Notas de autor: Si me pusiera a contar todas las metamorfosis por la que atravesó esta week, no termino nunca. Eran tantas ideas pero llegué a la conclusión de que estoy cansada del drama de mis bebés y que era mejor hacer un AU ―again―, donde todo fuera pura miel 7u7)r. No obstante, este prompt me inspiró para un OU, y luché contra él para que fuera AU. Como siempre, el resultado fue cliché...*hearts*
Disclaimer: Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima.
Gruvia week. Prompt 01: Passion. Universo Original.
Donten
Day 01: Passion
«Una tarde de lluvia está en camino. En el camino olvidado una chica olvidó su paraguas, camina hacia delante temiendo la lluvia. Mientras que yo solo soy un cobarde que bajo el cielo azul mira hacia arriba» Donten, Does.
Juvia estiró su brazo con la palma de su mano tendida, mientras fijaba su vista en el cielo. Soltó un suspiro y de inmediato esbozó una sonrisa, así comprobaba que las gotas que había sentido caer sobre su cuerpo no eran parte de su imaginación y que la lluvia estaba por iniciar.
Alrededor escuchó diferentes exclamaciones nada gratas sobre el cielo nublado. Algunas palabras eran solo expresiones de lamento como «¡Oh no, va empezar a llover!», otros deseaban que no lloviera, y malamente porque las nubes estaban cerradas y se comenzaban a apreciar las primera gotas de lluvia, otros maldecían por no haber tomado un paraguas, algunos solo se daban prisa para evitar mojarse o que las compras, bolsos o documentos con los que caminaban se empaparan y un selecto grupo, ella, seguía su camino como si nada.
En una etapa pasada de su vida, que lloviera la hubiera afligido. Escuchar lo reclamos o quejas de las personas, solo la hubieran afectado más. Pero ahora era totalmente diferente. Y aun cargando un paraguas, vacilaba en abrirlo para resguardarse o simplemente quedarse a disfrutar de las gotas que caían hasta que la lluvia arreciara.
―¿Vas a contar las gotas de lluvia?
Juvia dejó mirar hacia el cielo y enderezó su postura para mirar hacia enfrente, lo primero que visualizó fue a Gray, quien despeinaba su cabello con un aire de desinterés. Se sentía un poco apenado por interrumpir su momento de curiosidad.
―Gray-sama ―su sonrisa se amplió al reírse por su pregunta. El día no podía ir mejor, no esperaba encontrárselo en ese parque, pero su presencia era un regalo que le traía la lluvia―, a Juvia le encantaría poder hacerlo, pero quizás ella necesite un poco de ayuda para logarlo… ―bromeó sonriente, echó su cabeza atrás haciendo que su cabello se meciera grácilmente.
Era una especie de invitación. Le sonrió de medio lado y alzó el rostro para saludarla, observó que sus ojos brillaban un poco más de lo normal. Sin duda, esos eran sus días… y con ese pensamiento sintió que sus mejillas comenzaron a arder.
Juvia aún tenía la mano estirada y miró que había pequeñas gotas de lluvia regadas por toda la palma. Cuando ella se percató de que Gray le estaba prestando atención a eso, se sonrojó y llevó ambas manos hacia atrás, ocultando su sombrilla.
―Juvia solo quería comprobar si llovía ―tenía su costumbre y no era la única con ese hábito―. Pero es bueno ver a Gray-sama ―volvió a sonreírle―, Juvia no esperaba ver a Gray-sama aquí porque pensó que tenía que estudiar hasta tarde.
―Terminé antes… Yo solo pasaba por aquí cuando te miré.
Sorprendida abrió los ojos. Él la había visto y sin más, se había acercado a ella. Con ese pensamiento, sentía que su corazón latía más rápido y que sus mejillas se ponían rojas. Los días así siempre la unían a él. Gray resopló y desvió la vista hacia otro lado.
Él creía que iba de mal en peor; primero interrumpía y después la encaminaba la conversación hacia un lugar al que le costaba llegar. Juvia soltó una pequeña risa a sabiendas que ese era su momento para actuar.
Gray no diría más. No daría explicaciones de que prefirió dejar el estudio para más tarde por ir a buscarla al ver que el cielo se había nublado, menos hablaría de la promesa que se había hecho respecto a acompañarla en los días de lluvia. Aunque todo era más claro que el agua y Juvia lo comprendía a la perfección; Gray siempre la acompañaría para que ella no se sintiera triste.
Volvió a levantar su rostro hacia el cielo, las nubes grises parecían más densas, y agradecida por eso, amplió su sonrisa. Gray la contempló totalmente confundido, los expresivos y curiosos ojos de Juvia transmitían tanta tranquilidad que por un momento, dejó de preguntarse por sus acciones.
En un movimiento sincronizado con el clima, la lluvia arreció justo en el momento en que Juvia abría su paraguas y lo colocaba en medio de ambos, para protegerlos del agua.
―¿Gray-sama podría ayudarle a Juvia a contar las gotas de lluvia? ―giró el rostro para verlo.
Arqueó una ceja, se sentía curioso de lo que le decía. ―¿Eso no nos llevaría mucho tiempo?
―¡Mejor! ¡Así Juvia pasa más tiempo con Gray-sama! ―le regaló una tranquila sonrisa ―en realidad, Juvia quiso decir que Gray-sama puede ayudarle a calcular el pi con gotas de lluvia, o…
Dicho así le encontraba más sentido pero quería escuchar las demás opciones. ―¿O?
Juvia se acercó más él, Gray la dejó engancharse en su brazo después de que le cediera la responsabilidad de cargar el paraguas―. Dar un paseo con Juvia ―sus mejillas fueron adornadas por un leve sonrojo y sus labios pintaron una pequeña sonrisa.
―¿Ahora? ―ella asintió.
Por mucho tiempo solo se había fijado en lo malo; en lo que la gente podía dejar de hacer en la lluvia, en vez de ver los beneficios que traía. No para todas las personas la lluvia era mala, había quienes la esperaban y disfrutaban de ella.
Cuando Gray cedió a una de sus propuestas, los dos comenzaron a andar. Caminaban tranquilos uno a lado del otro.
―Juvia está feliz ―señaló―, hubo un tiempo en que Juvia se sentía triste cuando miraba el cielo nublado o empezaba a llover ―dijo ―pero ya todo es diferente. Juvia piensa distinto. ¿Sabe por qué Gray-sama? ―cuando hizo una seña para que prosiguiera, tomó aire para seguir hablando ―porque Juvia hace poco aprendió que existen personas que sienten la lluvia y que hay otras que solamente se mojan en ella.
Toda su infancia había estado sola, oyendo como los niños se quejaban por no poder jugar, de los lamentos por quedarse encerrados, de la ropa que se mojaba, del agua que podía meterse a las casas por medio de una gotera. Incluso, solo veía caos: tormentas e inundaciones.
Juvia, incluso, se había sentido molesta y disgustada con su nombre porque era el recordatorio a aquellas voces que solo martirizaban, a aquellos días nublados y cargados de agua, a la soledad y al rechazo. Juvia era como aquellos días que nadie quería. Eso pensaba.
Porque después descubrió que no solo tenía un enfoque malo, y que lloviera o no, no impedía que la gente disfrutara de todo eso. Así fue cuando conoció a Gray y le enseñó que existían personas que sentían pasión por la lluvia, que encontraban paz mediante una taza de café, mientras leían un libro y escuchaban llover. Y el resto de sus amigos, le enseñaron que había quienes se divertían como niños bajo la lluvia, sin importar que sus ropas se mojaran, que se podía brincar sobre los charcos y reír sin importar que no parara de llover.
Algunos veían cosas malas, era un hecho, pero otros encontraban calma con el sonido, un embriagante aroma y paz al sentir de agua cayendo sobre sus cuerpos. Y mientras eso existiera, ella abrazaría la lluvia.
Porque Gray siempre la acompañaba en esos días y de esa forma, era imposible sentirse triste.
Porque jamás olvidaría su tranquilo rostro al refugiarse de la lluvia en las afueras de una tienda, mientras que el resto del mundo corría o se quejaba, él estaba quieto viendo cómo llovía.
Porque jamás olvidaría que ese día había brotado algo en su corazón, ya que aunque no fuera primavera, se podía florecer bajo la lluvia.
Y estando en silencio a su lado, observando como sus serias facciones se iban relajando cuando quedaron solos, intercambiaron cortos diálogos donde ella se mostraba apenada y algo triste, y tras no escuchar algo negativo sobre la lluvia de su parte, con un simple: «No es tan mal porque todo es más tranquilo», ella pudo decir su nombre y, por primera vez, vio una sonrisa que aceptaba la lluvia, a Juvia, al responderle que eso era una gran casualidad.
Aunque después llegaron sus amigos, que pronto se volvieron los suyos, saltando sobre los charcos formados sin importar chispearlos a él y a ella. Con toda la confianza del mundo, luego de reclamos, risas y disculpas, aprendió la magia de la lluvia.
Desde entonces, hubo risas que apaciguaron la soledad del sonido de la lluvia y compañía. Y así era más bonito, incluso más que cuando había sol. Por eso sentía gran pasión por los días donde llovía, porque simple y sencillamente se enamoraba más, porque esos días los acercaba a Gray como si fueran dos gotas de agua que se juntaban en sobre el cristal de una ventana.
Si supieran todo el drama que tuve ante de terminar este prompt. Es basura, como yo. XD
I'm sorry for everybody, pero conforme escribía recordaba cumbres borrascosas y algo que escribí en la Gray week. Y por otro lado, ¿Quién no siente pasión por la llJuvia? jijij
Gracias por leer. Review, crítica y sugerencia ¡Bienvenidos!
Tras releer como 3 veces, lo subo para no mirar atrás. ¡Es la semana del amor! :x
Énfasis en:
―Donten/曇天 es una canción de Does. Opening de Gintama. xD Que significa "El tiempo nublado" ―creo, alguna corrección plix―.
―Método Montecarlo: es un método no determinista o estadístico numérico, usado para aproximar expresiones matemáticas complejas y costosas de evaluar con exactitud. Y para calcular las gotas de lluvia.
El pi se puede calcular dibujando un círculo en una cartulina, cuando las gotas de lluvia caigan al azar sobre la superficie de la cartulina, se espera que la probabilidad de que una gota caiga dentro del círculo sea proporcional al área del mismo, y que la probabilidad de que caiga en la cartulina sea, también, proporcional al área del a cartulina.
