Me levante con los ronquidos de Lee, le di una patada para que se callase, baje de la cama ara ser la primera en ducharme y poder tener agua caliente, cuando termine me puse una camiseta sin mangas negra, unos pantalones de camuflaje, unas botas negras, me maquille, me peine y salí de la caravana, fuera me esperaba Ninja, nuestro perro, un perro del tamaño de un pastor alemán, mezcla de Shiba inu y husky, con el pelo marrón con rayas negras, era el cuarto de una camada de seis, la razón por la que lo teníamos era que no tenía pedigrí y por culpa de un accidente estaba con una cicatriz sobre el ojo derecho y le faltaba parte de la oreja, nadie lo había querido y simplemente le dejaron tirado en el bosque.

Desate a Ninja del bloque de hormigón al que estaba atado por las noches y me ate la cuerda a la muñeca, Ninja empezó a ladrar y a ponerse sobre las dos patas para lamerme la cara, le ordene que parase y empezó a tirar de la cuerda para salir del Park n'Flush.

Después de un rato paseando con Ninja y de que marcase su territorio en los alrededores del parque de caravanas fuimos al barrio donde vivían los Eds, una vez allí Ninja se puso tenso y levanto sus orejas puntiagudas y levanto el rabo, en cuanto pasamos por delante de la casa de Doble D me plantee si llamar a la puerta o no, Ninja no quería que llamase y volvió a tirar, pero decidí no hacer caso a las ideas de un perro y fui a llamar a la puerta.

-¡Doble D, SAL UN MOMENTO!-Grite aporreando la puerta

-¿¡M-Marie!?-Escuche al otro lado de la puerta, luego escuche unos cuchicheos seguidos de pasos hacia la puerta y Edd asomo la cabeza con la cadena echada-Ho-hola Marie ¿Q-querías algo?

-Ver a mi chico-Conteste acariciándole el borde de la mandíbula-¿No puedo?-Ninja empezó a olfatear por el hueco de la puerta y gruño como un loco-¡Calla tonto!-Le ordene alejándole de la puerta, luego volví a mirar a Edd y le vi más nervioso aun-¿Y a ti que te pasa? ¿No tendrás miedo de Ninja? Solo es un cachorro

-E-esto no, es decir… em… no tengo miedo de ¿Ninja? L-lo que p-pasa es que-

-¿Ya se ha ido la matona Doble D? Anda, vuelve a la cama-Esa era la inconfundible voz de Nazz, la chica guapa del barrio, en ese momento ocurrieron dos cosas, Edd se puso pálido y yo me sentí humillada

-M-Marie, no es lo que tú te crees-Intento arreglar Edd, pero yo retrocedí con Ninja-Deja que te lo explique un momento

-No intentes explicarlo, está muy claro, ¿Por qué interesarse en la basura del parque de caravanas cuando tienes a la reina del baile al otro lado de la calle? No hay nada que explicar-Ninja soltó otro ladrido y enseño los dientes-Ni se te ocurra volver a dirigirme la palabra, pijo de mierda

-Marie, por favor-Ninja volvió a ladrar y se lanzó contra la puerta de Edd-¡Ah!

-Bien echo chico-Premie a Ninja con unos golpecitos en el lomo-Nos vamos ya chico, aquí apesta

Ninja y yo nos fuimos al basurero, una vez allí empecé a llorar como una tonta, por suerte no estaba sola pero tampoco estaba cerca de alguien que se burlase de mí por ponerme a llorar por un chico, Ninja era mi mejor amigo después de mis hermanas.

-No pienso volver a intentar nada con él Ninja, es un estúpido, mono, pero estúpido-Le dije a Ninja abrazándole por el cuello-Mama tenía razón, los hombres son todos unos capullos insensibles… todos menos tú, eres el único macho al que voy a dejar entrar en casa

Después de unas horas llorando con Ninja gruñendo a todo bicho viviente que se me acercaba, después me levante, me limpie el maquillaje que se me había corrido, me sacudí el polvo de los pantalones, cogí la correa de Ninja y volví a la caravana, ate a Ninja al bloque de hormigón y entre dando un portazo que despertó a May y a Lee.

-¿¡A ti qué coño te pasa!? ¿A qué viene el despertarnos así?-Gruño Lee despertándose como una ardilla rabiosa-Espera un momento

-Déjame en paz, no eres mi madre Lee-Gruñí yo apartándola de un manotazo para coger el mando de la tele-Ni que no estuvieras medio despierta

-Tú has estado llorando-Sentencio Lee acercándose a mí-Intenta hacerte la dura todo lo que quieras Marie, pero tú a mí no me engañas ¿Por qué has estado llorando? ¿A quién le tengo que partir la cara por haber hecho llorar a una de mis hermanas?

-A nadie, pero si quieres saberlo, Eddward es un gilipollas insensible-Añadí poniendo las botas sobre la mesa, May apareció y se sentó a mi lado-¿A que si hermanita?-Pregunte cogiendo a May por el cuello y revolviéndole el pelo con un puño cerrado

-Sí, sí, sí, lo que tú digas, pero déjame por favor-Contesto mi hermana pequeña intentando soltarse-¡Marie!

Por suerte para mi Lee dejo el tema y fue a preparar el desayuno, el resto del domingo fue de lo más tranquilo, no pasó nada interesante, Ninja se tuvo que meter en casa porque nos habían advertido que un perro callejero se había colado y andaba merodeando cerca de nuestra caravana.

El lunes por la mañana volví a mi rutina de lavarme, vestirme y maquillarme antes de sacar a pasear a Ninja que dormía sobre May a pata suelta, en cuanto escucho como abría la puerta salto de la cama y se preparó para salir.

Esta vez el paseo fue mucho más corto, simplemente paseamos alrededor del parque de caravanas, luego le ate al bloque de hormigón, cogí mi mochila, avise a Lee y May de que ya me iba a clase y me siguieron, no tardamos en llegar a clase, como siempre nadie se atrevía a mantenernos la mirada, eso me subió el ego, achante a un chico y entramos a clase, allí estaba el carbón que me había roto el corazón… Edd.

-Hey Marie, ahí está tu hombre-Me avisó Lee dándome unos codazos en el costado, yo le dedique una mirada gélida asesina, Edd por su parte se acercó a mí y me toco el hombro-Os dejo parejita-Dijo yéndose a su sitio

-¿Qué quieres capullo? -Pregunte dándome la vuelta para mirarle directamente a la cara-¿Me quieres dar detalles de lo que estuviste haciendo ayer con la Barbie superstar? Pues me da exactamente igual, me da exactamente igual lo que pase a tu alrededor, lo has conseguido Edd, ya no quiero nada de ti

-P-pero-No deje que siguiese hablando, le di un puñetazo en el estómago y me fui con mis hermanas