Este fic participa en el Reto "Títulos de drabbles" del foro Días Oscuros.
Declaimer: Los personajes y la Trilogía de los Juegos del Hambre son propiedad de Suzanne Collins.
Rated: K
"Derramaron nuestra sangre, nos sucumbieron en la pobreza, nos discriminaron, nos privaron de nuestros derechos...Pero lo más importante: nos subestimaron"
Ese fue...
...SU PEOR ERROR...
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De sus ojos inocentes vi surcar las lágrimas. Y de sus manos brotaba sangre de aquellos pequeños cortes que se había hecho al caer. Ver a mi nieta llorar, a la luz de mis ojos respirar agitadamente mientras trataba de hablar entre hipidos...Era sin duda alguna:
"Lo peor del Mundo"
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— ¿Me dirás ahora por qué llorabas esta mañana Frannie? — Le pregunté acariciando su lacio cabello color carbón.
Ella negó con la cabeza y pude ver que más lágrimas amenazaban con salir.
— Sabes que puedes contarle todo a la abuela Sae, ¿No es así?
Ella asintió y respiró profundo. — Esta mañana fui al pueblo. — Me dijo en tono silencioso.
— ¡Fran! Sabes que no puedes salir de la Veta sola.
— Solo...quería caminar un poco.
Negué con la cabeza en reproche. — Por como llegaste esa caminata no terminó muy bien que digamos ¿O si?
— No.
— ¿Qué ocurrió?
— Pasé por la panadería...Y vi al señor Mellark sacar una bandeja de pan recién salida del horno.
Levanté una ceja sin comprender. — ¿Qué tiene que ver el señor Mellark?
— Olía muy rico lo que había sacado del horno...El lo dejó en la encimara de la panadería para que se enfriara y antes de guardarlo dentro del mostrador, la Sra. Mellark lo llamó y el volvió a entrar a la cocina.
Exclamé sorprendida comprendiendo lo que había pasado. — Frannie. — Ella volteó su cabeza. — Frannie, mírame. — Le dije esta vez con voz más fuerte. — No me digas que los robaste...¿Mi niña?
— Agarré dos panes calientes. — Me dijo al tiempo en que lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
— ¡Frannie! Robar es malo, y más si se lo haces a buenas personas como el Sr. Mellark
Negué con la cabeza decepcionada. — ¿Y cómo te cortaste las manos?
— Salí corriendo y me tropecé con Madge, en el piso había vidrio y me corté... ¿Qué tal si se lo dice a su papá? ¿Qué tal si el alcalde me manda a arrestar?
— Madge no es así bonita, ella es una buena persona.
— ¿Ella es como Katniss?
— Si. — Contesté sonriendo. Mi nieta le tenía mucho aprecio a Katniss.
Se formó un silenció antes de que Fran rompiera en llanto nuevamente.
— Y-yo, yo s-solo quería com-mer comer...P-pan. — Sollozó.
Mi corazón se rompió y la abracé con fuerza. Silenciosas lágrimas rodaron por mis propias mejillas. Porque por más que me esforzara vendiendo sopa a base de perros salvajes, por más que intentara darle a mi nieta una buena vida...Mi niña no anhelaba juguetes o vestidos. Mi niña anhelaba pan.
Con Fran temblando entre mis brazos, decidí que la próxima vez que Gale y Katniss vinieran a intercambiar carne por mis verduras, después intercambiaría esa carne por pan al Señor Mellark.
Porque mi niña quería pan.
