The Room (Azazel x Michael)

—¿Y como sabemos que realmente funciona?

—Pues… siempre podemos probarla antes.

Single Chapter

Disclaimer: Highschool DxD no me pertenece, pwp y ya, no hay más explicación sobre esto. Parte de proyecto "La chispa de la Tribu Yaoi de DxD"


Muestrame tus alas por favor —gimio mientras que se movía lentamente sobre las caderas de Azazel. El caído asintió y el blanco impoluto de la habitación fue manchado con el vacío eterno de sus alas.

Lo que sea por ti.

El niño tenía razón —mencionó asombrado mientras que con las yemas de sus dedos recorría lentamente sus alas—, son como el vacío —y por primera vez tomó sus labios de forma salvaje.

«¡Oh por mi padre! ¿Cómo llegamos hasta este punto?»

Recorrió la habitación y le parecía… acogedora, llevo sus manos a boca y comenzó a morderse las uñas.

—¿Y funciona?

Azazel le miró intrigado, le hacía gracia la enorme preocupación por su As, le sonrió de forma galante y asintió. Michael no muy confiado se acercó a la ventana a observar hacia afuera, con cuidado Azazel sacó la llave del bolsillo de su pantalón y cerró la puerta.

—Y si no te convence siempre podemos probarla antes —dijo una vez que acabó su travesura.

—¿Qué quieres decir? —sin más dilación fue directo a tomar sus labios. El ángel estaba sorprendido a más no poder, pero…. le gustaba.

—¿Azazel? —soltó con duda. El caído sonrió separándose de él.

—Vas a alcanzar el nirvana después de esto —lo tomó de lo muslos y lo alzó llevándolo directo a la cama.

—Azazel no —gimió Michael, pero Azazel simplemente rio y se deshizo del los pantalones de Michael.

—¿Sabes cuántos siglos me he contenido?

El ángel ni siquiera pudo contestar, y es que Azazel lo estaba tocando con una maestría que le dejaba sin aire y hacia que toda su columna vertebral fuera recorrida por una corriente eléctrica.

Después de marcar sus muslos salto nuevamente a su boca mientras que con sus manos quitaba la capa que traía junto con su camisa, con premura fue directamente a tomar uno de sus pezones que se encontraban duros —y no era lo único que estaba así en su anatomía—, Michael no podía más que tratar de gemir lo más silenciosamente que podía aunque las conexión que tenían su boca y su cerebro fue cortada súbitamente cuando Azazel comenzó a masturbar su miembro.

—¡Ahí no! —gritó aunque comenzó a mover sus caderas para hacer que Azazel aumentará el ritmo.

—¡Shh! —le dijo en su oído a la vez que metía un par de dedos a su boca—. Deberías de guardar tu voz para lo que sigue —colocó una sonrisa triunfal en su rostro y dirigió uno de sus dedos a la entrada del ángel, quién, incrédulo solo pudo abrir los ojos con incredulidad.

—Az…

—Silencio mi ángel, aun no llegamos a la mejor parte —comenzó mover su mano, admitía era un poco incómodo pero ciertamente no dejaba de ser excitante. Una vez que Michael volvió a gemir de placer, Azazel metió otro dedo en su entrada.

—¡Oh mi Dios! —gimió y apretó fuertemente sus piernas.

—Relájate cariño, verás que lo amarás —dirigió su boca de nuevo a sus muslos para una nueva ronda de besos que lo hicieron gemir. Azazel estaba seguro de que no tardaría mucho en correrse así que lo soltó inmediatamente el ángel lo miró atónito y con los ojos llorosos.

—Tu…

—¡Shh! —lo silenció con un beso y comenzó a desvestirse—. Espera un poco por favor —una vez estando igual que Michael, lo tomó de las caderas y lo alzó para colocarlo encima de su pelvis, pero sin penetrarlo aún—. He decidido que seré bueno contigo y dejaré que elijas si continuamos o no —Michael se mordió los labios, su conciencia le decía que justo en ese momento debía de parar, aunque su cuerpo le decía otra cosa, entonces decidió moverse un poco y gracias a eso los miembros de ambos rozaron. Azazel gruñó cerrando los ojos, temía que se fuera.

—Si —dijo finalmente casi sin voz, Azazel sonrió y le besó con vehemencia.

—Muéstrame tus alas —pidió mientras que acomodaba su pene en la entrada de Michael para penetrarlo finalmente, en el momento en que desplegó sus alas, el caído entró.

Michael no iba a negarlo, temía que sus alas dejarán de brillar intensamente y terminarán tiñéndose de negro, y eso nunca pasó, Azazel salió de su interior lentamente y luego volvió a entrar suavemente.

—Siguen teniendo su color —gimió—, Azazel, siguen siendo blancas —celebró feliz, esta vez el caído no se tentó y lo embistió con fuerza arrancando un audibles gemido de la garganta de Michael.

—Te lo dije mi ángel —respondió besándolo—. Y ahora te haré mío —dirigió sus labios a las clavículas de Michael.

—Muestrame tus alas por favor —gimió mientras que se movía lentamente sobre las caderas de Azazel. El caído asintió y el blanco impoluto de la habitación fue manchado con el vacío eterno de sus alas.

—Lo que sea por ti.

—El niño tenía razón —mencionó asombrado mientras que con las yemas de sus dedos recorría lentamente sus alas—, son como el vacío —y por primera vez tomó sus labios de forma salvaje. Salió completamente de él y lo tomó de las cadera hasta ponerlo en cuatro y lo volvió a penetrar, esta vez las embestidas están fuertes y salvajes.

Michael estaba realmente avergonzado de solo oír su propia voz salir de forma lasciva pero vaya que Azazel lo distraía haciendo que se retorciera de placer cada de que tocaba aquella punto que lo hacía vibrar, incluso se estaba conteniendo de pedirle que aumentara la velocidad —¿o era la fuerza?—, si siquiera su cerebro estaba trabajando bien.

Un cosquilleo se expandió por todo su abdomen, se sentía delicioso, gruñó cual gatito feliz y comenzó a moverse provocando que Azazel lo penetrara más fuerte.

—¡Oh cielos!

—No tienes ni puta idea de lo caliente que me pone el que no digas ni una palabra mal sonante —llevó una de sus manos al miembro de Michael y comenzó a masturbarlo, sabía que dentro de poco él terminaría y no quería que el ángel se quedara atrás.

—Azazel… Azazel… ¡Por favor! ¡No! Oh sí… oh sí…

Terminaron por correrse ambos, nunca había tenido sexo de aquella manera, y —aunque una muy pequeña parte de él se sentía culpable— estaba rebosante de felicidad por haber tomado la inocencia del ángel.

Se recostó tranquilamente en la cama e hizo que Michael se quedara de la misma forma en sus brazos, Notó que el de cabellos dorados se estaban durmiendo y le besó tranquilamente desde el cuello hasta los hombros y finalmente se quedó dormido.

Tenía que llegar así habitación, ducharse y descansar un poco, y todo eso sin que nadie lo interrumpiera e hiciera preguntas incómodas acerca de su cojera, si, tendría que evitar a Metraton y a Gabriel, aunque no era muy discreto que digamos y el rumor de que alguien había golpeado a Michael hasta dejarlo cojo se había regado como pólvora.

Azazel por el contrario había vuelto a Grigori tan feliz que iba por allí silbando una alegre canción. Poco después entró en su habitación con un montón de pañuelos desechables, lubricante y una misteriosa USB.


Notas del autor: Sigo pensando que Michael y su gusto por regalar espadas lo hacen seme, pero eso es más un gran chiste malo interno. Debería de conseguir más cervezas artesanales que gracias a eso apareció este shot (aunque ya tenía esta idea antes).

Se despide Queso. Paz. 🖖