Claim: Saiga/Kazahaya

Claim: Saiga/Kazahaya

Palabras: 319

Marca roja

Kazahaya se acercó al mostrador, orientando su vista al suelo que había detrás de él. Sintió una gota de sudor recorrer su nuca al ver a Saiga despatarrado en el suelo, cubierto por un periódico viejo.

-¿Saiga?-lo llamó, tocándole el hombro con cautela. El hombre estiró los brazos para acompañar a un descomunal bostezo y giró la cabeza hacia el joven.

-¿Qué quieres?-preguntó con voz adormilada.

-Kakei me envió a buscarte. Debes ir a su oficina ahora.

Kazahaya giró sobre sus talones, dispuesto a marcharse, cuando un brazo se enroscó sin dificultad en su cintura. Un quejido escapó de su boca al sentir uñas clavadas en su piel que, incluso a través del uniforme, estaban demasiado afiladas para su gusto.

-¿No crees que tu explicación es demasiado pobre?-susurró una voz en su oído. De un momento a otro, Saiga había acercado peligrosamente su cuerpo al suyo, y se entretenía en soplarle su aliento en la nuca, poniéndole la carne de gallina.

-¡Suéltame!-protestó, forcejando. Ya era demasiado tarde para huir, pero esa actitud era tan Rikuo que lo había espantado tremendamente.

-No veo por qué debería hacer eso...

-¿Pero qué demo...? ¡ARGH!

¿Eso había sido un mordisco? ¡¿En SU cuello?!

-Vaya...que sensible eres, chico-se sorprendió sinceramente Saiga, apartándose ligeramente al sentir el temblor. Lo suficiente para que Kazahaya se alejara diez metros de él, gritándole variados y bonitos insultos.

-¿Qué está pasando por aquí?-preguntó Kakei, asomando la cabeza por detrás de una góndola cercana.

Al oírlo, Kazahaya se llevó automáticamente la mano al cuello. Tenía la desagradable sensación de que encontraría una enorme marca roja cuando se mirara al espejo.

-Nada. Sólo los escándalos de siempre, ya sabes-respondió Saiga, resuelto, recogiendo su periódico.

-Lamento las molestias, Kudo-kun-el dueño de la farmacia se dirigió al perturbado muchacho-. A Saiga le gusta demasiado jugar, aún cuando sabe que pagará caras sus travesuras.

Kazahaya prefirió no pensar en el sentido de aquella frase.

FIN