Para cambiar un poco las cosas y asegurarme de que realmente termine algo, he decidido escribir un… cuento del momento… si sé, si sé suena raro, pero… ¡Qué va! Estoy aburrida así que voy a escribir lo que se me ocurra…
Se trata de Harry Potter, el niño que vivó. No era un chico común, probablemente ya todos se dieron cuenta de eso, sin embargo a lo que voy, es que aún siendo un mago y la persona que derrotó a Lord Voldemort , tenía otras habilidades, como por ejemplo: la cocina.
Desde que descubrió a Dobby trabajando en la cocina, no pudo hacer más que tragarse su asombro. Desde pequeño, había visto a su tía Petunia cocinar, y aunque no la degustaba bien, siempre había tenido la curiosidad de saber que se sentiría comer algo realmente delicioso.
Una vez llegado a Howarts, su ambición creció aún más. Por supuesto, estando en un castillo con tal grado de magia, el saborear algo delicioso, pasa a ser algo normal aún cuando no lo sea.
Volviendo al tema de Harry. Visitada la cocina la primera vez, no pudo evitar seguir yendo a tal maravilloso lugar. Al principio, usaba la excusa de que necesitaba hablar con Lobby, pero luego del incidente con Kreacher su excusa fue anulada. Tuvo que comenzar a utilizar su capa de invisibilidad en cada oportunidad.
Una vez cerrado Howarts debió volver a su antigua rutina de comer esa: "cualquier cosa menos deliciosa" comida preparada por su tía Petunia. No aguantó más y decidió irse a la casa de los Weasleys, justo coincidía con el matrimonio de Fleur.
Aunque hubiera preferido estar en cualquier lugar menos en la boda del amor platónico de su mejor amigo, el hambre mataba, además, debía aprender a cocinar si quería llegar a ser un gran Chef.
Con la ilusión que lo había motivado durante los últimos 7 años de volver a Howarts, nunca se dedicó a meditar que desde el fin de su tercer año en el colegio de magia, las comidas ya no eran tan deliciosas como antes. ¿Qué habría ocurrido?
Un día no pudo evitar hacerle su comentario a Ron. Este se inquietó con la pregunta. Sabía muy bien lo que ocurría y como su mejor amigo, no pudo hacer más que contarle el gran secreto de su Familia.
Esas deliciosas meriendas que Harry solía degustar en casa de los Weasleys hasta la edad de los trece años, no habían sido preparadas por la Señora Weasley, ninguna, sino que por la rata Scabbers, Colagusano, quien en sus tiempos de rata se había transformado en intima amiga de Rattatouille.
Al Principio, se sintió asqueado, ¡La deliciosa comida que había probado la había tocado una rata! ¡Guag y guag! Con el tiempo logró asimilar la idea y buscaba pretextos para encontrarse cara a cara con Colagusano. En realidad, nunca le importó enfrentarse a Voldemort, solo era un pretexto, porque sabía que encontrando a Voldemort encontraría también a esa rata que cocinaba tan deliciosamente.
Una vez muerto Colagusano no tuvo otra opción más que iniciar desde el Principio. Viajó junto a su familia a Francia por unos meses a iniciar un curso de cocinería. Estudió con los mejores Chefs del mundo y dentro medio año había cambiado para siempre.
Había dejado de ser el niño que vivió, el hombre que derrotó a Lord Voldemort, dejó la fama, para convertirse en el Mejor Chef del mundo.
Fin
Muy cómico, espero no ofender a nadie, solo fue algo que surgió a medida que lo escribía, nunca fue premeditado y tampoco pretendo que sea considerado una obra de arte.
Surgió como parte de un aburrimiento, dedicado apersonas más aburridas que busquen algo que les levante el animo.
