"Mamá te odio." Ese fue mi pensamiento en cuanto vi al chico que tenía a mi lado. La verdad es que no puedo enfadarme estando junto a él. Con solo recordarle esbozo una sonrisa.
Estamos solos en su cabaña ya que la es de las más llenas. Estamos tumbados en su cama, desnudos, él parece que se ha dormido, y eso que son las cinco de la tarde. Aunque no le culpo, después de lo que acaba de pasar lo raro es que siguiera vivo. Los hijos de Afrodita somos muy fogosos y expresivos con cualquier forma de amor.
Pero yo no soy capaz de descansar. No me puedo creer lo que estoy haciendo. No me puedo creer lo cruel que puede ser el amor. No me puedo creer que mi madre haya hecho que me enamore de él. Yo le quiero más que a nada pero no puedo seguir con él. Él es de otra. Llevamos meses juntos, viéndonos en secreto y ha sido un tiempo maravilloso pero todo es una mentira.
Me levanto dispuesto a irme para pensar un poco.
-¿A dónde vas?- me pregunta él que parece como si notase cuando no estoy.
-Es la hora de limpiar- le contesto fríamente mientras termino de vestirme.
-Quédate un poquito más
-Percy- intento no mirarle porque sé que no me podré resistir a sus encantos- tengo que irme. Mis hermanos van a sospechar.
-Yo creía que para los hijos de Afrodita lo más importante era estar con la persona que amas.
-Y lo es, pero nos preocupa que se entere la novia del otro.
Percy parece que ha captado la indirecta ya que me pone cara de preocupado.+
-Ya te he dicho que voy a hablar con Annabeth.
-¿Cuándo? Siempre dices lo mismo pero al final no lo haces nunca- intento disimular la tristeza en mis palabras.
-Es que es complicado… Annabeth es una parte muy importante en mi vida. No quiero perderla.
-No tienes por qué perderla. Pero si no se lo dices vas a perderme a mí.
Salgo corriendo para que no me vea llorar pero él me agarra del brazo.
-No pienso perderte. No voy a perderos a ninguno. Se lo diré a Annabeth esta noche.
-No- le interrumpo acercándome cada vez más a él- se lo diremos los dos. Juntos.
Nos besamos intensamente mientras me quita la camiseta y nos tiramos sobre la cama dispuestos a demostrarnos nuestro amor.
