¡Es momento de cumplir con uno de los ruegos más encarecidos hechos cuando publiqué mi último OS subido por aquí! Sí, he leído cada review, como siempre lo hago, y esta vez he decidido prestar atención a sus peticiones. ToLove Ru no me pertenece, vale acotar.
El invierno se acerca
Yui Kotegawa, la flamante presidenta y líder indiscutible del comité disciplinario de la preparatoria de Sainan, tenía un día como cualquier otro, es decir lleno de bastantes informes que leer respecto a la conducta de cada alumno de la preparatoria. Su trabajo podía resultar agotador para el mortal promedio, pero Yui estaba tan acostumbrada a este papeleo, que podía hacerlo de manera bastante natural, todo en pos de la moralidad en el recinto.
Como venía haciéndose costumbre desde hace algún tiempo, la mayoría de los informes se enfocaban sobre la "poca disciplina y falta de apego a las normas y la moral de la escuela" de parte de Rito Yuuki, el chico problemático de moda. A Yui le parecía sorprendente que alguien de su calaña conductual fuese el que de vez en cuando le sacase suspiros, además de unas cuantas imágenes que, aunque se mostrasen románticas en un sentido cursi e inocentón la mayoría de las veces, a Yui le parecían como desvergonzadas. En fin, lo de Yui era un continuo drama por Rito, por mucho que ella no lo quisiera aceptar.
Un ruido proviene del salón del comité presidido por Yui, así que ella se dirige a la puerta para averiguar de qué se trataba. Sólo resultaba ser que Rito había caído (cuándo no) sobre Saki Tenjoin, teniendo su cara sumergida entre sus pechos, además que con sus manos le había quitado las pantaletas (¿cómo es posible hacer algo sin que sea a propósito? Misterios de la ciencia), todo ello enfrente de varios alumnos que estaban pasando allí por casualidad, además que también allí estaban Aya y Rin, que parecían intentar matar a Rito con la mirada. La reacción de Yui no se hace esperar, naturalmente.
─ ¿¡QUÉ CLASE DE ACTO TAN DESVERGONZADO ES ESTE, YUUKI-KUN!?
─ ¡L-l-l-lo-lo siento! ─ Rito intenta quitarse de encima de Saki, pero en el proceso le frota la entrepierna con la rodilla, causando que ella, desprevenida, soltara un gemido que se oyó por todo el pasillo.
Las caras de Aya, Rin, Yui y de varias otras chicas que estaban cerca eran más que claras, el mensaje que transmitían no podía ser interpretado de otra forma. Rito estaba en un problema bastante gordo.
En otro lado
Divagando entre los temas que más acostumbraba con su amiga en ocasión de ver revistas de moda, Risa lo pasaba en grande con Mio mientras juntas avergonzaban a Haruna con los conjuntos de lencería que se veían en las referidas revistas. Era sencillamente desternillante la respuesta de Haruna al imaginarse a sí misma ante Rito en conjuntos que cada vez eran más atrevidos, y Lala apenas alcanzaba a entender lo que pasaba, a pesar que ella misma participaba al señalar algunas de las dichosas prendas. En fin, Risa contaba con un día de lo más normal para ella, aunque todavía le faltara meterles mano a sus amigas para ver "qué tanto les habían crecido los pechos a sus amigas", cosa que todavía no había descartado de su agenda.
─ Chicas, adivinen qué ─ aparece Ren bastante animado ─. Muy pronto empezarán las elecciones para la presidencia del comité disciplinario ¿Qué les parece?
─ ¿Elecciones? ¿Qué cosa es eso? ─ se interesa Lala.
─ Es una cosa muy aburrida en la que todos tenemos que estar presentes obligatoriamente para elegir a alguien que no queremos para que tome un puesto al que nadie le gusta ─ es la respuesta desdeñosa de Risa.
─ No hace falta que lo digas de esa manera, Momioka-san ─ interrumpe Haruna ─. Verás, Lala-san, elecciones son cuando varias personas nos reunimos y expresamos acerca de a quién preferiríamos en alguna labor en específico.
─ En este caso, la presidencia del comité de disciplina ─ recalca Ren.
─ Oooh, eso suena divertido ─ Lala desbordaba entusiasmo, aunque no entendía realmente la importancia de la discusión.
─ ¿Para cuándo serán esas elecciones? ¿Te han dicho? ─ dice Mio a Ren.
─ Las postulaciones serán mañana, e inmediatamente debe empezar la campaña. Seguro que Kotegawa-san se volverá a lanzar ─ señala Ren.
─ Genial. Me gustaría lanzarme yo también, a algo tan aburrido ─ dice Risa con sarcasmo.
Una vez dejado de lado el tema de las elecciones para la presidencia del comité disciplinario, Risa y Mio se concentraron nuevamente en aquello que más las apasionaba: acosar sexualmente a sus amigas, haciendo caso omiso a que alguien les viese.
Al día siguiente
Tan puntual y responsable que sólo ella puede ser, Yui había sido la primera en postularse para las nuevas elecciones, cosa que definitivamente no extrañó a nadie. Todo el mundo sabía de antemano que ella iba a hacer eso, y también estaba claro que iba a ganar nuevamente, pues no había nadie más que fuera capaz de llevar a cabo ese trabajo como lo hacía ella. Ciertamente hubo algunos que se tomaron el atrevimiento de inscribir sus nombres para inmediatamente preparar sus discursos y argumentos, pero ninguno de estos representaba un factor a temer para Yui.
Sorprendentemente para la tsundere ejemplar de Sainan, en la corta lista figuraba cierta chica de cabello rosa que estaba tomando notas en la lista de candidatos. Yui comprendía que Lala fuese una chica bastante inteligente y con gran capacidad para cualquier cosa que se propusiese, pero jamás la había pensado como presidenta del comité disciplinario, razón por la cual la extrañó verla allí.
─ Veo que te has interesado por los comicios, Lala-san ─ saluda Yui un poco animada.
─ Es que Ren y las chicas me explicaron eso de las elecciones, y eso me emocionó bastante ─ responde Lala, haciendo que a Yui le saliera una gota en la cabeza.
─ Ya veo. Pero creo que tendrás que esforzarte bastante para convencer a todo el mundo en las elecciones.
─ ¿Eh? Pero yo no busco ser presidenta.
De pronto Yui sentía que se perdía de algo muy importante, pues no le cuadraba que Lala se formara entre los aspirantes. No era para nada una actitud común en alguien hacer algo así, pues se supone que cada quien hace algo por aspirar a cierta meta.
─ ¿Entonces? ¿Por qué estás aquí?
─ Estoy anotando a Risa, pues ella dijo que quería ser presidenta.
Eso fue una sorpresa absoluta. Yui se esperaba cualquier cosa, cualquier explicación ridícula, pero definitivamente no aquello. Si no fuese de actitud seria como era, lo más probable es que se desternillaría de risa por lo que dijo Lala. Bastó dar apenas un vistazo a la lista para comprobar que Lala efectivamente había anotado a Risa en vez de a sí misma. Sin embargo, Yui no permitió que el temor la dominara, pues no iba a tener por hipotética rival a una chica seria con una visión clara e inteligente de la moralidad, sino a una chica que abusaba de sentido del humor y que era bastante desorganizada e indiferente a las normas de buen comportamiento y la moral. Aquello realmente debía tratarse de un chiste, y el peor en toda la historia de la preparatoria de Sainan.
─ Lala-san, la lista de inscripción de candidatos no es para jugar, sino para que se anoten personas que realmente vayan a hacer algo importante dentro del comité disciplinario ─ dice Yui bastante seria.
─ Pero yo no estoy jugando, Yui ─ Lala se mostraba inamovible ─. Risa realmente me lo dijo, pero como ella todavía no ha venido, pues le hago el favor de anotarla, como amiga que soy.
─ Lala-san, no hay manera de que nadie en esta escuela sea capaz de tomar enserio a alguien como Momioka-san. Sencillamente no es realista ─ insiste Yui, pero Lala seguía sin comprender.
Al otro lado de aquel pasillo se encontraba casualmente Momo pasando el rato, cuando escucha aquella conversación entre Lala y Yui, y la noticia de la postulación de Risa la dejó completamente sorprendida. Tampoco ella se esperaba que Risa tuviera oportunidad alguna en cuanto a una aspiración tan importante, especialmente porque no la veía como alguien que mirase más allá del presente día. Pero hubo algo en todo aquello que despertó el interés de Momo. No sabía explicarlo, pero aquello le hacía sentir un interés tremendo por lo que venía.
La idea de Momo era más que arriesgada, pero su punto de vista le permitía justificar dicha idea. Si Momioka lograba alcanzar la presidencia del comité disciplinario de la escuela, ella sería capaz de flexibilizar, o incluso de modificar completamente, todas las normas de conducta hasta el momento establecidas por la gestión de Yui. Momo se arriesgaba a quedar al descubierto en su intento por llevar a cabo el plan del harem para Rito, pero había muchísimo por ganar con esa iniciativa, tanto que era muy difícil dejar pasar aquella oportunidad. Una línea de baba se escapaba ligeramente de la comisura de la boca de Momo. Ante ella se presentaba la oportunidad perfecta, una oportunidad con nombre y apellido: Risa Momioka.
Más tarde
─ ¿Ehhh? ¿Es enserio?
─ Sí, y ahora tendrás quienes voten por ti ─ responde Lala muy contenta.
─ Pero si yo no quería lanzarme a esa candidatura tan aburrida. Sólo estaba siendo sarcástica ─ se queja Risa, más sorprendida y extrañada que enojada.
Ciertamente a Risa no le despertaba ningún interés el puesto de presidenta del comité disciplinario. Simplemente no veía de qué manera será capaz de obtener algún tipo de diversión a partir de aquello. Lala y Mio continúan hablando animadamente mientras Risa se separa para ir un momento al baño, cuando se encuentra a Momo en la puerta del salón, dando a la terrícola una sorpresa agradable.
─ Buenos días, Momioka-senpai ─ Momo hace una leve reverencia, aunque a Risa el gesto le parece exagerado.
─ ¿Qué haces aquí todavía, Momo-chi? Creí que estarías en tu salón. Y sabes, hablando de los chicos que les gustan y todo eso ─ Risa empieza su camino al baño.
─ Es que pensé que podría acompañarte para hablar de algún tema interesante. Tomando en cuenta que, como mi senpai, sabes de muchas cosas que yo sólo sueño con saber ─ Momo empieza así un empuje invisible.
─ Tal vez, pero por ahora tengo que lidiar con el problema en que me metió Lala-chi. Ahora resulta que soy candidata a ser presidenta del comité disciplinario que dirige Yui.
─ ¿Es eso cierto? ─ Momo finge sorpresa.
─ Lo es, y ahora no sé qué hacer…
─ ¿Sabes? Yo siempre pensé que serías capaz de llegar a este punto algún día ─ Momo consigue el interés de Risa, y de ese modo pensaba que lo más difícil ya estaba hecho ─. Como presidenta del comité, deberías ser capaz de llevar a cabo cambios que serán importantes para toda la escuela. Contigo en el puesto, podrás tener la posibilidad de cambiar los estatutos de disciplina y moral que consideres que están mal, y así harás muchas cosas buenas por todos.
Risa entonces se detiene sobre sus pasos, y tarda un poco en voltear a ver a Momo. No sabía cómo es que no se le había ocurrido, pero estaba claro que aquella era una idea sencillamente genial. Tal vez fuese una mera ilusión, pero si ella alcanzaba a vencer a Yui en las elecciones, tendría en sus manos el disolver varias de las normas morales que Yui siempre le restregaba en la cara. Con Risa en el poder, no serían necesarias las medidas de pudor, y más bien podría hacer reglamentario el manoseo que tanto le divertía hacer. La cabeza de Risa rebullía de ideas, y Momo podía darse por satisfecha, pues había conseguido despertar a una terrible bestia del letargo.
Tan solo le faltaba encontrar la manera de que Risa ganase las elecciones.
CONTINUARÁ…
Como ven, es apenas el principio. No es que vaya a ser infinito el fic, pero sí les prometo durabilidad y calidad. Por ahora les dejo, y les invito a que esperen por el segundo capítulo, que vendrá pronto sin duda 😃
Hasta otra
