LACIE
-Lo savias. Había llegado la hora. La ceremonia había acabado. Tus manos no temblaban, no tenias frio, te sentías bien...
Savias que era tu hermano, tu propio hermano y aun así tú lo querías después de todo el te cuidó. Fue el único que se preocupó por ti.
(¡JACK!) Su nombre viene a tu mente. Le mentiste y no lo volverás a ver.
Él te amaba, tu lo savias, pero para ti no era más que una mascota, alguien que recogiste de la calle.
(¡No es así!) Poco a poco ha acabado formando parte de tu vida. Aquel niño había crecido y no te había olvidado.
(¡Los quiero, los quiero!) Pero es tarde, las cadenas te empujan hacía la oscuridad...
(¡El Abyss!) Lo único que te queda por hacer lo harás allí dentro. Tendrás un hijo o una hija o tal vez dos. Eres un experimento, lo sabes, no te quejas. Después de todo has sido más feliz de lo que podrías haber imaginado.
(¡Adiós Jack, Glen! ¡Adiós Ozz! ¡Adiós Sabrie!)
Caes a una Oscuridad, una oscuridad inmensa, no puedes ver nada y solo puedes esperar. Esperar a que algo de vida salga de ti para que tú puedas morir, quedarte en el olvido, para siempre.
Deseas ser lo último en la vida de todos y a la vez lo primero, deseas que tu hijo o hija sea feliz.
Te duele, te duele mucho, pero ha llegado el momento.
Son dos, dos gemelas que ves crecer a gran velocidad frente a ti. Una se va lejos se la lleva el vacío, tu gritas y estiras tu mano para alcanzarla, pero no llegas y la otra se va yendo cada vez más arriba, hasta que ves una pequeña luz y acaba despareciendo.
Estas sola, sola de nuevo, pero ahora ya puedes morir en paz.
Memorias de Lacie Baskerville.
