El girasol se marchita cuando el sol desaparece.

Conan desapareció.

Ai se marchitó.

Conan ya no existía. Shinichi Kudo había vuelto; la luz y el calor que irradiaba ya no se le brindaba.

No a ella.

Sin el sol. Eventualmente los girasoles se marchitaran y Haibara era como un girasol, uno, que ya no tenía un sol y sin importar cuantas noches esperara por él. Este ya no aparecía al día siguiente.

Nunca más lo haría.