Capítulo 1 -
El agua tibia caía estremeciendo su cuerpo. Intentaba relajarse, no podía seguir en esa situación. ¿Él enamorado de una jovencita? No podía ser. Debía detener ese sentimiento pronto o estallaría. Tantos sentimientos encontrados. Simplemente no tenía la facultad para enfrentar esos miedos. Nunca había sido apto para ese tipo de relaciones.
Remus Lupin salió de la regadera con estos pensamientos en mente. Era una noche lluviosa, como cada verano. Su habitación en Grimmuld Place lo reconfortaba un poco, extrañaba su casa por solitaria que fuera, pues le sería difícil ocultar sus sentimientos de Sirius, su mejor amigo, quien haría lo posible por que admitiera el amor que le tenía a Nymphadora Tonks, sobrina de Black.
-Vamos, Remus, no puedes decirlo en serio, si hace unas semanas que la conoces.- Se decía Lupin mentalmente mientras se vestía su pijama color gris. Que hicieron que se sobresaltara por esos pensamiendos que lo acechaban constantemente.
-Pase.-Dijo con su voz rasposa.
-Lunático, me preguntaba si bajarías a cenar.- Dijo Sirius desde la puerta, con su sonrisa espectacular que siempre utilizaba para convencer a su amigo.
-Canuto, no lo sé, no tengo mucha hambre- Contestó, mientras se sentaba en la cama- pronto será luna llena, lo mejor será que descansé un poco, no me siento con demasiadas fuerzas.
-Está bien, te dejaré descansar.-
Lupin se sintió un poco aliviado, al menos por esta noche no se sentiría con la obligación de hablar sobre Tonks. Su bella Tonks. Si tan sólo pudiera ser un hombre normal, tendría una oportunidad de amarla, de ofrecerle todo el mundo a sus pies; pero no, era viejo, pobre y peligroso.
Se acostó para dormir, a pesar de que le costó trabajo por pensar en una dama con cabello rosa chicle.
-Oh, Rem, ¿Por qué no quieres besarme?- Decía Tonks de pie ante él, éste se encontraba en la biblioteca de la mansión de los Black, sentado en un sillón individual de piel. No recordaba cómo había llegado ahí.
-Nymphadora, no puedo hacerlo.- Decía Remus un poco apenado. –Tú debes estar con alguien de tu edad. Alguien como Charlie.- Lo cierto es que él no quería que estuviera con un Weasley, ni con nadie.
-Pero no quiero a Charlie, Rem. Yo te quiero a ti.- Contestó Nymphadora mientras se acomodaba sensualmente arriba de las piernas de Lupin.
-No, Nymphadora, por favor.- Decía Remus mientras se ponía cada vez más nervioso, no podía con tanta tentación. –Detente, por favor.
Tonks había rodeado su cuello con sus brazos mientras se acercaba lentamente hasta quedar a unos centímetros de su cara. Ya no podría resistirse más, sabía que la iba a besar pronto, por fin. Pero antes de que sucediera…
Remus despertó sobresaltado, sudando de frío. No había sido una pesadilla, pero lo ponía loco el pensar cosas como esas. La deseaba tanto.
Decidió que lo mejor sería darse una ducha y bajar por una taza de café, antes de que sucediera otra cosa en sus sueños que, por cierto, comenzaban a traicionarlo.
