Y sentí como si conocerte fue el destino. Tus manos extrañamente tibias eran las únicas, tus ojos tristes eran los únicos, tus lentos pero precisosmovimientos eran los únicos, la suavidad de tus labios era la única... que ponía mi mundo de cabeza.
Pero por sobre todo lo anterior estaba tu personalidad, esas risas delicadas y esas sonrisas que ocultabas y la manera en que te preocupabas por mí pero intentabas ocultarlo.
Ambos eramos fuego, y todos saben que algo como nosotros dos juntos nunca termina bien.
Tenía miedo de acercarme, porque sabía que tu serías la perdición de mí, y yo la perdición de ti. Sin embargo era adicta a esos encuentros entre balcones, a tu voz y a tu mirada. Quería más, pero terminaríamos en una explosión.
The most lonely creature in the world
Do you wanna know my story?
I never told this to anybody
