesto por Etro? ¿De verdad piensas que Yuul quería morir y no volver nunca más?-Caius bajó la mirada. Realmente, el último cazador lo había tomado por sorpresa. Jamás había pensado en eso.-Claro que no. Yuul quería regresar. Cada vez que ella moría en tus brazos, anhelaba volver. Aun a sabiendas de que su siguiente vida sería corta. ¡Incluso así! ¡Porque deseaba volverte a ver! ¡Una y otra vez! ¡Por siempre!-esto último hizo que Caius tomase ofensiva.

-¡Callate ya! ¡Mientes!-gritó, atacando al último cazador. Pero, en el fondo, supo que Noel tenía razón. Yuul no quería estar sola.

-Noel, has dicho que Yuul renace para estar conmigo. Soy yo quién debe morir. Debemos liberar a Yuul. ¡Mátame! ¡Sólo tú puedes poner fin a este eterno sufrimiento!-suplicó Caius. Quería salvar a Yuul, ¿Qué quería el cazador?

-Ni siquiera por el bien de Yuul-Noel bajó el arma-aceptaría tener que matarte-dijo finalmente.

A pesar de las palabras del cazador. No renunció. Hizo que Noel lo matase a él, y por lo tanto, a la Diosa, e hizo que cargase con el peso de la paradoja eterna. Era un precio muy caro a pagar. Pero podría salvar a Yuul de una vez por todas.

Nova Chrysallia. El continente de Caos que él causó. Un mundo sin circunstancia temporal lógica. En el que no se podrá envejecer. Un lugar en el que la humanidad esperará por el fin de sus días.

Él ansió morir. Quería liberar a Yuul. Y ello conllevaba su consiguiente muerte. Fuese la deidad que fuese, no le dejó morir. Lo dejó en un mundo caótico y amargo lleno de dolor y en espera de un aciago destino.

Parece ser que no podría vivir sin sufrimiento. Tampoco podía morir. Y ahora, no tenía a Yuul a su lado. No le quedaba ningún consuelo en aquel mundo de Caos. No tenía nada ni nadie por lo que luchar.

Entró en uno de aquellos bares. El ambiente se quedó algo quieto a la entrada del Valedor. Él, ignorando las miradas, fue como un cliente normal. El servidor no pareció intimidado.

-¿Qué desea?-pregunta el hostelero.

-El menú del día-dijo tan tranquilo. No estaba acostumbrado a tener que venir a ninguno de estos lugares.

-De acuerdo-asintió el hombre satisfecho, y poco a poco el ambiente se volvía cotidiano como solía estar. El hostelero pareció querer conversación. Miró una nota, y en seguida el hostelero preguntó a Caius.

-¿Cuál es tu nombre?-preguntó el hostelero. El valedor le sonaba extraño como el hostelero se lo preguntó.

-No creo que debas de saberlo-dijo finalmente el valedor sin confiar en aquel hombre. El hostelero suspiró.

-Una chica con el pelo plateado azulado, vino aquí hace poco buscando a un tal Caius Ballad, de pelo violáceo, gran espada y de hermoso rostro. No dudes de mis preferencias, pero pensaba que esta chica te buscaba a ti y…-antes de que pudiese terminar se encontró con Caius cogiéndolo del cuello de la camisa.

-Esa chica. ¿Cómo era? ¿Hace cuánto que estuvo aquí? ¿Volverá?-preguntó Caius a un hostelero muy asustado.

-T-t-tenía el pelo plateado azulado. O-o-ojos v-verdes. E-e-era bella. V-vino hace u-unos diez minutos, y salió rumbo a las Marcas S-salvajes. D-dijo que tendría que buscar en otra región…-Caius soltó al hostelero, y salió rápidamente con una leve esperanza

"Yuul, de todos los lugares, ¿cómo se te ocurre ir a una taberna, o a las Marcas Salvajes?"

Era territorio bastante salvaje, lleno de caos y de monstruos. Si un monstruo dañaba a Yuul, como Valedor jamás se lo perdonaría a sí mismo. Escuchó unos ruidos de pelea cerca de ella así que fue al epicentro del sonido. Y allí la vio.

-Yuul…-nombró el valedor al ver allí a su protegida. Con unos 17 de edad, luchando con una espada roja fina de doble filo contra un monstruo. Ella lo miró, y de la sorpresa, el monstruo la pilló desprevenida, y le dio un golpe. Caius empuñó rápidamente su espada, y acabó con el monstruo. En seguida fue a ver a su protegida.

-Estoy bien Caius, no te preocupes-la joven sonrió cálidamente al ver como al fin se encontraba de nuevo con su Valedor.-Te he estado buscando-se notaba como Yuul estaba aliviada de haberlo encontrado al fin. Caius en cambio, estaba aliviado al ver que la muchacha estaba bien.

-Yuul, eres libre. Puedes vivir una vida libre sin tener que temer a la muerte prematura-anunció Caius. Yuul se entristeció.

-¿Eso quiere decir que ya no quieres ser mi valedor?-preguntó Yuul mirando a su valedor directamente a los ojos. Caius estaba sorprendido, pero negó.

-Mi vida pertenece junto a la tuya protegiéndote Yuul-

Bueno, éste es el prólogo. En los siguientes capítulos se verán los sucesos que acontecen a Caius y Yuul en Nova Chrysallia. Espero que os haya gustado a quienes lo hayáis leído xD