Basado en la serie de la BBC "Sherlock". Este fic está escrito sin ningún ánimo de lucro. Los personajes pertenecen a sir Conan Doyle.
La Actualidad
Enola Holmes nacida en Yorkshire el 9 de abril de 1983 (comparte cumpleaños con el mayor de los Holmes), es la menor de los Holmes. Se llegó a especular que no es realmente una Holmes, sino es fruto de una relación extramatrimonial de Violet con un buen amigo de la familia. Pero solo son especulaciones. El capitán Siger Holmes la reconoció y la trató como su legítima hija en todo momento. Es abogada mercantilista en un bufet internacional de gran prestigio, actualmente vive en São Paulo con su novio un empresario de las telecomunicaciones Brasileño.
Sherlock Holmes nacido en Yorkshire el 6 de enero de 1976, de los hijo varones de Violet Sherrinford y del capitán Siger Holmes, el menor. Empezó varias carreras en Oxford pero no se licenció en ninguna. Trabaja como detective independiente para Scotland yard. Está soltero y no se le han conocido novios o novias oficiales. Aunque permite a la señorita Irene Adler presentarse a si misma como la "futura viuda del señor Holmes". Vive en un apartamento en el 221B de Baker Street, Londres.
Mycroft Holmes es el hermano mediano (7 años mayor que Sherlock) nacido en Yorkshire el 28 de Diciembre de 1969. Se licenció en leyes y empresariales en Cambridge y Oxford. Vive en la residencia familiar en Londres y trabaja para el gobierno, está casado con una prima hermana 12 años más joven que él, tienen un hijo y una hija de 8 años. cofundador del club Diógenes (junto a su hermano menor Sherlock).
El hermano mayor, Siger Sherrinford Holmes nacido en Londres el 9 de abril de 1965 (11 años mayor que Sherlock) más conocido como Sherrinford, por ser el vivo retrato de Edward Sherrinford, el padre de Violet. Licenciado en literatura inglesa, historia contemporánea y leyes por Cambridge. Sherrinford es agregado cultural de la embajada inglesa en la India. Está felizmente casado con una compañera de facultad y tienen dos hijos, uno adoptado de 16 años y uno biológico de 13.
John Hamish Watson, nacido en 7 de agosto 1974 en Hampshire, fue médico en el ejercito británico. Tiene una hermana pequeña que está divorciada de un famoso músico con problemas de alcohol. Tiene conocimiento en medicina, estrategia, armas y cultura popular (famosos de la tele y la prensa). Herido en combate fue licenciado en honores, tras acabarse la indemnización del ejército. Decide mudarse a un lugar más asequible y se muda al apartamento de arriba de Sherlock. Colabora con Sherlock, trabaja como médico privado y tiene mucho éxito con las mujeres.
1985 el capitán Siger es destinado a la India. El capitán Holmes decide que lo mejor para su familia es que se muden a la residencia londinense de los Holmes, donde vive la matriarca de los Holmes. Para que su madre y hermanos ayuden a cuidar de su familia mientras el capitán Siger está destinado en Bombay. El 2 de marzo de 1985 Violet y sus hijos se mudan de su residencia habitual en Yorkshire a la residencia Londinense de los Holmes.
Sherlock y Mycroft asisten a la academia Brompton y pasan sus vacaciones escolares con su madre y abuela entre la residencia familia de los Holmes en Yorkshire y la residencia familiar de los Sherrinford en Londres. Siger Sherrinford, cursa leyes en Cambridge, durante el curso escolar vive en Cambridge y las vacaciones las pasará exclusivamente en la residencia londinense.
Cuando Sherlock contaba tan solo con 13 años, su padre aprovechando un permiso regresa a Londres para pasar unos días en familia. La noche antes de partir de regreso a la India dispara a su madre y después se suicida. Quedando huérfanos. Sherlock y Enola pasarán a estar bajo la custodia de su abuela y su hermano Mycroft. Ya que el hermano mayor, acababa de casarse y mudarse a Washigton.
La noche del asesinato de su madre y posterior suicidio de su padre es un tema tabú para la familia Holmes. La familia se refiere a él como "la noche en que se escapó Fernando" (haciendo referencia al jilguero que tenía la cocinera). Pero Sherlock sigue marcado por aquello.
Londres, 25 de marzo de 1985
Querido Siger
Al fin acabaron de llegar todas nuestras cosas. Ya creía que no volvería a ver la mecedora de mi abuela. Enola no se queda dormida sino la mezo en ella mientras le canto la canción de los gatitos. Estas semanas han sido bastante duras para los chicos. Primero tu marcha, después la mudanza a casa de tu madre y justo el viernes Sherrinford se puso enfermo. Nada grave, es un simple cólico. Ya sabes lo delicado que es él del estómago. Y tu cuñada Prudence hace unos soufflés, ¿cómo decirlo? algo difíciles de digerir. ¿Recuerdas aquellas navidades que decidió hacer ella misma el relleno del pavo? Oh, cómo olvidarlo, estuvimos 4 días a base de agua de arroz y pan tostado. Y juraste que nunca más comerías nada que estuviera relleno.
Pero ya conoces a tu madre, a la primera nausea del pobre Sherrin, llamó al Doctor Pöer y le prohibió terminantemente que saliera de la cama hasta que el doctor así lo ordenase. Y el chico se ha pasado los últimos dos días en cama haciendo reposo y con sus libros. Batalla que aunque parezca increíble Sherrin ganó a tu madre. Debe de ser la edad, tu madre se hace más blanda.
Mycroft, sigue absorto con sus lecturas. En serio, querido, no creo que ni se haya dado cuenta que nos hemos mudado. Lo único que le molestó es tener que compartir habitación con Sherlock. En la escuela comparte habitación con muchos otros muchachos ¡y aquí no puede compartirla con su propio hermano! No sé que le pasa a este chico, ya es casi un hombre y aun agarra berrinches por esas futilezas. Ayer mismo se quejó que Sherlock hacía mucho ruido al respirar. Primero me asusté, pensé que el niño estaba enfermo, pero era la respiración sosegada del niño durmiendo lo que le molestaba. Es agotador lidiar con Mycroft y Sherlock. Y ahora que no estás tú para poner un poco de orden y sensatez en sus cabecitas es realmente frustrante. Le sugerí a Madre que Mycroft compartiera habitación con Sherrinford, pero madre dijo que Sherrinford no tenía edad ya para compartir habitación. Al fin y al cabo, en tu ausencia él es el cabeza de familia. Y como siempre tiene razón. Pero sigo pensando que con el buen carácter que tiene nuestro Sherrin, sería mucho menos molesto para todos que compartiera habitación con Mycroft.
Madre le ha comprado un montón de vestiditos a Enola, ya le he dicho que es un desperdicio comprarles tantos vestidos, Enola es muy pequeña y los críos de su edad crecen muy rápido, la mayoría de ellos no creo que ni los vaya a estrenar. Pero Madre dice que su única nieta no irá vestida como la hija de una sirvienta. Y Enola parece encantada con todo su nuevo vestuario. Tendrías que verla está tan preciosa, parece una muñequita de porcelana.
Los McAllysters te envían recuerdos. El miércoles nos los encontramos y cenamos con ellos. Bueno, para ser más exactos, fueron ellos quién nos encontraron. El miércoles llevé a los niños al centro, Madre y yo teníamos que hacer unos encargos, así que dejé a Mycroft en la biblioteca a cargo de Sherlock. Juro que no nos llevó más de una hora. Querido, ya me conoces, no me gusta perder el tiempo más de lo estrictamente necesario. Pero cuando el dependiente de Jocey's nos dijo que el espejo estaba aun en el taller que en media hora nos lo traía, se me cayó el alma al suelo. Madre decidió que mientras yo esperaba al espejo ella iría a recoger a los niños de la biblioteca.
Así que madre fue a la biblioteca y fue a la mesa donde claramente les habíamos dicho que no se movieran, pero allí solo vio a Mycroft que estaba absorto en su lectura y no había ni rastro de Sherlock. Ya te puedes imaginar el susto que se llevó la mujer. Mycroft simplemente se encogió de hombros cuando tu madre le preguntó por Sherlock ¡Este hijo tuyo! No sé si estoy más furiosa con Sherlock o con Mycroft. Estuvimos todo el día buscándolo, incluso nos ayudó un agente de policía. No te puedes imaginar por el calvario que pasé. Esto es Londres, y él es tan pequeño. Cuando oscureció y seguíamos sin saber del paradero de Sherlock creí que me iba a morir, tu madre tampoco estaba mucho mejor, que digamos, pero ella parecía tener más entereza.
Fue entonces cuando el agente nos sugirió que regresáramos a casa, qué él llamaría a una patrulla para que siguieran buscando. No puedes imaginar cuál fue nuestra sorpresa cunado al llegar a casa vimos a nuestro pequeño bergante lleno de barro tomando un té en la salita tan tranquilamente con los McAllysters.
Resulta que Sherlock había encontrado un fascinante libro de naturaleza y había decidido ir por su propio píe al jardín botánico para ver en vivo alguno de los ejemplares d abejas que salían en ese dichoso libro. ¡Te lo puedes imaginar un niño de 9 años deambulando solo por el centro de Londres!
¿No se a quién ha salido ese hijo tuyo? Y señor Holmes, ya está borrando de inmediato esa sonrisita de su cara. Que nos conocemos. Yo jamás di esos disgustos a mi madre.
Madre tras cerciorarse de que Sherlock estaba bien, se fue a acostar, no sin antes tener unas palabras con nuestro hijo mayor. Cito, palabras textuales de tu madre "Violet, he traído a este mundo 9 chicos, y ese hijo tuyo, conseguirá lo que no consiguieron ninguno de ellos, conseguirá acabar conmigo". No debería reírme, pero sé perfectamente que entre esos nueve hijos varones estáis tú y Leonard. Y sinceramente, Sherlock, es movido, pero nada que ver con tu hermano Leonard.
Así que cuando finalmente los McAllysters se fueron a casa. Sherrin tuvo la desagradable tarea de disciplinar a Sherlock y a Mycroft. Pobre hijo mío, con lo bueno que siempre ha sido él. Y con lo que adora a sus hermanos. Pero ahora que no estás tú en casa es él que se tiene que hacerse cargo de lidiar con las diabluras de esos dos hijos tuyos.
Así que pude oír los doce varazos que Sherrin aplicó en el pobre trasero de Mycroft. Pobrecito, pero no oí salir ni un quejido de su boca. Estoy convencida que la culpa le quemaba más que esos varazos.
Y cuando los varazos cesaron entonces oí nítidamente cada una de las nalgadas y sus correspondientes aullidos que Sherrin administró al culete de mi pequeñín. Pobre Sherlock, sé que es por su bien, que ya es mayorcito, para saber que debe hacer lo que se le dice. Pero sabes que me parte el corazón cuando castigas a los muchachos. Y que quien castigara a los niños fuera Sherrin lo hizo mil veces peor.
Tenías que haberle visto la cara cuando salió de la habitación. Parecí haber envejecido 10 años de golpe. No cenó nada y apenas desayunó a la mañana siguiente, ya sabes que se le ponen los nervios en el estómago. Y después el soufflé de Prudence para acabarlo rematar. Pobre hijo mío.
Pero he de reconocer que desde el jueves tanto Mycroft como Sherlock se portan como dos angelitos, incluso ayer Mycroft accedió a acompañarnos al cine, en vez de quedarse en casa leyendo. Este era el último fin de semana que estábamos todos juntos. Mañana, Sherlock y Mycroft tienen que regresar ya a la academia y Sherrin a la facultad. Así que madre, Enola y yo nos quedaremos solas de nuevo. Te echo mucho de menos, y no por los niños o por tu madre o por estar lejos de nuestra casa. Te echo de manos. Echo de menos tus miradas de complicidad, tu cálida sonrisa, tus dulces palabras y tus suaves caricias. Cuidate mucho, no hagas locuras, ya no eres un chico, no tienes que demostrar nada a nadie. Cuídate mucho y cuida a Alfred también.
Te quiero mucho, Violet.
¿Me echas tu de menos?
