Disclaimer: la magia es de JKR. Dile NO al plagio.

Ice melts Fire

Prologue

Sentí mi lengua moverse por mera inercia. La verdad era que no estaba disfrutando este beso. Era sumamente húmedo. Podía sentir su saliva fuera de mi boca; y todo el mundo sabe que tener saliva fuera de la boca era el máximo indicio de que el otro no sabía besar. Puaj.

Rompí la unión de manera brusca -Creo que esto no funciona, Albert.

-¿Por qué, pelirroja?- odiaba que me llamasen así... Infeliz de mierda. Intentó besarme pero antes de que pudiera darle una patada en donde más le dolía...

-Potter- oí su voz y sentí más repulsión y eso que estaba besando al sapo este.

-Desaparece, Malfoy- espetó Albert.

-Yo te recomiendo que desaparezcas tú, Langer. No querrás que Ravenclaw esté más último de lo que ya está, ¿verdad?- lo vi sonreír -No después de su patética actuación en el partido de ayer, o me equivoco... ¿Capitán?- Albert se levantó y salió mascullando un "maldito bastardo" o algo por el estilo. Malfoy estaba frente mío. Observó con indiferencia mi pollera maltrecha y mi camisa abierta hasta la mitad. Tenía esa mirada de hielo, que no expresaba ninguna emoción. Malfoy debía ser hielo puro -Potter, tienes que regresar a la Sala Común.

-¿Y tú eres quién para obligarme?

-Soy el Premio Anual, Potter- creo que esa era la excusa más barata que le escuché decir desde que lo conozco.

-¿Y eso me afecta en...?- no iba a torcer el brazo. Se acercó a mí y fruncí mi ceño, estaba lista para pelear... No sé si muy lista, porque no tenía mi condenada varita; pero sí tenía mis puños y sabía usarlos, tal como me enseñó Albus.

Emparejó mi pollera y abotonó mi camisa. Me dejó tan desconcertada que no logré reaccionar -Vamos, Lily... Te acompaño- me extendió su mano y esperó.

-No necesito tu ayuda, Malfoy. Jamás la necesitaré- le corrió la mano y me paré, salí del aula vacía y me encaminé hacia la Sala Común. Sabía que me estaba siguiendo y no hice nada para detenerlo.

Bajé las escaleras y llegué a las mazomorras. Di la contraseña y entré; él, también. Me pareció raro porque el imbécil tenía su propia torre. Rodé los ojos. No tenía tiempo para preocuparme lo que hacía o no Malfoy.

Me dirigí a mi habitación. Dormía sola desde que Lucy se fue. No permitía que ninguna de las idiotas de mi séquito durmiese conmigo. Ellas simplemente vivían apretadas en la habitación de al lado. No dejaba a nadie entrar aquí. Era mi santuario, tanto que llevaba su propia contraseña. Obvio que ni Slughorn ni McGonagall sabían de este pequeño privilegio que tenía.

Susurré la contraseña y me adentré a mi recámara. Amaba este lugar. La única cama que había era la mía, contra la pared. Tenía el resto del lugar para mi closet. Además, había un largo escritorio y los libros escolares por ahí desparramados.

Hacía dos meses que habíamos empezado las clases, quinto año para ser exacto... Y la verdad era que me importaba un comino. No sé por qué Harry quería que siga estudiando... No valía la pena malgastar el tiempo en estudios, no cuando la vida era tan efímera.

Me quité la camisa y la pollera y la hice desaparecer, con mi varita que estaba descansado sobre mi escritorio. Langer y Malfoy los habían infestado, así que ya no me servían más. Las botas también las hice desaparecer. No por nada en especial, sólo que ya las había usado tres veces, desde que las compré.

Me miré al espejo. Tenía el pelo largo, tanto que sobrepasaba la mitad de mi espalda. Odiaba el color de mi pelo: rojo. Lo odiaba al igual que mis ojos: marrones. Odiaba también mis pecas... Odiaba todo lo que era.

Solté una leve risa. No sé por qué reía, simplemente tenía ganas. Tomé un libro, creo que era el de Encantamientos y lo lancé contra el espejo. Se hizo añicos al instante. Logré captar los miles de pedazos rotos antes de llegar al piso y hacerse trizas aún más.

Empuñé un importante pedazo de vidrio y jugué con él, dándole vueltas una y otra vez. Sonreí. Lo tiré al suelo, volví a tomar mi varita y con un simple movimiento todo volvió a la normalidad.

Me quité el corpiño. Odiaba dormir con eso. Era el invento más incómodo que podían haber creado. Busqué en mi closet un camisón nuevo. Era de color plateado, lo había visto en un centro comercial muggle e inmediatamente lo había comprado. Me lo coloqué y me acosté.

Mañana debía buscar a un nuevo reemplazo que sí supiera besar.

oOoOoOo

Esperé hasta que ella cierre su puerta. Me tiré sobre una de las butacas de la sala y avivé las brasas casi muertas que estaban en la chimenea -Travesura realizada- toqué el mapa y desapareció, simulando ser un viejo pergamino amarillento. Lo guardé en mi bolsillo. Suspiré. Las cosas iban de mal en peor. Lily seguía siendo hostil con el mundo y no podía culparla... Es solo que creí que quizá...

-No, Albus- me reí -¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? No estoy enamorado de tu hermana. Sólo estoy cumpliendo con mi promesa- miré el fuego, me gustaba verlo arder.

Me levanté y salí de las mazmorras para regresar a mi torre. Necesitaba dormir algunas horas. Mañana, o mejor dicho, hoy sería un largo día.


Nuevo fanfic. Creí que después de FOREVER no escribiría más... Pero, aquí les presento una nueva historia, completamente diferente a lo que venía escribiendo (¡ya se habrán dado cuenta con el hecho de que Lily es una perra total y de Slytherin!). Es un fic más oscuro, más psicológico, más emocional... ajajjaja O por lo menos, eso intentaré que sea :)

Recién es el prólogo, sé que hay muchas cosas por explicar... Pero sean pacientes... :D (Los próximos capítulos serán más largos. Por ser prólogo lo hice corto).

Me había olvidado lo emocionante que es publicar un nuevo fanfic. ¡Ay! ¡Estoy super emocionada! ajjajjaj Ya tengo los próximos tres capítulos escritos ;) Así que, la próxima actualización será conforme a sus reviews jijiji :)

Sean tomates, flores, críticas negativas, críticas positivas, lo que sea... Es bienvenido a través del review :)

Es el comienzo de un nuevo desafío... ¿Me acompañarán en este nuevo camino? :)