— ¿Tengo algo en la cara?

Ai arqueo una ceja a Edogawa por hacerle esa interrogante.

— Me has mirado mucho —Se explicó.

— ¿Y quieres saber el motivo? —Preguntó. Él asintió; ella suspiró y con sus manos en la espalda como clavando su mirada a la suya. Dijo: Como un girasol que busca el sol siempre te estoy observando.

Conan no pudo evitar sonrojarse por eso y quedarse completamente mudo.

— Es broma — Espetó al segundo, quedando conmocionado el detective— Lo hago para saber si la droga afecta tu crecimiento.

— Ah... ¿Así es? —Haibara asintió.

—Si ¿Que esperabas?

El negó la cabeza intentando sacar todo lo que anteriormente pensó, un poco fastidiado por caer de nuevo en su broma, quien, al segundo se despidió yéndose de ahí. Mientras tanto, Ai que lo veía marcharse, esbozo una leve sonrisa al ver como su sol personal se marchaba, uno, que habitualmente se encargaba de iluminar sus días nublados.