Una mañana de julio
Venga, un esfuerzo mas que queda poco, solo tenemos que cruzar una vez mas el horizonte y habremos legado.
El grupo había caminado sin descanso 3 horas entre prados, bosques, y ahora la empinada cuesta de una colina. El astro rey empezaba acercarse a su equinoccio y el calor iba en aumento. La mayoría de rostros estaban sudorosos y desencajados por el cansancio de cargar con todo el material de acampada, solo dos figuras se mantenían estoicamente aguantando el suplicio veraniego, los que abrían y cerraban las filas de jóvenes expedicionarios.
Deberíamos descansar – dijo la chica que concluía la expedición -. Ya hace mucho que caminamos y tendríamos que comer y recobrar fuerzas antes de que alguien se desmaye.
El chico que iba al frente examinó el grupo. Los que no estaban sentados ya era porque estaban demasiado cansados para quitarse la mochilla y empezar a disputarse con los otros un pedazo de las raquíticas sombras que proyectaban los pocos árboles que había en la zona.
Supongo que tienes razón Yuuko-san, pero s no llegamos al refugio antes de mediodía vamos a sufrir mucho subiendo con un sol de Justina. Que sean solo 2 minutos.
Gracias por entenderlo, Kumorin – las ultimas palabras, la monitora las pronunció despacio, conciente que cada segundo de mas en pronunciar el mote era un segundo mas de agonía para el joven, que se limitó a poner mala cara y mirar al frente, como si por mirar mas la cuesta esta tenia que volverse mansamente en una llanura.
Mientras, los expedicionarios sacaron de sus mochillas cantimploras de agua y algunos frutes secos para reponer fuerzas, pocos hablaban ya que no se podían permitir derrochar aliento en vano. Todos, meno uno que se había quedado profundamente dormido en cuestión de segundos.
Ese Saito… estoy segura que se dormiría hasta en un bombardeo - dijo una chica rubia entre jadeos, sin que el cansancio fuera una excusa para perder la sonrisa.
Ya te digo, es un caso extraordinario. Y hablando de dormir, dicen que en la montaña hasta en verano hace frió, si quieras me ofrezco para calentarte la cama… - diciendo esto, un chico también rubio se sentó al lado de la chica e intentó abrazarla, pero la joven lo impidió.
Empeoras mucho con el verano, Kyosuke – apuntó otra chica rubia, descansando el árbol del frente junto a un chico moreno que tragaba agua desesperadamente -. Tu mente caliente de por si no puede aguantar el extra de calor del sol, y esto hace aún mas estúpido, si es que es posible.
Si tienes envidia no tienes porque insultarme Mitsuki – contestó Kyosuke con una mueca de superioridad -. Soy suficientemente hombre para haceros contentas a las dos.
Si… creo que tienes razón – dijo el chico del lado de Mitsuki, sacando su navaja -. Si te partiéramos por la mitad seguro que las dos estarían mas que satisfechas.
Una chica de cortos cabellos de tonos grises, que estaba aguantando estoicamente al sol, se desplazó hacia el grupo de amigos.
Si al final la propuesta se lleva a cabo, dejadme a mi el honor de matar a ese pervertido – mientras hablaba, clavó sus ojos en Kyosuke que discretamente se levantó y se fue a otra sombra.
Maldita Sana… ni que mi existencia fuese un problema para ella. Aunque – reflexiono Kyosuke en voz alta -. Tiene un buen cuelo la jodida…
Si tratas a todas las chicas así, creo que me apuntare para presenciar tu ejecución – dijo una voz a su espalda.
Kyosuke dio la vuelta al tronco del árbol y se encontró con la bajita monitora y otra chica rubia.
No, no es con todas Yuuko-sama, es solo mi forma de ser – respondió el muchacho -. Karashi me conoce y te lo puede asegurar.
Lo único que puedo asegurar es que eres un pervertido – respondió la chica burlonamente -. ¿O es que olvidas el incidente del baño de la chicas de hace dos años?
¡Aún no se ha podido comprobar que fuera yo! – Kyosuke estaba ya exasperado y se de dejó caer al suelo -. Me gustaría saber cuándo lo vais a olvidar…
Por lo que veo os conocéis todos¿no es así? – pregunto Yuuko - ¿Sois de la misma escuela?
Así es, estamos de excursión para celebrar que ya han terminado las pruebas de acceso a la universidad – contestó el chico.
Y también para despediros, ya que a partir de ahora no separaremos – añadió la chica, sin esconder la tristeza en su rostro.
Entiendo – dijo la monitora -. Aunque pronto vais a conocer nueva gente, y seguro que si hay una fuerte amistad los lazos no se romperán fácilmente…
Pues yo espero no volver a ver nunca mas a Shinji – Interrumpió Kyosuke, mirando furtivamente al chico que había mostrado la navaja -. Será un alivio perder de vista a ese cabrón.
¡O, venga! No empieces otra vez – regaño Karashi -. Ya basta de peleas estúpidas.
¿De que se trata? – volvió a preguntar Yuuko entre risas -. ¿Conflictos territoriales entre machos?
Ja ja ja ja ja ja! – rió la chica mientras Kyosuke se enceraba en un mutismo de ofendido – Has dado en el calvo.
Eso es la experiencia hija - dijo la monitora guiñando un ojo -. Durante el campamento ya te enseñare un par de cosas útiles.
De mientras, Kumo no paraba quieto. Iba de un lugar a otro contando a la gente y consultando a la lista para ver que no faltara nadie. A lo lejos, divisó una figura que avanzaba penosamente entre el follaje, acercándose al grupo. Era un joven vestido en una camisa blanca terriblemente sudada por el peso de su mochilla, el triple de grande que las otras. Cuando finalmente llegó a donde estaba Kumo, cayó al suelo muerto de cansancio.
Ya era hora Sen, un poco mas y te recogemos de vuelta – fue le calido saludo que Kumo le dirigió al joven.
A-aún no en-entiendo porque tengo qu-e cargar c-con los paratas de cocina y-yo solo – Logró pronunciar el joven entre jadeos. Aunque una gorra lo protegía del aún incipiente sol, tenia la cara terriblemente roja.
Muy fácil, como monitor auxiliar te toca pringar con lo peor. Y además, no apareces en ninguna lista así que si te pasa algo ni Yuuko-san ni yo tendremos que responder, así que comprende que no puedo correr el riesgo que alguno de los jóvenes a nuestro cargo termino con la espalda rota o muerto de cansancio.
C-cabrón… - fue lo único que pudo decir Sen con tres metros de lengua fuera.
El monitor ignoró a su explotado y cansado amigo y se volvió hacia el grupo. Con tres palmadas llamo la atención de todos, e Yuuko entendió el mensaje se levantó y empezó a animar al resto de la gente a volver a la marcha.
Escuchadme – empezó Kumo -. Dentro de dos horas el sol llegara a su máxima altura, así que si queréis que vuestro cerebro se convierta en puré tenemos que subir esta colina en menos de hora y media. Después solo tendremos que bordear el lago y llegaremos al refugio. Una vez lleguemos y dejéis las cosas en las cabañas que os asignaremos Yuuko-san e yo, podréis tomaros el resto de día libre. Y ahora andando que la subida es de las fuertes.
Lentamente, los grupos de jóvenes dejaron las cómodas sombras para volver a enfrontarse al peso de las mochillas, a su cansancio y un sol cada vez mas de justicia en una subida de fuerte desnivel. Esta vez Yuuko tomó la delantera mientras que Kumo se situó en la cola. Una vez todos los grupos ya estaban en marcha, ayudó a Sen a ponerse bien la mochilla y le roció la cara con agua de su cantimplora.
Gracias – resopló Sen mientras empezaba a caminar.
No hay de que – respondió Kumo mientras se guardaba le resto de la tan precia agua -. Y tu sigue mis consejos y veras como este templa el espíritu, de todos es bien sabido que los samurai entrenaban para tener un cuerpo fuerte y sano, reflejo de su alma.
Pero yo no quiero ser samurai… solo quiero dejar de pensar en mis desastres – dijo Sen mirando a Kumo intentando suplicar su misericordia
No te preocupes por esto – Kumo esbozó una sonrisa sádica -. Yo te haré olvidar tus penas, o morirás en el intento.
Sin decir media apalabra mas, Kumo empezó a caminar a buen ritmo, abandonado al otra vez rezagado Sen que no sabia si le saldría mas a cuenta lanar la mochilla y volver a Tokio antes de continuar un viaje del que no sabia si regresaría. Finalmente emprendió la subida, pero ni el mismo sabia lo acertados que eran sus pensamientos.
CONTINUARÁ
Bueno, fin del primer capi… este sera un fic algo distinto a los de "Juuni kokuki", pero espero que os guste
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