Hola A todos los que estén allí!

He comenzado esta historia pensando en qué pasaría si el comienzo fuera distinto. Ojalá disfruten leerla!

Todo comentario y/o critica son bienvenidos siempre.

Mis mejores deseos a todos y ¡gracias por leer!

Disclaimer: Los personajes e idea original de Yuri! on Ice no me pertenecen y son de propiedad del estudio de animación MAPPA. Dirigido por Sayo Yamamoto y escrita por la increíble Mitsuro Kubo sensei. Este escrito no pretende lucrar en ninguna medida y es sólo por diversión.


Chapter One: The Origin.

Nunca fue difícil perderse viendo esa figura atlética y perfecta sobre el hielo, creado movimientos estratégicos: cada dedo, hebra de cabello y respiración preparados de antemano para cautivar hasta lo más profundo del alma. El cuerpo en perfecta armonía y saltos contemplados para sacar suspiros ahogados. Desde que Yuuri era un chiquillo apenas púber, ese ser de monstruosa perfección le robó el aliento, conllevando una obsesión más allá de lo natural.

Soñaba despierto las rutinas de su ídolo y veneraba los posters que cada mañana de su adolescencia, al abrir los ojos, lo recibían. Caras de belleza descomunal, dedos largos y elegantes, mirada de incalculables tonos de azul dirigidos a él… Con esos rostros estampadas eternamente en el tiempo pensaba encontrarse cuando abrió los ojos esa mañana luego de que la alarma de su celular comenzara a sonar alocadamente instándolo a abrir los ojos, sintió todos los músculos de su cuerpo tensionados en un dolor quemante que tan bien conocía, usual luego de una competencia; pero el techo y paredes que lo recibieron no eran las acostumbradas. Prístinas e impersonales, las blancas paredes y el techo blanco generaron que demorara unos segundos en que su cerebro moviera el manto sedoso del sueño para razonar, giró para encontrar los anteojos en la mesita de noche y se los colocó rápidamente, tratando que la mejora en su visión pudiera traerlo de vuelta a la realidad, medio alegrándose de no encontrar sus ojos con las orbes azules de estampas que hacían dos años había optado por destrozar.

"ah… Sochi…" Apoyó nuevamente la cabeza en la almohada y haciendo uso de toda su fuerza de voluntad, entrenada con los años, arrancó de su cuerpo el agradable calor que las mantas le daban. El aire frío terminó por despertarlo completamente mientras caminaba directo a la ducha, dejando en su camino la playera y pantalones demasiado grande para su cuerpo; ingresó solo cuando el agua tomó la temperatura, para él, adecuada: rallando en lo soportable para cualquier mortal, usual para alguien acostumbrado al calor de las aguas termales del hogar que hace tanto no visitaba.

Los músculos se destensaron sólo un poco bajo el chorro hirviente de la ducha y decidió quedarse un par de minutos más de lo acostumbrado, con la mente en blanco, rogando que el quemante dolor de sus extremidades pasara pronto. Golpes en la puerta del baño lo sacaron de ese momento y se enjuagó la cara rápidamente.

"¡Ya salgo!" Fuera podía oír la voz de Celestino diciendo algo en el rápido italiano que usualmente utilizaba cuando estaba apurado. Al salir del baño su entrenador estaba sentado en la cama con el celular en las manos.

"¡Buongiorno*, Yuuri!" El japonés sonrió en respuesta y comenzó a vestirse rápidamente, mientras Celestino continuaba pasando las noticias en su celular. "Hoy debemos estar en el hielo temprano para repasar la segunda mitad del programa antes que llegue la prensa." Yuuri asintió nuevamente, tragando saliva dolorosamente al saber que aún le faltaba presentar el programa libre, ánimos decayendo al saber ese año sería casi imposible alcanzar el oro, a pesar de la excelente actuación del día anterior.

"Uhm… sí…" su entrenador notó al instante la baja energética de su pupilo y se levantó para pasarle en la mano el tazón de café que había traído consigo.

"Vamos Yuuri… el programa corto te ha dejado segundo y treinta puntos arriba del tercero… debes saber aprovechar la ventaja." Yuuri clavó los ojos en los verdes de su entrenador, sin sentir ni un ápice de confort. "¿Es por Nikiforov?" Yuuri asintió en silencio, dando pequeños sorbos al café que su entrenador tan atentamente le había dado. Un suspiro de agotamiento salió de entre los labios del hombre y con los ojos cerrados y el ceño fruncido comenzó con la cantaleta usual cada vez que debía competir contra el ruso. "Yuuri, este año estás en condiciones de pelear el oro incluso contra Nikiforov. No te lo diría si no conociera tus capacidades como la palma de mi mano; demasiados años llevo mirándote patinar como para saber cuándo estás listo y créeme, el año pasado solo tu ansiedad fue la culpable de tu caída. Por eso mismo te obligué a asistir a terapia y mira cuán lejos hemos llegado. ¡No eres la misma persona que hace un año!" Esa última frase fue la única en toda la verborrea de su entrenador que marcó la diferencia e hizo magia en su interior.

Pasado estaba el periodo en que añoraba solo alcanzar un ápice del nivel de su ídolo, creyéndolo siempre imposible y lanzándolo a un espiral de ansiedad destructiva que rápidamente fue descubierta por su terapeuta. Por algo los posters habían salido de las paredes de su habitación en Detroit y bajo constante supervisión de su entrenador las maratónicas tardes revisando las rutinas del ruso o incluso las presentaciones en vivo habían quedado en el pasado.

Él ya no era el mismo, la sombra perfecta alrededor de él, a punta de esfuerzos sobrehumanos y entrenamiento riguroso, había quedado rezagada a un pequeño punto negro en su corazón, una espina minúscula que no lograría vencerlo. Él había cambiado luego del Worlds*, él se había prometido cambiar luego de Shanghái* y con la mirada llena de estoica decisión camino rumbo al ascensor seguido por su entrenador.

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"¡Tu pierna libre esta floja!" La voz de Celestino retumbó en la arena para llegar a los oídos de Yuuri, que practicaba su Lutz cuádruple. El patinador se acercó a la baranda que separaba el hielo del alfombrado suelo de la pista para tomar algunos sorbos de té tibio bajo la atenta mirada del italiano. "Estás con la cabeza llena de cosas y cometiendo errores de principiante, Yuuri. Ayer pudiste hacer un Axel triple sin siquiera notarlo." Yuuri asintió en silencio, continuando con pequeños sorbos de té que calentaban sus entrañas.

"Estoy pensando demasiado en el ángulo externo antes de entrar…" Celestino frunció las cejas, sabía que el tendón de Aquiles de su pupilo estaba dándoles algunos dolores de cabeza a ambos, pero jamás imaginó que justo en este momento el maldito dolor se hiciera presente. Y aunque Yuuri no se lo dijera directamente, él, considerando los años que llevaba observando el patinar del japonés, sabía exactamente a qué se refería con esa frase.

"Es suficiente, sal del hielo y elonga un rato. Prefiero que no lo intentes demasiado hasta la competencia…" ahora fue el turno del japonés para fruncir el ceño, no sintiéndose cómodo con la idea de dejar la práctica por un pequeño dolor.

"Lo intentaré una vez más." Celestino meneó la cabeza, pero aun así estiro la mano para recibir la toalla y botella de té que Yuuri extendía en su dirección.

Yuuri tomó velocidad rápidamente, esquivando a un par de patinadores que también practicaban sus saltos se preparó para la entrada; al doblar el pie sobre el filo externo sintió una punzada de dolor en el tendón, pero obviándola completamente izó el vuelo: cuatro rotaciones perfectas antes de que la pierna libre tocara con fuerza el hielo, leve error de su parte, pero que logró la pérdida de equilibrio, lanzándolo violentamente contra la pared de la pista. En cuanto se levantó notó unas risas y agudizó la mirada en busca del dueño de tan humillante sonido, mientras los otros patinadores detenían toda actividad y su entrenador gritaba su nombre.

Divisó el inconfundible cabello plateado en las gradas junto con otros rostros indescifrables, por la falta de sus anteojos, alrededor. Trató de forzar la vista lo mejor posible, pero sabía perfectamente quien se reía y de qué lo hacía, aunque de pronto las risas habían desaparecido completamente. ¿Habían sido antes o después de que cayera? Se afirmó de la baranda y aupando toda la fuerza que le quedaba en medio de la vergüenza y caminó hacia Celestino que aún trataba de llamar su atención por medio de gritos.

En cuanto todos notaron que el patinador japonés se deslizaba tranquilamente por el hielo hacia la salida, volvieron a sus propias actividades, las caídas no eran novedad a menos que conllevaran la llegada de una camilla y de los médicos o que hubiera sangre o pérdida de conocimiento.

"¿Yuuri?-" Levantó la mano en señal de que todo estaba bien, el italiano de ojos verdes asintió despacio y le pasó los protectores. Al levantar la pierna para enfundar las cuchillas notó el dolor en su cadera.

"quiero salir de aquí ahora." Celestino se apuró lo más que pudo en recoger las cosas de su pupilo y meterlas en el bolso deportivo mientras Yuuri se calzaba la chaqueta para caminar a paso rápido hacia los camarines.

No hubo intercambio de palabras hasta que estuvieron en la habitación del japonés y tampoco fue un intercambio: Celestino se encargó de revisar el tobillo y rodillas, al no notar nada fuera de lugar dejó a Yuuri solo con comida caliente, indicándole que tenía dos horas libres antes de partir nuevamente a la arena.

En vez de comer, tal como casi se lo había ordenado Celestino, Yuuri caminó al baño y mirándose en el espejo trató de realizar los ejercicios de relajación que su terapeuta le había enseñado, pero cada vez que inhalaba todo el aire que podía en sus pulmones el recuerdo de las risas de hoy se intensificaba en sus oídos y cada vez que exhalaba mirando su reflejo, recordaba las mismas risas de hace un año… y esa pequeña espinita negra en su corazón se incrustaba un poco más profundo.

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Hace un año y medio.

Su segundo gran momento en el circuito profesional adulto y Yuuri lo sentía en la piel sensible, en cada poro y en la sangre agolpándose en sus extremidades, titubeantes cada vez que se acercaba a alguno de los otros patinadores o caminaba por los pasillos. Su debut en la liga adulta no fue de los mejores, y su participación en la junior fue francamente solo aceptable, pero aun así sus puntuaciones de presentación no lograron aminorar la emoción de estar por primera vez patinando en el mismo hielo que su ídolo desde hacía una década.

Mas este año era distinto y, tal como le había dicho Celestino en algún momento, el debut había sido solo un precalentamiento del que tenía que sacar madurez, pero en estos momentos… este sí podía ser su Grand Prix*, más aún luego de haber roto su marca personal en el programa corto en la Copa de China* y un peleado tercer lugar en el Skate America* con una puntuación total cercana a los 200 que lo habían dejado clasificar cuarto. El Thai Phichit Chulanont, su mejor amigo, también patinador profesional en Detroit y unos años menor que él, le había indicado que en ese momento era el cuarto mejor patinador del mundo, -una clasificación un poco extrema según Yuuri, pero que aceptó con humildad y agrado-, siendo solo superado por el suizo Giacometti, el canadiense del cual no recordaba el nombre y el mismísimo Victor Nikiforov.

En ese último personaje su mente desvariaba llena de emoción cuando notó que perdió el rumbo entre los pasillos del estadio. En una primera instancia había tratado de localizar el baño solo, evitando que su entrenador le guiara, tratando de parecer adulto y confiado.

"Mala decisión" pensó nervioso al no identificar los pasillos por los cuales caminaba. En un momento trató de buscar ayuda, pero solitarios rincones le encontraban cada vez que doblaba las esquinas hasta que escuchó el inconfundible sonido de una conversación a lo lejos. Caminó rápido tratando de encontrar el lugar de dónde provenían las voces, el volumen aumentando a cada paso, señalándole que iba por el camino correcto. A míseros dos metros, dentro de una habitación con la puerta a medio cerrar, dos voces masculinas hablaban de variantes del estilo de patinaje de algunos competidores.

De pronto Yuuri identificó el marcado acento de dobles r en un inglés más cercano al británico que al americano y su corazón dio un vuelco. Victor Nikiforov… el Victor Nikiforov en persona estaba a solo una puerta de distancia de él. Reunió todo el valor que fue capaz desde su interior y se dispuso a tocar la puerta para preguntar por direcciones, pero su mano se detuvo a milímetros de la madera, al comprender el cambio de tema.

"Te lo estoy diciendo… ese patinador japonés me va a dar dolores de cabeza… su programa corto fue bastante bueno y después del puntaje del libre en el Skate America, siento que debo esforzarme o perderé mi medalla…" Una risita siguió el comentario de la voz en inglés de acento francés, claramente Giacometti era la segunda persona en la conversación.

"No es Taro ni tiene el aire de él, aunque lo intentara-… hablando de Taro… fue el único que me hizo transpirar por el oro." Yuuri dio un paso atrás, sabiendo que no podía seguir escuchando esta conversación privada, pero la curiosidad ganó la batalla interna y se quedó lo más quieto y callado que pudo.

"¡Vitya! ¡Deberías habérselo dicho hace dos Prix!"

"Se lo dije cuando lo fui a visitar al hospital y presenté mis respetos." Yuuri se llevó una mano a la boca, por supuesto que él conocía a Aoe Taro, el –gran hijo- de Japón, el perfecto significado de su nombre. Él había sido uno de los mejores patinadores de Japón hasta que hace menos de un año, en el Cuatro Continentes*, donde perdió su carrera como atleta profesional por una caída seca sobre su rodilla de aterrizaje… una fractura que jamás lo liberó para pisar el hielo como competidor de alto rendimiento.

Yuuri sabía que su nivel aún estaba por debajo del de Taro, sus Lutz no eran perfectos y tenía serias dificultades para clavar los Axel, siendo su nivel de 12345 en estos últimos bajo el 15%. Además la secuencia de pasos de Taro no solo era preciso y vigoroso, si no también elegante y con un aire natural pareciendo casi ingrávido… aún así…aún así dolía saber que para su ídolo él no era nadie.

"El japonés nuevo no será problema para ti, pero sí para mí. Si no fuera maligno de mi parte pediría… ¡que se enfermara del estómago! ¡Pero es tan lindo con esos ojos marrones grandes y llenos de juventud!" Escuchó nuevamente el trino de la risa de su ídolo, claramente el comentario había sido jocoso en extremo.

"Un patinador más o uno menos da igual, ni siquiera sé su nombr- ¡Haz la maldita extensión completa, Chris!" Yuuri sintió el corazón apretársele en el pecho, las lágrimas comenzando a rodar por sus mejillas y salió corriendo de allí. Su ídolo, la persona por la cual había decidido comenzar a patinar profesionalmente, ni siquiera tenía interés en saber su nombre. Para Victor Nikiforov, el dios y leyenda viviente del patinaje sobre hielo, Katsuki Yuuri no era más que un patinador del montón… Yuuri siempre lo supo, pero esperanzadoramente anhelaba que alguien más creyera en él y claramente todos lo veían como una mala copia de Taro.

Ese fue el hecho que destruyó su segundo Grand Prix, el recuerdo del trino de la risa de una de las personas que había marcado su vida aparecía cada vez que saltaba lo que provocó errores una y otra vez; la comparación con Taro en la secuencia de pies, logró que su pie izquierdo tocara el derecho, haciéndolo caer de inmediato sobre la fría superficie. Cómo pudo se levantó y trato de continuar. Pero ya su alma había sido rota y lo poco y nada que tenia de confianza se había ido por el retrete… lo único que le quedaba era un poco de supervivencia y rogar que todo acabara pronto.

No es necesario indicar que quedó último, un sexto lugar merecido luego de destruir su programa libre a punta de caídas y errores de principiante, de esta ni siquiera su perfecto programa corto del día anterior, al cual tenía tanto cariño, le había podido salvar. No quería mirar a la cara de Celestino, el entrenador no sabiendo qué diablos había ocurrido con su pupilo para patinar en esas condiciones, más guardó silencio en todo momento y procuró que Yuuri sintiera su mano amistosa sobre los hombros mientras se celebraba la ceremonia de premiación. Cuando los ojos comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente, Celestino decidió sacarlos de allí a como diera lugar. Tomando a Yuuri por el brazo lo guió hacia la salida.

El japonés desvió la mirada hacia el podio encontrándose con la amplia sonrisa de Victor Nikiforov en lo más alto de la estructura, sosteniendo la medalla en su mano izquierda para cercarla a los labios y besarla con cuidado. Notó como Giacometti comentó algo y entre el bullicio de las cámaras y personas, juró oír la misma risa jocosa que se burlaba de él, por no ser bueno, por no ser Taro… por ser solo uno más del montón y sintió como si alguien le pegara una patada en las costillas... Cerró los ojos y lloró, prometiendo nunca más adorar a ese hombre.

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*Buongiorno: "Buenos días" en Italiano.

*Worlds: Abreviación de World Figure Skating Championships (Campeonato Mundial de Patinaje Artistico sobre Hielo). Competencia anual de la International Skating Union (ISO). Generalmente realizada en marzo, es una de las competencias más prestigiosas de la ISO (que también incluye la Competencia Europea, la Cuatro Continentes y el World Junion Championships). Exeptuando la medalla Olímpica se puede considerar uno de los títulos de mayor logro competitivo en el patinaje artístico.

*Grand Prix: ISU Grand Prix de patinaje artístico. Son una serie de competencias de patinaje artísticos organizadas por la ISU desde 1995, incorporando varios eventos previos. También existe la ISU Junior Grand Prix para menores de 14 años al 1 de julio del año del premio. Se necesita un puntaje minimo para poder participar, los que cambian dependiendo de los que indique la ISU. Los competidores de este premio son el Skate America, Skate Canada Internacional, la Copa de China, Trophée de France, Rostelecom Cup (Copa de Rusia) y el Trofeo NHK.

*Copa de China: copa competidora para el Grand Prix. Creada y unida a la serie del Grand Prix en el 2003, reemplazando el evento Alemán. Se lleva a cabo en las ciudades chinas de Beijing, Shanghái, Harbin y Nanjing.

*Skate America: copa competidora para el Grand Prix. Originada en 1979, ha sido parte de la serie Grand Prix desde 1995, las locaciones cambian anualmente.

*Cuatro continentes: Four Continents Figure Skating Championships (Campeonato de los Cuatro Continentes de Patinaje Artístico). Competición anual, establecida por la ISU en 1999 para la representación de los patinadores de países no europeos similar a la antigua European Figure Skating Championships (Campeonato Europeo de Patinaje Artístico). El nombre del evento hace referencia a África, las Américas, Asia y Oceanía.


Lo sé... Victor fue un poco cruel... ¡pero Yuuri fue un poco extremo!

Espero que lo hayan disfrutado!

Gracias por leer!