"Una princesa de un reino antiguo. Un guerrero de un profundo bosque. Un amor apasionado que ni una espada puede quebrar, ni el tiempo puede detener…"
LA PRINCESA Y EL GUERRERO
Capitulo 1: "un encuentro indeseado"
En el lejano reino de hyrule, un reino donde su soberano se encarga de lograr la armonía de su pueblo, ubicado a un lado de un enorme río y un campo gigante, verde y fértil, la princesa zelda, hija del rey, se despertaba a las ocho de la mañana, como era su costumbre.
Su vestimenta al dormir era un camisón muy largo y blanco que llegaba hasta el suelo, y se extendía un metro mas allá; era bastante sencillo, pero el lacio (aunque en este momento despeinado) y rubio cabello de la princesa, además de su lisa piel blanca, lograban de alguna forma que este camisón se vea hermoso en ella.
Antes de empezar a cambiarse de ropa entro en su habitación (muy grande, con 2 ventanas enormes a un lado y una cama grande adornada con cortinas púrpuras a los lados) su niñera, llamada impa (a la joven princesa de 17 años de edad no le parecía que debía seguir teniendo una niñera ya a esa edad, pero su padre así lo deseaba, y este era un hombre con mucho carisma y autoridad). Impa dijo en un tono bastante grande: "princesa zelda, apúrese, el joven héroe llegara pronto", y después se retiro de la habitación.
Hace mas de un mes que su padre, el rey de hyrule, había iniciado la búsqueda de un joven guerrero descendiente del que alguna vez había sido un famoso héroe muy reconocido en hyrule por sus hazañas, quien además había conocido a los ancestros de esta familia real. Hace 6 días lo hallo, en un bosque muy lejano al reino, donde habían pequeñas tribus y pueblos muy alejados de la civilización. El rey mando traerlo el mismo día en que lo hallo, para conocerlo y que también su hija zelda lo conozca. La princesa no estaba contenta con dicha idea, pues, si bien no conocía al muchacho, tantas veces lo habían alabado llamándolo gran guerrero y héroe, que se formo en su mente una imagen mental de un joven caballero engreído o presumido, y ella había conocido a muchos de aquellos, ninguno de todos logrando una aprobación de ella. Además, si bien ella misma no era ni vanidosa ni engreída, no consideraba apropiado que un desconocido sacado del bosque se reuniera con la familia real de hyrule asi nada mas.
"¡ya llego!" –grito la impaciente niñera hacia la habitación de la princesa zelda-
"¿ya?" –pregunto asombrada la princesa- "aun no he empezado a cambiarme…"
"pues apúrese…" –dijo impa-
La princesa se despojo de su camisón sin preocupación, sabiendo que en su habitación no había nadie mas que ella. A continuación abrió su armario, repleto de ropa fina. Tomo un vestido blanco de seda que le llegaba hasta la punta de los pies, sin mangas, con unas hermosas hombreras de seda, también blancas. Por sobre el vestido la princesa se coloco una especie de camisa púrpura, también sin mangas, que solo tenia dos botones en el frente para prenderse. Bajo los dos botones, la camisa se abria, mostrando el vestido blanco. La camisa le llegaba del cuello a la cintura y era muy apretada, adaptándose rápidamente a la forma exacta de aquella parte del vestido, que además tenia, debajo de la recién puesta camisa púrpura, otra decoración: un pedazo de tela violeta con forma de un triangulo invertido muy largo que le llegaba de la cintura hasta casi los pies, dicha decoración estaba sostenida por un cinturón dorado, puesto en la cintura de la princesa, dicha tela violeta se extendía en el frente del vestido, la decoración estaba repleta de dibujos en dorado y otras cosas. Se puso unos guantes blancos tan elegantes como largos, que le llegaban hasta la mitad del ante-brazo. Solo le faltaba peinarse…
EN EL COMEDOR DEL PALACIO:
El rey de hyrule, vestido con una especie de capa roja con decoraciones de dibujos de triángulos dorados, desayunaba con el joven muchacho recién llegado (que estaba muy exhausto por el viaje de seis días que había realizado) que usaba una extraña ropa verde, no común en aquel reino. Tenía un sombrero verde en forma de cono pero no rígido, sino que le colgaba hacia atrás. Al sentarse en la mesa se lo quito por comodidad. Tenia además una tunica verde de mangas cortas que le llegaba hasta casi las rodillas, debajo de esta tunica tenia una remera blanca de mangas largas. En las piernas usaba un pantalón blanco, pero la mitad de sus piernas estaba cubierta por la ya mencionada tunica. En la cintura tenia un cinturón marrón que dividía la tunica, la parte de abajo quedando similar a una pollera larga. En los pies tenia botas marrones de cuero, sus manos también tenían guantes marrones de cuero. El era de piel blanca y rubio, pero con cabello corto. El rey hizo una seña con la mano para indicar a sus sirvientes que traigan la comida a la mesa. Así se hizo, y 3 sirvientes pusieron en la misma 3 platos con pedazos pequeños de pan, acompañados en el plato además por un tumulto de bastante mermelada, aparentemente de frutilla. Link era el nombre de aquel muchacho, que no vasiló en empezar a comer…
"entonces, ¿Cómo ha ido tu viaje?" –pregunto el rey hyrule, observándolo-.
"bien, aunque un poco cansador y agotador" –contesto link, tragando primero para poder contestar-.
"te he mandado a llamar para conocerte en persona y para que conozcas a mi hija zelda, que ha de estar por venir". "tu desciendes de una gran línea familiar de guerreros, todos héroes de hyrule en alguna época, siendo el ultimo tu abuelo link, héroe de hyrule con solo 18 años de edad hace unos 100 años. Me imagino que has de ser un gran guerrero, ¿verdad?"
"la verdad es que no estoy muy seguro de quienes son mis ancestros o que hicieron para que sean llamados héroes. Y no se porque me llaman guerrero, yo no..." (y en aquel momento ingreso al comedor la princesa zelda)
Link la vio asombrado, ella era muy linda, con la vestimenta nombrada anteriormente y un pelo lacio y rubio, con una corona de oro y dorada en forma de bincha de laureles (o algo similar) puesta en la cabeza, y con una piel blanca que parecía combinarse a la perfección con su vestimenta. Esta corona tenía una perla roja en el frente, que adornaba muy bien su rostro, sus ojos eran de color azul marino, todo en ella parecía combinarse bien con lo demás. Tenía un hermoso collar, también de oro, en su cuello. La princesa zelda, en cambio, no quedo impresionada con el muchacho. Sus ropajes verdes y descuidados no lo hacían ver como un caballero o guerrero, indicaban que no provenía de la nobleza o la realeza, y que era descuidado, lo único que pudo notar de bueno en el eran sus ojos de color dorado, que quedaban muy bien con su cabello rubio, aunque no lo era tanto como el suyo. El muchacho tenia cierto atractivo, algo que de todas formas fue ignorado por zelda, debido a la ya mala imagen del muchacho que se había formado en su mente días antes de su llegada.
"¡ah, ya era hora de que llegaras!" –exclamó contento el rey-. "link, esta preciosa niña es mi hija zelda, y zelda, este muchacho es…" (en ese momento zelda lo interrumpió)
"tu has de ser link, el guerrero traído del bosque" –dijo zelda usando un tono frío, y además sin sonreír-.
"si, princesa, he sido traído aquí por su padre, para conocerlo a el y a usted personalmente".
Mientras zelda se sentaba en la redonda y grande mesa de madera clara, dijo: "no hay mucho que conocer".
"¿en donde has peleado?"-pregunto zelda-.
"¿disculpe?..." –dijo algo confuso link-.
"mi padre dice que tu eres un guerrero, y que serás un héroe"
"mmm pues el titulo de guerrero no me pertenece, solo se usar la espada, pero jamás he peleado ni ido a una guerra".
"ah, ya veo…" (Llego un momento de silencio algo incomodo para link, que el padre de zelda se encargo de interrumpir)
"mi hija también sabe usar la espada, ya tiene diecisiete años y es toda una experta" (el rey sonaba orgulloso de su hija, quien de hecho se incomodo por aquel comentario)
"papa, no exageres…". "Vives en el bosque, ¿verdad link?"
"si, princesa" –contesto rápidamente link-.
"¿Cómo es allá? ¿Esas ropas extrañas que llevas son comunes en tu pueblo?" (a esto ultimo lo dijo con un tono un tanto burlista, mostrando su desprecio hacia el joven)
"si, princesa". (link se hallaba incomodo, el hecho de estar desayunando con la familia real de hyrule lo llenaban de nervios)
"mi hija es también una experta con el arco y la flecha" –afirmo orgulloso el rey-. (zelda nuevamente se incomodo)
"¡papa, vasta! No creo que a t- es decir a nuestro invitado le interese saber todo eso de mi".
"por mi no hay problema" –dijo link-.
A lo largo del desayuno, link hablo mucho sobre la vida en su pueblo, llamado "ÚLMI" (nombre que le pareció gracioso a la princesa). Hablo sin problemas, como si ya hubiera entrado en confianza con el rey. No le ocurría lo mismo con zelda, quien durante todo el tiempo se mostró distante. Aquello si había incomodado un poco al joven invitado, pues pensaba que quizás su presencia, apariencia, ropa o forma de hablar le resultaba incomodo a la joven princesa. De todas formas, zelda si le causo una gran impresión a link, quien al apenas verla se sorprendió con su evidente belleza. En varios momentos del desayuno, mientras contaba sobre la vida de su pueblo, desviaba la mirada para admirar a la bella joven, quien por el contrario parecía no notar que link existía.
Después del desayuno, que duro 40 minutos debido a la charla, el rey le informo a link cual seria su habitación. Se despidió del rey con un fuerte apretón de manos y un abrazo (ya estaban en evidente confianza), y tras hacer una reverencia (costumbre típica de su pueblo) hacia zelda, se retiro…
"¿Qué te pareció el muchacho?"-pregunto curioso el rey-. "¿te ha caído bien?"
"un poco" –dijo zelda, no mostrando interés en responder dicha pregunta-. "me iré a mi habitación, padre" (se despidió rápidamente del rey con un beso en la mejilla y se retiro del comedor)
Cuando zelda llego a su habitación se dejo caer de espaladas a su cama y se puso a pensar en link, en su forma de hablar y expresarse (que le resultaban muy graciosas)
"no es un guerrero…" –pensó Zelda con una mueca seria-. "ni siquiera ha de saber pelear, no debería tener el honor de estar aquí con mi padre". De todas formas, el pensar en link le genero una sincera sonrisa, el invitado no era lo que se había imaginado, en el fondo sabia que el muchacho le había agradado"
Link, en su habitación (muy alejada del comedor real para su gusto) se acostó a dormir, pues el largo viaje de seis días, en combinación con los nervios que había tenido al estar con la familia real, lo habían dejado socavado (por no decir moribundo). Se durmió a una velocidad impresionante, pero antes de hacerlo pensó en zelda: en su forma de moverse, hablar, en su figura y sobre todo en su extrañamente familiar y atrayente personalidad: "quiero volver a verla" –pensó-. Y se durmió en aquel instante.
