El Chico del Taller

Género: Romance, comedia.
Clasificación: +13
Advertencias: OOC, AU
Serie: Naruto
Resumen: Guarde el celular en el bolsillo trasero de mi short de jean, y después de morder un par de veces un chicle que hace un largo rato se encontraba en mi boca, casi sin sabor, lo vi.
Publicaciones: En Mundo SasuSaku como pau_chan, en como ThePausis y en como Pauli_Chan.

Los personajes le pertenecen a Kishi-Sama, que semana a semana nos alimenta con el manga Naruto Shippuden. Esta pequeña obra se la dedico a el y a sus grandes ideas.

La trama me pertenece a mi. Jamas me han plagiado (que yo sepa) y no quiero que lo hagan ahora.


Capitulo I: ¡Diablos!

Hacia dos días había vuelto de unas pequeñas vacaciones familiares y el verano estaba a un par de semanas de llegar a su fin.

Ya había desempacado, ordenado mi habitación y estaba en planes de organizar el próximo año escolar. Era el cuarto de secundaria, es decir que solo me restaban este y el quinto, y luego diría adiós y estudiaría en una buena universidad, lejos de aquí y en paz.

Esa tarde, un día martes si mal no recuerdo, caminaba a un lado de la calle mientras recibía una noticia debeladoramente escandalosa a través del celular.

—Bromeas ¿Verdad?— pregunte, sin creer la locura que mi gran amiga Ino decía.

—Si, es gay. La semana pasada volvió de acampar con su banda de idiotas estando ya fuera del armario ¡Y con novio!— Contó, estando completamente indignada.

—¿Cómo esta Hinata?— Pregunte, sabiendo que la pobre seguramente quedaría traumatizada durante gran tiempo, pobre. Ella sentía una profunda atracción por Naruto desde antes de que yo la viera por primera vez, ya hace muchos años.

—Aun no lo sabe. Se fue con su familia a lo de unos familiares, y como tú estuviste durante un triste mes, se encuentra incomunicada.

—Pobre cuando se entere— exclame en un susurro. Ella no era de esas niñas que lloran todo el tiempo, a pesar de que se la vea frágil, pero Naruto Uzumaki es su debilidad.

—Y para colmo ¡El chico con el que sale es hermoso! Es una gran perdida para la raza femenina. Tiene cabellos negros y un cuerpo de ensueño — Contaba mostrando su decepción. Creo que todas las chicas del pueblo están shockeadas con todo esto.

—Ni que lo digas. Okey, hablamos luego, bye. Luego de cortar la comunicación me quede mirando como idita el celular, pero imaginar al chico mas guapo de la escuela tomado de la mano, sonriendo como tontuelo y besando a un hombre. Era algo que no podía creer.

O quizás si, puede ser. Nunca supe que haya salido con una chica, pero en sí, eso no cuenta porque jamás me entero de nada.

Guarde el celular en el bolsillo trasero de mi short de jean, y después de morder un par de veces un chicle que hace un largo rato se encontraba en mi boca, casi sin sabor, lo vi.

Cruzando la calle, en el taller perteneciente a los No Sabaku, un adonis se encontraba abriendo el capo de un chevy.

Algo me golpeo.

¿He visto a un sexy ángel caído, a un cazador de sombras, a mi Peeta Melark soñado o a un nefilim?
Recordé cada una de las encantadoras historias que había leído durante estas vacaciones y su imagen fue lo que encajaba en cada una de ellas.

Tenia una altura perfecta, era delgado, y de perfil parecía ser hermoso. Creo que ni una horrible cicatriz en su rostro podría opacar la perfección de aquel espécimen masculino.

Parecía muy concentrado en ver el motor de aquel auto, mientras apoyaba sus brazos en los costados y en estos se notaba la tensión y los hacia mas atrayentes. Su cabello, negro, húmedo de transpiración seguramente, su piel brillante, expuesta a la luz del sol, y un bronceado perfecto, creaban una escena que ni el mismísimo Da Vinci podría igualar.

Diablos, seria muy ridículo tomarle una foto. Sabia que me arrepentiría luego de no haberlo hecho, pero... No soy tan anormal como para hacerlo. Seria... enfermizo.

Pero ahora que lo pienso, su gloriosa imagen le haría justicia a ello.

Habré estado viéndome ridícula parada allí unos cuantos minutos y para disimular di unos cuantos pasos y me escondí detrás del primer arbusto que encontré en el jardín de la señora Chiyo.

No soy una enferma me repetía, y ahora, me doy cuenta de que si lo soy. ¿Quién se esconde tras un arbusto para espiar a un muchacho, por lo más sexy que fuera?

La gran mayoría de las adolescentes irían, preguntarían su nombre y si tenía novia, pero lamentablemente no soy así.

Yo era parte de la minoría que se escabulle entre las plantas de sus vecinos.

Unos cuantos minutos abre estado babeándome detrás de aquellos arbustos. ¿Existirá algo más sexy? Lo dudaba.

Mientras criticaba nuevamente mi estupidez, una melena rubia se asomo en la escena, se acerco, abrazo al adonis y lo beso.

Pude ver que no había cicatriz.

Mi chicle se cayo, y mi mente quedo en blanco.

Diablos.

Es gay.


La publicación de este pequeño y sencillo fic es producto de un reto estúpido que me auto-impuse para festejar mi cumpleaños Nº 17.

Actualizare todos los días y le daré fin a la historia el 22 de julio.

Espero que les caiga de maravilla.

Gracias desde ya por leerme.

~Paz.