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Pairing: PeetaxDelly, PeetaxKatniss, KatnissxGale (No me maten, tiene su chiste)
Rated: M [Por escenas de sexo explícitas y un poco de lenguaje altisonante en algunos párrafos]
Chapters: 4 en total (1 por día)
Summary: Después de tanto tiempo, Katniss ahora esta segura de amar a Peeta, pero alguien más se ha adelantado a ella. ¿Qué va a hacer ahora?
Fanfic for: Bermone, y su opción #1. Se posiciona en menciones de "En Llamas" y en-post "Sinsajo".
¡Espero que les guste!
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Algo más.
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Cuando Katniss se dio cuenta de que Peeta estaba a punto de cometer un gran error mientras levantaba el machete, sintió como su corazón se detenía en cosa de un segundo. La sangre en sus venas se congeló y su cuerpo se quedó estático. Deseo moverse a la velocidad de la luz para evitar el impacto inminente, pero nada le respondía. Lo único que su mente le permitió hacer fue emitir un fuerte grito con el nombre de Peeta lleno de desesperación profunda, con la mente llena de los peores augurios que pudiese imaginar alguna vez: Peeta no estaba ahí. Ella sobrevivía y Peeta no estaría ahí, para amarla y calmarla a pesar de todo.
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Fue entonces que, a pesar de su poco entendimiento en las relaciones humanas, sabía que el sentimiento que ella tenía por Peeta ya no era solamente "aceptación" a él, entendía que estaba comenzando a enamorarse de él, y eso le quemaba el alma porque también sabía que cualquier cosa que intentara con él terminaría en tragedia. No iban a poder tener una vida tranquila mientras Snow viviera…
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Después, los acontecimientos fueron cambiando, afortunadamente Peeta sobrevivió a pesar de creer que incluso el chico Odair lo iba a matar. Entonces las cosas se fueron al diablo y todo se derrumbó en cuestión de segundos. Secuestraron a Peeta y Johanna, y Katniss se sentía morir. La gente era tan cobarde que no tenían siquiera el valor de levantarse por sus propios medios, necesitaban una imagen, un estandarte… Un Sinsajo…
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Katniss acepto porque sabía que era la única forma en que lograría recuperar a Peeta, no se podía dar el lujo de perderlo. Pero las cosas no salieron bien, le devolvieron a un arma lista para atacar, para matar. Ya no era el dulce panadero que tanto la amaba, era un animal adiestrado.
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Katniss deseaba con todas sus fuerzas que el chico volviera a ser quien era, que volviera a amarla como antes. Incluso estuvo dispuesta a mantenerse alejada de él, a pesar de que lo único que quería era abrazarlo y nunca más separarse de sus fornidos brazos. Pensaba que, después de un tiempo de terapia con Prim, Madge y Delly, Peeta volvería a ser el mismo de antes.
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No contaba con que el futuro no tan optimista que ella preveía se volvería totalmente negro cuando las bombas cayeron y mataron a cientos de personas, entre ellas su primera razón de vivir, la niña por la que había sacrificado prácticamente toda su vida… Prim había muerto, y la mente maestra tras ella no era nada más y nada menos que Gale… Su mejor amigo, con quien habría compartido el sueño común de unir sus vidas eventualmente, quien le había apoyado cuando pasaron por la misma tragedia de perder a sus padres en el mismo accidente. El Gale que tanto juraba protegerla y quererla, le había arrancado el alma de un solo tajo, sin pena y sin remordimiento.
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En un momento Katniss gritaba desesperada el nombre de su hermana y al siguiente se encontraba siendo impulsada por la ola de expansión.
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Después, Katniss ya no sentía ganas de vivir. A la mierda la revolución, al carajo todos. Su niña, su hermanita, su patito estaba muerto. Le habían quitado la vida por mero egoísmo, ya no tenía nada. Madge le contaba que Peeta no paraba de preguntar por Prim, y también que tenían miedo de decirle que ella había muerto, pues temían su reacción. Curiosamente, por esas fechas, Delly apenas la visitaba, pero no tenía cabeza para pensar en ello. Madge trataba por todos los medios de alegrarla, de hacerle que sacara la pena al menos, pero Katniss simplemente se quedaba quieta, mirando un solo lugar de la habitación, sin dar señales de escuchar a Madge, muchos menos reparar en que ella estaba ahí.
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Sin saber cómo, logró salir de su letargo para cumplir con el mandato final: Matar a Snow enfrente de todo Panem. Pero ella sabía la verdad, podía ver a través de la máscara de Coin, estaba segura de que, una vez que Snow estuviese muerto, ella ascendería al poder y dirigiría Panem de la misma forma que lo hizo el viejo Snow: con miedo. Y, a pesar de haber votado en pro de los últimos Juegos del Hambre, en un momento inesperado, desvío la flecha y la apunto directo a Coin, para después intentar tragarse la pastilla que todos los soldados llevaban: el cianuro.
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Pero Peeta no se lo permitió.
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La habían mantenido encerrada, incomunicada. Aunque, cuando por fin logró tener visitas, Madge, llena de alegría, le informo los pormenores. La habían declarado "mentalmente incapacitada", de eso que hubiese decidido matar a Coin y nadie había querido presentar cargos. Finalmente, Snow había muerto entre estertores sangrientos. Nunca sabrían a ciencia cierta si fueron los cientos de pies que pasaron sobre su cuerpo como estampida al momento de estallar la confusión posterior al lanzamiento de Katniss, o que el viejo simplemente se había ahogado con su sangre. De cualquier forma, nadie se entristecía por su muerte, aunque quizá la única que lo haría sería su nieta, pero eso incluso era dudoso.
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Poco a poco Katniss logró salir de su mudez psicológica y comenzó a retomar su vida. Recuperó a Buttercup después de tanto tiempo, gritándole que Prim no volvería, en medio del llanto. Buttercup lo entendió perfectamente, emitiendo maullidos lastimeros, los cuales se unieron a los gritos de Katniss, los cuales fueron disminuyendo periódicamente. Al final, Katniss había aceptado a Buttercup de vuelta en la casa, pues el gato no hacía más que ronronear de vez en cuando cada vez que tenía hambre, y el resto del tiempo se la pasaba junto a Katniss, acompañándola en silencio.
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Un par de meses habían pasado en todo ese lapso de eventos. Fue entonces que Katniss se había decidido a retomar su vida, lentamente y con algo de miedo, aunque siempre contaba con aquel borracho y su antiguo mentor, el cual, milagrosamente, había soltado el alcohol para vivir una mejor vida, ya sin el dolor que no lo dejaba vivir, pues se encontraba en paz.
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Katniss había ido a visitar a su madre al 4, pues pensaba que solamente hablar por teléfono no era suficiente para ambas; si bien nunca habían tenido la mejor relación madre-hija, sufrían por el mismo dolor de perdida, y podían consolarse mutuamente.
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Estando en el 4, y contemplando a la muy embarazada Annie Cresta, Peeta llegaba muy seguido a las fantasías de Katniss. ¿Quién sabe? Ya estaban en un mundo distinto, y verse embarazada ya no era un temor o un sacrificio. Se había prometido que, una vez que regresara al 12, hablaría con Peeta sobre sus sentimientos. Se disculparía por todo, pediría perdón de rodillas si eso era lo que Peeta le pedía, pero necesitaba estar con él.
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Un par de semanas habían pasado de ese día, ya se encontraba de vuelta en su reconstruido hogar. Lo primero que hizo tan pronto llego y desempacó, fue arreglarse un poco para verse lo más bonita que su cara le permitiera.
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Se dirigió directamente a la panadería de Peeta, pero esta ya no se encontraba en el lugar original. Después de preguntar torpemente a los vecinos, logro dar con la nueva panadería, que de echo tenía un par de días inaugurada.
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Iba incluso con una sonrisa en el rostro… Era una lástima que el gusto le hubiese durado tan poco…
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Y aquí termina el primer capítulo de esta historia. Tendrá 4 capítulos en total, el siguiente es el más largo y explícito de todos (jejeje).
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Bermone, espero sinceramente que te haya gustado la introducción, el siguiente capítulo es más bien dirigido a Katniss y Peeta, presiento que te gustará.
Me decidí por esta opción porque me llamo mucho la atención manejar el tipo de infidelidad que propones (yo soy muy anti-infidelidad, entonces me ayudó a salir de mi zona de confort :P)
Espero que te sigan gustando los siguientes capítulos, prometo que vienen interesantes.
¡Saludos a todos los que se tomaron la molestia de leer!