Desde pequeña no eras muy fan de los hospitales y hacías todo lo posible para no tener que ir a uno, pero de alguna manera siempre te tocaba sufrir algún accidente que te dejara encerrada en esos lugares durante semanas.

Pero de alguna manera habías logrado acostumbrarte al dolor de las heridas como para soportarlas y aprender algo en los hospitales para aprovechar el tiempo que lo pasabas allí.

Le tomaste un gusto a la medicina y el cuidar de las personas gracias a quienes cuidaban de ti, debido a que te contaban cosas impresionantes de la medicina y alguno que otro avance científico. Y ya que poseías un nivel de madurez muy avanzado de por lo menos 10 años a tu edad, te decidiste a usar tus conocimientos para ayudar a los enfermos y lograste crear tecnología increíble con unos fines maravillosos.

Tus avances podían hacer grandes cosas y te sentías orgullosa de poder ver a las personas sonreír complacidas por tu trabajo. Algunas de las mas cercanas a ti, que eran de las primeras a quienes habías ayudado, contaban a los demás de las cosas que podías hacer... y resultó siendo algo bueno y malo, muy malo.

Habías logrado llamar la atención de bastantes compañías de gran calibre que peleaban por conseguir tu tecnología y así poder distribuirlas en masa pero a altos precios. Las personas de bajos recursos que llegaran a necesitar de esto, ni en su propia imaginación estarían al alcance de conseguirlos, por lo que sin dudar te negaste rotundamente a vender tu trabajo.

Muchas veces molestaban las compañías tocando tu puerta insistentemente y no fue la excepción el día de hoy, apenas habías logrado que se fuera el hombre de traje y dado dos pasos alejándose de la puerta cuando volvió a sonar tu timbre, resignada regresaste a abrir pero te encontraste con tu vecino John, a quien le diste una prótesis para la pierna luego de haberla perdido en un accidente automovilístico, pero el día de hoy venia acompañado de un hombre mayor y venían sonrientes.

-Buenos días- los invitaste a pasar y después de que los tres se sentaran en tu sala, ya que vivías sola y emancipada, empezaron a hablar.

-(t/n) él es Robert Callaghan- tus ojos se abrieron bastante pero seguías tranquila, te extendió su mano derecha la cual estrechaste con gusto.

-Me han hablado de tu trabajo y de lo buena que eres, me llamó la atención lo que hacías y por lo que vi hace un momento no fui el único que lo hizo.

-Disculpe que sea directa pero no comprendo el motivo de su visita- pensaste que si era por lo mismo que los demás tendrías que echarlo.

-Jaja bueno si, veras, soy profesor en el Instituto Tecnologico de San FranSokio, y vine a ofrecerte la invitación de estudiar en este lugar- te extendió un folleto de tal lugar y comenzaste a leerlo, a tus 13 años ya habías terminado tu preparatoria y pensabas dejar un año tus estudios y avanzar con tu trabajo en casa- hay muchos jóvenes como tu que quieren hacer algo por este mundo y todos son buenos en lo que hacen, aquí les damos las herramientas para trabajar.

-Pero para entrar en este lugar ¿no se supone que tengo que participar en la feria de ciencias?, yo no tengo un proyecto y los cursos inician en seis meses.

-La idea de la feria es sorprender a la gente y podrás entrar.

-...¿Puede ser cualquier cosa?

-Cualquier cosa... ¿asi que puedo considerar eso como un "vas a participar"?

-Mas bien como un "voy a hacer el intento".

(...)

Así que aquí estas el día de hoy, frente a las puertas del ITSF viendo por una rendija de la entrada algunos de los proyectos, pero aun no tienes el valor suficiente para entrar.

-¡Buenos días señorita (T/N)!- escuchaste un grito detrás de ti que te sobresaltó.

-¡Aaah!- te diste la vuelta encontrándote con el profesor Callaghan que se veía muy animado- no me haga eso.

-Dime ¿no vas a entrar?.

-No lo se, estoy muy nerviosa...- te giraste de nuevo para ver por la puerta, admirando cada detalle del lugar- no se que debo decir.

-Simple... haz como con esas compañías, defiende tu trabajo, explícales para que funcionan, fue para eso que trajiste a tus conocidos y esos vídeos... ahora solo da el ultimo paso.

Después de decir eso, Callaghan literalmente te empujó hasta la parte de atrás del escenario donde te dieron el micrófono y te esperaban tus amigos para dar testimonio de los proyectos que has realizado.

Ok, respira... solo un paso mas, bien... aquí voy.

(...)

La feria de ciencias terminó y aun no podías creer que hayas sido aceptada, fue como si quitaran un GRAN peso de tus hombros. Podrías seguir estudiando, ayudar a los demás, hacer lo que te gusta, Callahan acaba de entregarte tus papeles que confirman que vas a estudiar aquí, y antes de que se fuera le detuviste y le abrazaste fuertemente.

-Muchas gracias por esto- él te revolvió el cabello y te sonrió correspondiendo a tu abrazo.

-Te lo mereces, es hora de trabajar.

-Le prometo no decepcionarlo.