Un charco que se bambolea con la caída de agua desde el cielo, el eco del goteo se escucha a media cuadra.
Han pasado meses desde la última vez que la vida de Chloe Bourgeois cambió, también la vida cotidiana de los parisinos cambió desde aquel fatídico día.
**Un flashback se hace presente**
–¡Vamos chicos! Tenemos la oportunidad de detener a Hawk Moth.– Queen B alentaba a sus compañeros del equipo imparable.
–Un momento, ni siquiera hemos pensado en un plan para detenerlo.– Rena Rouge hizo que todos se detuvieran antes de entrar a la guarida.
–Claro, no podemos detener a Hawk Moth sin un plan.– La mariquita le dió la razón a su compañera Rena.
–Pero, es una gran oportunidad para acabar con los akumas de una buena vez.– La abeja se indignó.
–Sabes que no podemos poner en peligro estos miraculous ¡No nos pertenecen, Chloe!– Una discusión entre Rena y Queen B comenzó.
–Vamos, no hay que pelear por eso. Sabemos que juntos podremos derrotar a Hawk Moth, sólo hay que tener paciencia.– Dijeron Carapace y Chat al mismo tiempo.
Los miembros del equipo imparable estuvieron de acuerdo en ello, sabían que juntos podrían detener a Hawk Moth sin problema...
**Fin del flashback**
Hoy se cumplieron tres meses desde aquel día, aunque ningún parisino tenía recuerdo alguno de lo que sucedió. Nadie recordaba de la existencia de Ladybug, Chat Noir, Rena Rouge y Carapace, sólo de Queen B.
Desde la partida de sus compañeros, la abeja tomó el lugar como la heroína de París. Ella sóla peleaba contra los akumas, incluso recibía la ayuda de un nuevo poder que le dió el maestro Fu para poder purificar de alguna manera los akumas.
Pero eso nunca hizo que se olvidara de su culpa...
El ayudar a la gente de París hacía que la Bourgeois se sintiera un poco mejor, puede que al principio le costó adaptarse a su doble vida, pero eso hacía que se sintiera menos culpable de lo que había ocurrido.
Cada día iba al cementerio, siempre dejaba una rosa donde se encontraban los restos de los héroes de París, pues los padres de estos decidieron que los cuatro debían descansar en la misma tumba como los amigos que eran. La tumba realmente no llevaba sus nombres de héroes porque olvidaron quienes eran, sólo sabían que eran estudiantes del colegio Françoise Dupont que fueron asesinados por un akumatizado.
–Lo siento, chicos. Fue mi culpa que pasara esto pero... ¿Saben? Encontré la manera de remendar mi error.– la rubia sonrió, gotas cristalinas yacían formándose en sus ojos.
Sus únicos amigos ya no estaban con ella. Claro, los de su grupo la trataban bien a comparación de cuando ella era mala con todos, pero no era lo mismo. Quería que su equipo estuviera de nuevo reunido. Y sabía que había una manera de hacerlo realidad.
–Recuperaré los miraculous de las garras de Hawk Moth, no me importa si eso conlleva a que arriesgue mi propia vida.– se limitó a limpiarse las lágrimas con el dorso de su suéter que llevaba.
Ya sabía la identidad de su enemigo, ¿Quién diría que sería el papá de su amigo de la infancia?. El riesgo que corría era demasiado grande, pero no había otra solución.
Sus ojos chocaron contra el grisáceo cielo que cubría la ciudad Parisina, cerró los ojos con fuerza mientras más gotas caían y formaban pequeños lagos del tamaño de los anillos de su usual joyería.
Juro ante la tumba de mis amigos que voy a quitarte esos miraculous y los usaré para reparar todo este daño, no me importa si me pones millones de obstáculos. Te atraparé, Gabriel Agreste.
Fin del prólogo.
Hola, ya he vuelto aquí y esta vez con un fanfic de Miraculous, espero no haberme perdido de mucho ;D
