Nota de Autora:
Para complicadas... Historia que escribí como introducción de un personaje canon en un foro nuevo. (Somos muy pocos y salvo por Bakugo y yo que juego a Uraraka todos los canon están libres, si alguien quiere... xD)
Al principio me pareció que quedaba bien como un one-shot pero probablemente y esporádicamente vaya agregando a la historia, que casi parece tomó vida propia.
Al Límite de la Razón
"Bueno, creo que podemos comenzar. Como ya le deben haber mencionado al firmar la autorización en la puerta, mi kosei ayuda forzar la verdad de las personas. Dado que esto es un procedimiento de rutina, trataremos de limitar el uso a menos que usted dude de sus propias respuestas." Habló un hombre en un sillón individual que se veía muy cómodo, como esos sillones que usaba su padre para leer el periódico por la mañana en la sala mientras su madre preparaba el desayuno, algo que no veía realmente desde hacía más de una semana. Mejor dicho, hacía más de una semana que no veía a sus padres. "Por favor, dígame su nombre."
"Uraraka Ochako." Al decirlo alzó la cabeza con una ligera sonrisa al ver que el hombre tenía un extraño peinado de espirales en un color azul profundo y unos ojos amarillos que le recordaban a Mina.
"Uraraka-san, como debe saber, esto es solo una entrevista de control, no tiene que preocuparse por nada, trate de dar las respuestas más sinceras y directas que le vengan en mente." Y a pesar de decir eso el hombre no preguntó nada, solo se sentó a tomar notas vaya uno a saber sobre que.
Evaluación psicológica… tenía la licencia provisional hacía solo unas semanas y ya se encontraba en una de estas, todo por un error, un pequeño error, un cálculo mal logrado y su kosei que se salió de control en el peor momento. No era eso lo que quería para ella, realmente estaba nerviosa, sus manos le sudaban a mares.
"Eto… ¿es sobre la licencia?" Preguntó directa, temiendo la respuesta. Y con su pregunta ganó un chasquido bajo y el sonido de la pluma dibujando en la hoja.
"¿Hay alguna razón para temer por su licencia?" Las palabras frías e intrusivas del hombre la inquietaron, causando que se sonrojara y retorciera sus manos en un gesto nervioso. Los héroes adultos, muchos que pasaban por lo que ella debían presentarse y si quería trabajar en rescate sabía que no sería la última vez que le harían evaluación psicológica.
"Yo… no sé." Alzó los ojos mirando a un costado por la ventana, donde el sol ya se estaba poniendo, podía distinguir a Aizawa-sensei en la puerta de ese edificio gubernamental junto a Bakugo-kun. "Yo…"
"Necesito respuestas claras, Uraraka-san."
¿Cómo decir que si decidían revocarla ella estaría de acuerdo? Diablos, no podía pensar, no podía creer solo quería…
"Solo quiero irme a mi habitación y dormir." Respondió de golpe, su cabeza y su boca sin coordinar, mirando horrorizada al hombre. Por toda la apariencia formal, el planchado traje gris y corbata de pequeños lunares blancos que se veía absurda con su enorme cabeza de ridículo pelo. Probablemente si no se estuviera sintiendo tan miserable estaría tratando de contener las risas, pero esto… esto era algo serio. "Oh, santos cielos, están muertos." Murmuró abriendo de par en par los ojos antes de correr al cesto de la basura para expulsar todo lo que había en su estómago.
"¡Uravity! ¡Necesitamos sacarlos a todos del puente!"
"¡Los tengo, no se preocupen!"
"¡Ochako-chan!"
"¡Uravity, no pierdas la conciencia!"
"¡Levántate, mierda!"
Se tomó unos momentos para analizar sus propios recuerdos atropellados, el hombre que nunca se presentó por nombre pasándole pañuelos para que se limpiara la boca y un vaso de agua para quitarse el mal sabor al cual se estaba acostumbrando desgraciadamente.
Recordaba humo, explosiones, unas manos fuertes que la levantaron cuando sintió que ella misma perdía la gravedad en ese puente destruído. No eran la liga de villanos, eran dos o tres que decidieron vengarse de la sociedad, uno teniendo la capacidad de causar terremotos con la vibración de sus manos, el otro podía escupir nitroglicerina como si tragara fuego, del tercero casi no sabía nada, no era su problema, su problema era evacuar a los civiles, solo era una estudiante, su trabajo era el de apoyo mientras los héroes pro detenían a los 'malos' de los que desconocía la historia.
"Entiendo que fue un desafío demasiado grande."
"No fue tan grande… mi kosei es gravedad cero. Yo… estaba tratando de mantenerme fuera del camino."
"Black Hole, es un kosei que puede matar con facilidad. Algunos de ustedes tienen una particularidad como esa, ¿verdad? En una sociedad suprahumana los kosei han sido certificados y regulados, así que no parece ser un problema a primera vista. Pero no deben olvidar que hay muchas particularidades que pueden matar con un mal paso."
Perdón, Jū-san-sensei… debí prestar más atención.
Recordaba la capacidad de dos porque mientras corría tratando de cubrir a las personas que se habían bajado de los vehículos y guiarlos de la forma más segura a los pilares del puente uno se le interpuso, los héroes no habían llegado y ella… tenía miedo.
"Había uno en particular, era muy alto, la piel marrón y los ojos eran negros, tenía… tenía el cabello en picos de un gris casi blanco." Tragó pesado, dándose cuenta que si bien el kosei de su interlocutor estaba activado no funcionaba como ella hubiera esperado, solo se sentía tan cómoda que quería escupir todas sus verdades aquí y ahora.
"¿Qué hiciste cuando vino a ti?" Nuevamente esas preguntas de psicólogos que no terminaba de entender, pero que algo debía significar para ese hombre.
"Traté de salir del camino, esperaba…"
... Esperaba que alguien me salvara.
El silencio reinó, los grandes ojos marrones se abrieron de par en par al darse cuenta de su propia verdad.
"Siempre creí que ser un héroe era genial." Admitió de golpe, cambiando el tema antes de pasar una mano por su corto cabello castaño. "Ver a Jū-san Go haciendo rescates en diferentes ambientes, la forma en que usa su kosei, siempre creí que el mío podría tener utilidad parecida. Ayudar a la gente a escapar, proteger levantando escombros… o ayudando a mis padres en la constructora."
El hombre detuvo el movimiento de la pluma para verla esperando que siguiera.
"Pertenezco a la clase 1-A maldita. Tuvimos al menos dos ataques de la liga de villanos, entre esos ataques secuestraron a uno de mis compañeros y…" Volvió a ver de costado, Aizawa-sensei seguía esperando, creería que se estaba poniendo cómodo, si no fuera porque sabía que Bakugo-kun y ella eran los únicos que necesitaban que les revisaran la cabeza tras el desastre del puente Rainbow. ¿O había alguien más? "Mis compañeros… tres de ellos tienen habilidades tan sorprendentes que no puedo describirlas, Deku-kun es sorprendente, siempre va un paso más allá, siempre puede alcanzar sus metas y yo… quiero ser como él." Admitió lo último por lo bajo. "Es amable, analítico, siempre sonríe aunque duela, entrena muy duro para estar donde está."
Observó al hombre bajar la cabeza para anotar algo nuevamente.
"¿Qué hay de los otros dos?"
"Todoroki-kun es amable, aunque callado, es el hijo de Endeavor, así que es tan fuerte que estoy segura superará a su padre." De repente estalló en explicaciones sobre cómo había peleado contra Deku-kun en el torneo de la Yuei Koko, su tristeza olvidada casi por completo, al menos hasta que llegó al tercero.
"¿Por que dices que no importa?"
"Porque yo no importo realmente. Bakugo-kun está en otro nivel, a veces me recuerda al padre de Todoroki-kun. Es demasiado inalcanzable, su mejor amigo tiene un kosei para endurecer su piel, debe ser por eso que pueden tratarse sin problemas, creo he escuchado más veces 'Muere pelos de mierda' que el nombre de Kirishima en sus labios. Realmente es muy gracioso como habla y las veces que pone esos ojos y dice 'Te voy a matar, Deku' es realmente genial." Bueno, no la parte en la que amenaza uno de sus amigos, quizá tenía que ver con el hecho que sabía en el fondo la amenaza era vacía, probablemente si quisiera realmente matar a alguien ya lo hubiera hecho… como ella.
Estuvo tentada a correr a vaciar su ya vacío estómago en la papelera nuevamente, pero tras una arcada cortesía de su mente que caminaba senderos oscuros pudo enderezarse nuevamente en su asiento.
"Bakugo-san, ¿es el mismo que la atrapó al perder la conciencia?"
Lo miró sin entender un momento, cuando decía que no recordaba bien lo que había pasado lo decía en serio, sin embargo, la nebulosa cada tanto se aclaraba y podía ver los hechos.
Pasó la lengua por los labios quebrados sin saber qué responder mientras cerraba los ojos en un intento de visualizar su situación. Recordaba a Ryukyu en su forma de dragón tratando de proteger a los que evacuaban…
"¡No te muevas, Ground Zero! ¡No vas a llegar a salvarla!" Escuchaba de fondo entre los gritos y las explosiones, el puente tambaleándose a ambos lados.
"¡Vete a la puta mierda, pantaloncillos!"
"Puede ser." Admitió finalmente al tener una imagen clara de lo que pasó hace 2 semanas. "Él estaba de apoyo a otra agencia, las personas corrían en todas direcciones y yo estaba evacuando. El primer hombre vino de frente, no sabía que era Uravity, así que rápido lo tomé en una llave y lo arrojé lo más lejos que podía antes de hacerlo flotar para que no pudiera atacarnos más. Luego vino el otro por atrás y me atrapó de las muñecas… el…" Tuvo que tragar varias veces buscando sus palabras antes de seguir su historia. "El primero no dejaba de moverse y yo no podía juntar las manos para liberarlo. Creí que estaba sobre el agua… el otro me empujó contra el borde con tanta fuerza que sentí mi columna crujir y entonces…"
Era vergonzoso, entonces había rogado por alguien, quien fuera, que la ayudara. Su columna no resistiría más y el otro hombre estaba a más de 200 metros de altura, mientras más subía las náuseas le iban ganando hasta sentirse desfallecer. No era por el peso, era por la altura que había ganado, si seguía subiendo el oxígeno se haría escaso y acabaría muriendo por asfixia.
¿Por que no podía controlar su don para evitar eso? ¿Por qué seguía subiendo?
Los nervios la traicionaban, el cuerpo del otro hombre la tenía atrapada, sin siquiera detenerse a pensar en la posición o la mano desagradable que se había tomado de su muslo aprovechando el maldito traje pegado al cuerpo que tenía puesto.
"¡BASTARDO!"
"Ah, se puede decir que el tsundere de la clase llegó al rescate." Admitió con una sonrisa divertida, a la distancia de repente pudo ver a Bakugo-kun encorvarse como un mono y sus ojos rojos ganando una chispa de odio buscando la fuente de su mal presentimiento bajo la atenta mirada 'indiferente' de Aizawa-sensei. No importa cuanto deseaba parecer un maldito, al final del día siempre llegaba al rescate igual que Deku-kun.
Literalmente Bakugo había generado una explosión muy cercana, el villano siendo disparado lejos y ella con la espalda débil y la baranda floja cayendo al agua sin remedio.
Por suerte se sostuvo, pero sus nervios hacían su control inestable y sus ojos se sentían cada vez más pesados, su cuerpo no le respondía como aquella vez en la competencia..
"¡No te desmayes maldita sea, por todas las putas, cara redonda, abre los jodidos ojos!"
"Al caer empecé a perder la conciencia…" Admitió al fin. "P-perdí el control de mi kosei, el villano que se alejaba entre las nubes cayó sobre el otro cuando me desmayé por un instante." Tragó nuevamente, se sentía en una montaña rusa emocional en ese instante. "Había tanta sangre…" Finalmente murmuró.
Estaba aterrada, pero no podía renunciar ahora, había hecho una vida, tenía amigos, tenía sueños, había mucho trabajo por delante, quería ayudar a sus padres, si renunciaba a todo esto, ¿entonces qué haría?
"¿Lo ha hablado con el joven Bakugo?" Y ahí iban las preguntas incómodas.
"No creo que él lo haya visto. O quizá sí. No sé, él no es de todas esas cosas emocionales." Comentó con una risa nerviosa. "Ya sabe, es de esos chicos 'macho' y con mal caracter, no creo que quiera lidiar con mis emociones además de las suyas."
"Quizá sería una buena idea." Comentó el hombre volviéndola a mirar a los ojos.
"Claro…" Lo dejó en el aire, personalmente no quería recibir una explosión en la cara por el mal carácter de su compañero de clase.
"¿Por qué deseas ser héroe?" Preguntó de repente y de un momento a otro, el mundo que siempre vio en cientos de colores pareció cobrar una vida un poco diferente, menos colores y más definición, como una televisión recién calibrada.
¿Por qué una chica tan 'frágil' como ella quería ser héroe?
"Al principio era por mi héroe, siempre admiré a Jū-san Go." Admitió con una media sonrisa que devolvía ese brillo angelical a sus ojos. "Luego fueron mis padres. Ellos no tienen mucho, trabajan pero la compañía de construcción va mal así que quería darles ayuda." Suspiró antes de alzar la mirada al techo y luego desviarla como ya varias veces a las personas que la esperaban en la salida del gran edificio, pero por esta vez no a su compañero, si no a su maestro, recordando como lo vio pelear para defenderlos ante el ataque de la Liga de Villanos meses atrás, el rostro desfigurado, los ojos resecos, los brazos rotos al punto de parecer hechos de goma. Quería ser como él, alguien que aun en sabida desventaja hiciera frente a las dificultades, quería la misma pasión de proteger a otros, quería ser fuerte por sí misma.
"Creo que puedo ayudar."
Esa fue su firme decisión, su respuesta final, sin saber si necesitaría explicarse.
"Puedo hacerlo, quiero ser mejor, quiero llegar a los primeros puestos, no puedo detenerme, de una u otra forma hay personas que han puesto sus ojos en mis amigos y todos están haciendo lo mejor posible para defendernos, hay gente que confía en nosotros." Se extendió firme, el brillo en sus ojos mostrando a una persona que había crecido por las circunstancias pero no había perdido del todo su inocencia y deseo infantil de ser una heroína. "Quiero ser como ellos, Deku-kun, Todoroki-kun, Iida-kun también es muy fuerte… quiero demostrar que estoy a la altura."
"Admito que no es una resolución absoluta. No hay de qué avergonzarse al sentirse débil tras una situación de muerte violenta, aún así te recomendaré a un psicólogo, quiero que lo visites para consultas en los días libres, se encarga de casos como este."
Sin decir mucho aceptó la tarjeta con el número telefónico del profesional, aún no estaba segura de asistir, pero si quería que la tomaran en serio necesitaba todas las acreditaciones no solo físicas si no que mentales.
10 minutos más tarde salió con una sonrisa contenta. Su licencia seguía activa y ella podía seguir siendo…
Se detuvo un segundo, viendo a su compañero escupir fuego casi literalmente ya que sus manos estaban echando chispas y la paciencia no parecía lo suyo.
¿Ella podría seguir siendo Uravity luego de lo que hizo? No sabía sobre su nombre de héroe, pero no es como si un día pudiera simplemente dar la espalda a su kosei, era parte de ella, no podía simplemente negarlo. Pero había otras cosas que podía hacer...
"Sensei, necesito ayuda revisando mis horarios de entrenamiento." Declaró por fin, llamando por un instante la atención de sus acompañantes mientras era guiada al automóvil que los llevaría de regreso al Yuei Koko. No podía permitirse otro error así, esta vez habían sido los villanos, ¿si la próxima eran civiles? ¿compañeros héroes? ¿sus amigos?
"Revisaremos tu horarios en cuanto lleguemos." Respondió el hombre con su paso cansado y las manos en los bolsillos.
"No se puede ser un héroe con un solo truco."
Ahora que pensaba… definitivamente la ayuda de Aizawa-sensei era la que buscaba. Él era probablemente el que tuviera el kosei de menor amplitud, con mayor utilidad y que sabía como valerse sin necesidad de él, de hecho, lo vio corriendo por los cables en su enfrentamiento con Todoroki y Yaoyorozu, en una pura muestra de habilidad.
No importa si tenía un Kosei, no se sentía lista luego de lo que pasó, aún el desagradable olor a sangre y entrañas permeaba sus sentidos, la asquerosa sensación de esas manos sintiéndola a través de su traje mientras sentía su cuerpo quebrarse. Y si no podía usar con confianza sus habilidades haría lo que Gunhead le enseñó, ¡Ser más fuerte para demostrarles a todos que ella también podía ser una heroína a su manera!.
