DISCLAIMER

Tengo que dejar en claro que esta historia NO me pertenece en lo absoluto la autora se llama Ange Sinistre y de hecho la pueden buscar aqui en FanFiction, desafortunadamente borró los fic que escribió hace unos años entre ellos este. Este Fic esta originalmente escrito en inglés yo sólo me dedique a hacer una traducción sin fines de lucro y mucho menos para adjudicarme la autoría de este fic, por lo tanto la traducción la trate de hacer lo más fiel al original y también deje todos los comentarios originales de la autora. Sin más disfruten de este Fic.


ANTÍPODA

Parte I: Herencia

Antípoda: Directos opuestos. De cierta manera, al menos externa, Fujino Shizuru y Kuga Natsuki son la definición de antípoda. Cuando la primera vio a esta última, pudo ver a una degenerada fuera de la ley con un desdén por cualquier cosa que podría considerarse como interacción social. Siempre con el ceño fruncido. Ella carecía de responsabilidad hacia la escuela o a cualquier otro aspecto de su vida que no consideraba importante. Era tan dura como una piedra. Cuando esta vio a la primera, sin embargo, ella vio la imagen de la belleza, la perfección y la gracia. Una sonrisa que nunca dejaba su rostro. Ella era responsable y lista a pesar de su edad. Parecía delicada. Ante las suposiciones de todos, las dos deberían haberse disgustado con la simple presencia de la otra. Su amistad desafío toda lógica, los cientos de estudiantes que asistían a Fuuka quedaban en shock al escuchar que su amada Kaichou paseaba alrededor con la terrorífica chica.

Afortunadamente, ellas admitieron sus diferentes caminos de buena manera. Kuga parecía fuerte, pero en su interior era débil y susceptible a sus demonios personales. Fujino aparentaba inocencia y sopor, pero tenía la fuerza de voluntad y la resistencia mental de un titán. De cualquier manera, llegaron a ser amigas porque sus personalidades se complementaban y perfeccionaban la una a la otra, un Yin y Yang ligeramente moderno. Eran opuestas, pero dependientes una de la otra en más de un aspecto que cualquiera de las dos hubiera admitido.

Yin y Yang transformado en amor y odio en un corto periodo de tiempo.

La mutua dependencia que se tenían y la seguridad que ellas sentían de la otra, fueron hechas añicos en el Festival. Por varios años, ellas habían sido la única confidente de la otra. La Kaichou tenía admiradores pero no tenía amigos para ella. Kuga tenía un poco menos que eso. Ninguna de las dos se dio cuenta o pudo apreciar su verdadero lazo hasta que fue demasiado tarde. Donde alguna vez se habían apuntado con bromas y burlas hacia la otra, ahora se apuntan con sus armas. No por ira. Sino por amor y compasión que solo podría haber sido después de darse cuenta de que habían perdido algo valioso para ellas.

Para Natsuki, ese algo era Shizuru. No el caparazón de mujer que se levantó en contra de ella en batalla, sino la verdadera mujer que estaba pérdida. La que más tarde sería llamada la "llave incompleta de la separación" por los imbéciles de Searrs. Shizuru pudo convocar sus armas con Natsuki a salvo y bien, pero el rechazo de Natsuki la dejo caer en el mismo estado mental en el que se encontraban Fumi y Shiho. Así, afectada por la desesperación, Shizuru fue controlada por sus instintos más básicos y sus sueños más profundamente guardados a los cuales ella tan desesperadamente se aferraba en ausencia de la misma Natsuki. La real Kaichou había perecido en el momento que Natsuki le grito con aversión, como si fuera una amenaza más que la amiga que llegó a conocer y cuido de ella a regañadientes. Ella no iba a regresar. No con Lord Kokuyou sosteniendo su cordura en su oscuro poder. Fumi se convirtió en esclava tras perder ante Lord Kokuyou. Shiho se convirtió en una renegada empeñada en eliminar a cualquiera que se hallase entre ella y Tate. Shizuru se unió a sus filas, perdiendo su alma de la misma forma que ellas habían pasado. Las HiME caídas.

Fue entonces cuando Shizuru se había ido que Natsuki comprendió lo importante que era para ella. Tan importante que Natsuki estaba dispuesta a arriesgarse hasta la muerte con tal de detener al monstruo que alguna vez fue su única y verdadera amiga. Ella pudo haber dejado que alguien más matara a Shizuru, y tener así una muerte pacifica, una muerte sin el sufrimiento del pecado de haber matado a su mejor amiga, pero eso habría sido una injusticia por parte de Natsuki. Nadie más tenía el derecho de tomar la vida de Shizuru o la suya. Ella sabía que no había marcha atrás ese día. En cualquier escenario, ella estaba muerta. Shizuru derrotada y ella sería la siguiente. Ese fue el choque de su lazo y un aspecto al cual ella estaba dispuesta a enfrentar. De la presencia de Shizuru emanaba un inmenso poder que Natsuki nunca antes había enfrentado. El cual era abrumador. La batalla, los gritos, el rugir de sus Children, el preludio final ante su muerte mutua, enlazadas en los brazos de la otra.

… Y luego, la segunda parte.

Natsuki realmente lo entendió, por lo menos hasta cierto punto. Ella era una persona vengativa pero no una sin razón y sin duda no hacia ella. Viendo a Shizuru sin esa mirada pérdida sobre ella una absoluta expresión muerta, fue alivio suficiente. Esa fue la prueba de que el alma había resucitado junto con el cuerpo. No había mucho tiempo para pensarlo, por supuesto. El fin del mundo y la sentencia inminente de Mai fue primordial en ese preciso momento. Fuego, metal, destrucción. Todo había terminado tan pronto como comenzó. La estrella se había ido. La maldición de las doce princesas fue rota para siempre. Todo el mundo estaba vivo y con una restaurada fuerza por vivir. Un final feliz. Ella y quizás Nao, estaban enfermas por tales creencias. Por esas creencias y romanticismos.

Tan sólo dejando la parte difícil. Las consecuencias. Natsuki comprendió y perdono. Pero ese fue el límite de sí misma. Sus lazos compartidos como HiME eran la prueba de una anterior amistad; una que no existe más. La paz y la seguridad no duraron mucho, y mientras Natsuki era amada por ella, ya no se sentía a gusto en su presencia. Al menos no todavía.

2-Abril-2009

Eran las tres de la mañana en la noche de la fiesta de graduación en el karaoke. Shizuru y Natsuki estaban apoyadas la una en la otra en su intento por encontrar el camino al estacionamiento después de haber bebido bastante, tambaleándose, tropezándose y maldiciendo. Hasta que perdieron energía. La fiesta de graduación de Midori era algo para recordar, pero estaban seguras que no serían capaces de hacerlo por la mañana. Quizá eso era lo que pretendía Midori con sus fiestas. La maestra probablemente tuvo miles de maravillosas historias que contar, pero era una lástima que no pudiera recordar ninguna de ellas. La moto de Natsuki y el viejo y estropeado auto de Shizuru podrían ser recogidos más tarde, sin embargo Natsuki juro que si alguien tocaba la moto mientras ella estuviera durmiendo por la resaca iría a perseguirlo y a hacerle pagar.

Yukino llamo un taxi, gracias a Dios. Por lo menos Natsuki no tuvo que lidiar para detener uno. Hacerle la parada ya era demasiado en ese momento. De por sí ya era bastante difícil mantener la cara de Shizuru lejos del asfalto mientras trataba de mantenerse en pie. Natsuki había tomado más sake de lo habitual, en un intento por calmar sus aún estresados nervios. No es que fuera mucho, solo no tenía mucha resistencia para el alcohol.

Shizuru, por el contrario, era una historia muy diferente. Ella había estado bebiendo vodka y whiskey toda la noche con pocos descansos y ciertamente los chasers que ella había tomado no eran para nada fuertes. "Los chasers son para cobardes" Shizuru grito una vez estando ebria, de la manera menos "presidencial" posible. La mujer de Kioto apenas si podía estar de pie. De hecho, ya no lo estaba. Se desplomo, sus piernas fueron incapaces de seguir manteniéndola de pie. Ella no se había desmayado, o si?

"Oi" Natsuki sacudió a Shizuru, después de haberla estado llevando encima de su hombro, como la madre de un cachorro que se aferra a su cuello. La sacudió de nuevo después de escuchar un leve gemido. "Oi estás ahí Shizuru?"

"Ara, veo la gravedad". Las manos de Shizuru se fueron extendiendo hacia el suelo, sus dedos se estremecieron mientras trataba de llegar a lo que fuese que vio.

Natsuki gruño diciendo sus palabras cuidadosamente para no empezar a hablar como Haruka. "No, no puedes. Estas ebria. La sientes.

"Que es lo que veo entonces?"

"Es tu zapato" La motociclista dijo después de haber seguido la mirada de Shizuru, aunque su cabello había cubierto gran parte de su rostro. Shizuru levanto su pie haciéndolo girar por un tiempo, quedando hipnotizada por su zapato negro.

"Ara, así que eso es"

Teniendo más que suficiente de eso, Natsuki tiro del brazo de Shizuru por encima de su hombro y se puso de pie. Shizuru dejo salir un ruido un poco sorprendida ya que su cabeza se había tambaleado por el repentino ajuste. No había sido la primera vez que tenían que ir a casa en taxi después de una noche de copas, ya lo habían hecho en esta sección de la cuidad en más de una ocasión, utilizando la identificación falsa de Shizuru. Oh, sí, la pequeña e inocente Kaichou tenía algo de chica mala. Fue ella quien indujo a Kuga a la bebida, actualmente, la motociclista no estaba nada cerca del nivel de tolerancia de alcohol de Shizuru. La mujer de Kioto siempre se las arregló para no llegar a beber más allá de sus niveles de tolerancia.

Natsuki ciertamente no estaba de humor para tratar esa noche con Shizuru. Ella solo había ido por la insistencia de Mai. Ella pretendía ir directo a casa sin tener que cargar con la mujer que ahora la hacía sentir incomoda, pero el destino quiso que ellas repitieran la misma escena familiar después de todo. Shizuru se desmayó a medio camino inclinándose en ella para apoyarse. Natsuki suspiro. Todo el tiempo ella intento no recordar los sentimientos de Shizuru lo mejor que pudo. Y ahora con su brazo por encima de la motociclista en un agarre de acero, se sintió como si fuera a caer en un ataque de pánico.

Se podía ver el taxi a la distancia, Natsuki dio un codazo a Shizuru para que prestara atención. "Mira Fujino, nuestro viaje está aquí".

"¿Nos vamos a casa?" Oi.

Natsuki suspiro y empujo a Shizuru hacia el taxi ahora detenido. "Sí. Nos vamos a casa. Disfrutaste de estar con nosotras, estas ebria. Dios, incluso peor que Midori."

Shizuru alzo sus brazos en señal de victoria, pero eso solo empeoro aún más la situación. El agarre de Natsuki se resbalo y ella automáticamente reajusto sus brazos agarrando a la alta chica alrededor de sus costillas lo más firme que pudo. Con un gran esfuerzo, Natsuki literalmente la empujo y arrojo al asiento trasero del coche, y fue entonces que se encontró con un dilema. Si se iba con Shizuru, lógicamente dormiría con ella en su departamento. Después de todo, ya se encontraba algo dormida. Por otra parte cualquiera que haya sido la molestia que encontró al estar junto a Shizuru, fue dejada a un lado por su amabilidad. El conductor tal vez no tenía tanto deseo por arrastrarla hasta el condominio de departamentos – o en otras palabras- él estaba tan impaciente, ah, demasiado impaciente.

Por lo tanto, Natsuki cayó detrás de Shizuru quien ya estaba dormida en el otro asiento. Con unas simples instrucciones al conductor para tomar el camino hacia la dirección indicada, Natsuki peleo por mantenerse despierta por los siguientes veinte minutos de camino. Una vez que el conductor llego, Natsuki se sumergió dentro del bolso de Shizuru sacando todo el dinero que necesitaba. Tal vez un poco más. De verdad no se fijó en eso. Arrastró a Shizuru un piso arriba, la mujer semiconsciente apenas la había ayudado a subir hasta donde Shizuru había vivido por el último mes o dos, teniendo que encontrar un lugar después de que la Academia la echara de los dormitorios para dar paso a los nuevos estudiantes, usando el dinero que había ahorrado de varios trabajos temporales a lo largo de los años.

Era un apartamento pequeño en mal estado en una de las más remotas secciones de la cuidad. En total contraste a la digna mansión en la cual se rumoraba vivía; un rumor que seguramente lo había iniciado su club de fans en algún punto. Haruka y Reito eran los únicos lo suficientemente ricos para eso. Shizuru no era tan rica como su personalidad hacía suponer. Era un apartamento barato que era menos impresionante que el de la misma motociclista, Natsuki no perdió le tiempo en cerrar la puerta de detrás de ellas y encaminar a Shizuru hacia su cama, agradeciendo de no tener otra puerta en su camino.

De manera brusca dejo caer a Shizuru en la cama y arrojo al azar algunas partes de las mantas sobre ella.

Sin detenerse a pensar o esperar que Shizuru dijera alguna broma pervertida acerca de que Natsuki tuviera que ir a la cama con ella como era su costumbre, la mujer ruda se tumbó en el sofá esencialmente cayendo en él. Reclamándola el sueño inmediatamente.

Tal vez porque su mente reconoció que se había quedado en la casa de la mujer quien conocía de sobra, el hecho de que tuvo que romper severamente sus lazos de amistad, se encontró así misma encerrada en una pesadilla. Las manos recorrían sus partes al descubierto y su estómago. Una fría respiración soplo sobre su hombro. Ella no pudo decir si estaba medio despierta o soñando y eso lo hizo todo aun peor. Los dedos descendieron por su espalda y las uñas se enterraron en su carne. Una respiración hambrienta y desesperada hacía eco en su oído. No había nada sensual en ello en lo más mínimo. Nada era cálido o sensual. Era frio, distante y aterrador. Los pulmones de Natsuki se detuvieron con temor, temiendo que su visión del Festival tomara lugar una vez más, giro su brazo y arremetió contra el agresor.

Natsuki despertó abruptamente inhalando un poco de aire, dándose cuenta de que había golpeado el respaldo del sofá, golpeando a la nada. Su respiración entrecortada y su mente se recuperaron del sueño, giro su mirada a la cama detrás de ella, donde seguía durmiendo Shizuru, en gran parte en la misma posición que ella había estado cuando Natsuki la dejo. Poniendo una mano en su adolorida cabeza, Natsuki se sentó y saco sus piernas por el costado, plantando sus pies en el piso de madera. Estuvo sentada por varios minutos. Solo un sueño. Solo un sueño…

La motociclista se levantó con un gruñido y observo a la única ocupante de la cama. Shizuru estaba dormida, se miraba apacible y contenta, dejando escapar solo un ronquido después de treinta segundos de que Natsuki la observara fijamente. Natsuki miro su forma de dormir, pero no por nostalgia. Más bien estaba evaluando científicamente a la chica relajada. Podía confiar en que Shizuru no actuaria de la misma manera de nuevo, o no podía? Sí. Podía confiar en eso. Pero eso no cambia el hecho de que se sintiera tan malditamente sucia. Y era por eso que, aun odiaba a aquella mujer. Ella no tenía ningún derecho.

Lo que era peor, se odiaba a si misma por continuar cuidando de alguien que quería poner seis metros bajo tierra.

A la mierda. Tenía que salir de ahí. Giro sobre sus talones y se dirigió hacia la puerta, deteniéndose solo para tomas dos aspirinas de uno de los cajones de Shizuru para ayudar a tratar su terrible dolor de cabeza. Cerrando la puerta suavemente detrás de ella, para no despertar a la otra mujer, camino de regreso a los elevadores. Prefirió hacer una bastante larga caminata a donde se había quedado la motocicleta la noche anterior, esperando que el aire de la mañana le ayudara a aclarar su mente y reponerse de su dolor de cabeza. No tenía dinero para un taxi.

Natsuki se subió a su moto después de una caminata de una hora y se puso en marcha. El sonido de la moto usualmente la motivaba. Ahora, con su resaca, solo sirvió para irritar aún más su condición.

La odiaba por lo que hizo. Se sintió violada y sucia. La odiaba porque continuaba cuidándola, pero ella lo hizo. Ese aspecto de su relación que no podía negar. Y fue por eso, que lo intentaría.

"Vamos a Moscú."

La petición fue tan simple como sugerir una tarde de paseo por el parque. Shizuru ni siquiera se exalto por algunos momentos. Ella dejos sus palillos al lado de su plato de comida y se miro con calma a su tía. Tanya Dragunova le devolvió la mirada con los mismos ojos rojos en una inquisitiva mirada. La mujer apenas si parecía un poco mayor que Shizuru, debido a sus características físicas idénticas, a menudo era conocida por ser espontánea y escandalosa. Así como Shizuru, no estaba tan sorprendida por la petición como quizás debió de haber sido. Está bien. Vamos a entretenernos con esta tonta idea de complacer a los cosacos rusos. Shizuru pensó para sí.

"Para qué?" Shizuru pregunto.

Su tía le dio una inocente sonrisa y respondió con: "Piensa en esto como un regalo de graduación. Conoces bien acerca de Kioto y su cultura por tu padre, pero nunca viste donde tu madre o yo crecimos. Se trata de un largo viaje requerido, creo yo. Te mostrare el Kremlin y la Plaza Roja y te enseñare a burlarte de la mafia de matones del centro sin que te vuelen la cabeza. Será divertido. Que dices?".

Shizuru sonrió genuinamente y se encontró perdida en sus pensamientos. Tanya fue su única guardiana, así que supuso que no tenía elección, a no ser que estuviera muerta, y que sería grosero rechazar un obsequio. Su preocupación se encontraba en su situación económica. La familia Fujino era rica. Pero ella no estaba asociada con ella desde la muerte de su padre desde hace diez años. Todos los fondos fueron ocupados. Solo Tanya tenía mucho que darle. "No lo sé. Es un bonito gesto pero puedes…?"

"Si, puedo pagar por eso. Lo principal serían los boletos de avión. Podemos quedarnos en la casa de tus abuelos en las afueras de la cuidad." Tanya noto que Shizuru seguía indecisa y sonrió con complicidad. "Sé que solo los haz visto una o dos veces y Rusia puede ser un poco intimidante. Te gustaría traer a Natsuki con nosotras? No hay problema".

Ah, pero no podía. Darse un tiempo era probablemente lo más esencial en este punto. Eran amigas, por supuesto… pero Shizuru tenía muy claro el mensaje que no sería nada más que eso. Que era lo más correcto, ciertamente. Shizuru estaba contenta de que Natsuki no la odiara. Que era aún más de lo que podía pedir. En cualquier caso, lo mejor que podía hacer era alejarse- para acostumbrarse a no tener a Natsuki alrededor siempre. Fuuka, siendo franca, le traía muy malos recuerdos que no quería volver a recordar. Ella se había graduado. No tenía por qué volver. Podía volver a Kioto con su tía.

"Si, supongo que será un viaje interesante. Vamos. Solo tú y yo". Dijo Shizuru al fin.

Tanya estaba un poco sorprendida de que Shizuru prefiriera no llevar a la joven chica con ella, y también algo decepcionada. Natsuki se había convertido en un miembro de la familia en los últimos años. Al igual que otra sobrina. Pero prefirió no preguntarle. Quizás tuvieron una riña. "Hare los preparativos finales, entonces. Espero que recuerdes tu ruso después de tantos años de este absurdo japonés".

Shizuru rio entre dientes. "Da, ya ponimayu po russki. No te preocupes. Ha sido un tiempo, pero creo que puedo hablar lo suficientemente bien para arreglármelas".

"Bien, porque ya he comprado los boletos". Tanya dijo sonriente. Por supuesto que los tenía. Shizuru debió esperar eso. "Nos vemos en dos días. Así que empaca. Va a ser un viaje de dos semanas. Ah… y una cosa más…"

"Si?"

"Lleva un buen abrigo". Tanya saco unos billetes de su cartera y los coloco dentro de la funda que contenía la cuenta del lugar donde se encontraban. Se puso de pie, de igual forma Shizuru. "Necesito regresar a Kioto esta noche. Te llamare más tarde, de acuerdo?".

Shizuru sonrió tímidamente, como si no fuera digna del gran cariño de su tía. "Spasibo".

Se puso de pie y tiro de la mujer mayor en un fuerte abrazo, pareciera que estuviera contenta de estar ahí por un momento. Tanya no retrocedió, pero puso una mirada confusa dentro de sus delicadas facciones. Shizuru era una chica dulce, por supuesto, pero sus maternales instintos parecían decirle que aquel abrazo no era enteramente por la apreciación del viaje. Parecía como si se aferrara más a ella con el abrazo. Entonces, Tanya envolvió con sus brazos a la joven chica y se echó a reír, aunque un poco nerviosa.

"Por otro lado, mostrar tus debilidades no será productivo. Rusia es conocida por sus hermosas mujeres. Probablemente te distraigas". Tanya acabo después de un momento, alborotando el cabello de Shizuru como si se tratase de una pequeña niña.

"Ara, eres mi tía favorita".

Cuando aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Domodedovo, Shizuru finalmente se decidió por sacar su celular mientras ella y Tanya esperaban un taxi. Dio unos pasos lejos para darse un poco de privacidad, su tía permanecía en el lugar para llamar al taxi cuando llegara. No le dijo a nadie a cerca de su viaje, sobre todo porque ya no tenía ninguna obligación con nadie. Todo lo que quedaba era informar a cierta persona, quien estaba siendo mutuamente evadida. En los dos días que Shizuru tomo para prepararse para el viaje, ni ella ni Natsuki hicieron el esfuerzo de hablar con la otra. Pero si la chica llegara a buscarla, sería prudente que le dejara algún mensaje.

Natsuki no contesto su teléfono, así que le dejo un mensaje rápido. "Estaré de vacaciones por dos semanas, Natsuki. Estoy en Moscú de momento, visitando a mi familia como regalo de graduación. Si necesitas contactar conmigo, voy a tener mi celular conmigo. Adiós".

Dudaba de que su amiga requiriera hablar con ella en ese tiempo, pero era mejor prevenir que lamentar. La motociclista tenía una tendencia a ser un poco… molesta, diría uno, sobre sus repentinas e inexplicables desapariciones, tanto así como si hablara o no con Shizuru en ese tiempo. Regresando su celular a la bolsa de su abrigo, camino de regreso con su tía, quien tenía una mirada un poco decepcionada.

"Hola. Estoy de vacaciones. En el otro lado del continente. De cualquier forma, ya estoy aquí". Se burló Tanya. Ella suspiro y dijo: " Ciertamente mantienes al tanto a tus asociados de tus partidas, no es así?".

"Ara, ella no puede protestar si ya estoy aquí o no?". Un argumento bastante bueno.

Un taxi pasó y Tanya le hizo la parada. El conductor se detuvo y ayudo a las mujeres a meter el equipaje en la cajuela. Ambas se sentaron en el asiento trasero y Tanya comenzó a dar órdenes para tomar el camino hacia la casa de los abuelos de Shizuru. El conductor y Tanya tuvieron una pequeña charla con una Shizuru desesperada, aunque no lo mostro exteriormente, tratando de mantenerse y seguirles con su deficiente percepción del lenguaje. Que no estaba funcionando tan bien. Algo acerca del parlamento y los cachorros, pensó.

"Shizuru". Tanya finalmente hablo, volviendo de nuevo al japonés para mantener la cordura de su sobrina. "Te han gustado los sitios de la cuidad hasta ahora?".

Shizuru se detuvo y volvió la mirada hacia la ventana. Ciertamente no era como Kioto, de eso estaba segura. O incluso Tokio. "Parece… concurrido. Una combinación de lo viejo y nuevo, gente corriendo de un lado a otro por todo el lugar. Es más grande de lo esperaba".

"Hubo un montón de construcciones en los últimos años", explico su tía. "Se ve muy diferente para mí. Han pasado siete años, creo, desde la última vez que estuve aquí".

Había una mirada de nostalgia, esa combinación de alegría y tristeza, en el rostro de su tía, Shizuru la observo por un largo rato antes de que regresara su mirada hacia el horizonte y el paisaje exterior. El viaje fue de una media hora desde que dejaron la autopista principal a las afueras de la cuidad. Cuando llego el punto en el cual las casas estabas separas por una considerable cantidad de tierra, el taxi se introdujo dentro de un camino parcialmente libre de nieve deteniéndose. Las dos esperaron a que el conductor les abriera sus puertas antes de tener que lidiar con el equipaje.

Tanya pago al conductor y la pareja se encamino hacia la casa. Su tía saludo a tres hombres que bajaban por la escalera principal, de la casa principal y venían a ayudar con el equipaje. Ellos y Tanya empezaron a charlar entre ellos tan rápido que Shizuru no pudo mantenerse al tanto de cada uno por mucho que lo intentara. Ella reconoció al señor mayor como su tío y el hijo pequeño de la generación de su madre, Mikhail, quien tenía rasgos más oscuros que Shizuru o Tanya. Los otros dos, más jóvenes, debían de ser sus hijos y primos de Shizuru.

Uno de sus "teóricos" primos ofreció su mano y sugirió llevar la maleta más grande. Ella se la entrego con una pequeña y cortes reverencia. Conociendo vagamente sus antecedentes japoneses, él le devolvió el gesto, como creyó apropiado. Esperando aprender por lo menos su nombre, ella pregunto: "Kak vas zovut?".

Él sonrió cortésmente, al igual que sí Shizuru estuviera conociendo a un desconocido, y contesto: "Taras".

"Shizuru". Ella lo saludo con la mano libre y los dos cayeron en un incómodo silencio mientras los otros continuaron con las bromas. Él se volvió y comenzó a hablar con su hermano por unos momentos. Fue su tía quien hablo con Shizuru de nuevo, volviendo al japonés una vez más.

"Recuerdas que tan, ah, agresivos eran tus abuelos, cierto?. Cuando empezaban a pelear los dejábamos seguir. Ellos se detenían en pocos minutos. Eso sí, nunca, y lo digo enserio, nunca te veas envuelta porque nunca volverás a ser una mujer libre otra vez, entendido?". La mirada de Tanya era una súplica. Oh, sí, Shizuru recordó. Aquellos locos ancianos riñendo y maldiciéndose uno al otro como nunca los había visto ella. No era de sorprenderse que lo primero que ella había aprendido en ruso fueran vulgaridades. Pero era una relación amorosa. Algo salvaje. Quizás fue por eso que la aristócrata y conservadora familia Fujino nunca aprobó el matrimonio de su hijo con Milena, "la mujer bárbara rusa".

"No te preocupes, tengo un recuerdo diferente de ellos y de su desgastante guerra amorosa", aseguro Shizuru.

Tanya sonrió. "Bien. Ahora, probablemente nosotros nos hablemos en ruso usualmente. Si te pierdes, entonces dime. Estarás siguiéndonos, no es así?".

No. "Por puesto".

El grupo continuo la charla entre ellos mientras se acercaban a la casa. Ella se las arregló para captar algunas palabras, pero la mayor parte, se perdió por completo. Supuso que se acostumbraría después de un día o dos. Sonrió. Oh, si su club de fans pudiera verla ahora! La sabia y siempre prudente Fujino Shizuru sentía como su mirada iba y venía con una cara de pánico leve mientras trataba en vano seguir la conversación en aquel idioma. Ella estaba haciendo todo lo posible para mantenerse cuerda y en calma, sin embargo, su expresión caía dentro de la neutralidad.

Cuando la puerta principal de la casa se abrió de par en par, un hombre mayor grito un saludo a Tanya, tirando de la mujer dentro de un abrazo con una carcajada. El abuelo Iván. El prosiguió, después de saludar a su hija, a ver a los primos de Shizuru y les bramo por no haber tomado todas las maletas de la chica. Inmediatamente, Shizuru sintió como su pequeña bolsa le era arrebatada de las manos por uno de los hombres, quien estaba de pie, como un soldado. Una voz de adentro parecía estar discutiendo, la abuela de Shizuru daba unos pasos hacia la entrada.

Ella golpeo a su esposo en la parte trasera de la cabeza, y dijo una palabra en ruso que Shizuru aprendió años atrás: "Imbécil".

El tono de voz de la abuela Nadia paso de ser severo a dulce al tiempo que terminada de regañar a su esposo para abrazar a su hija menor. El par intercambio dulce palabras por algunos minutos mientras el hombre colocaba el equipaje dentro. La mirada penetrante de Nadia cambio hacia Shizuru y la mujer rusa, quien prácticamente gritaba en presencia de Tanya, bajo varios niveles en términos de emoción. Ella obviamente estaba encantada de ver a Shizuru crecida, pero tal vez…

"Te pareces mucho a tu madre", Shizuru se las arregló para descifrarlo claramente. Nadia había hablado lentamente para adaptarse a la falta de familiaridad de Shizuru con el idioma. La usualmente extrovertida Kaichou repentinamente se encontró a si misma con la guardia baja ante tal comentario, titubeo mirando hacia el suelo cubierto de nieve antes de encontrarse en un inesperado abrazo. "Es bueno verte, después de todos estos años".

"Gra- gracias", respondió Shizuru en ruso. Su abuela la tomo por las manos y la llevo adentro, Tanya las siguió detrás. Shizuru fue llevada a la sala de la rustica y encantadora casa, donde su abuelo y su tío se encontraban por el momento.

"Estoy muy encantada de que accedieras a venir a casa con tu tía Tanya", dijo su abuela y las dos tomaron asiento en el sofá, mientras que Tanya se aventuraba en una habitación de nuevo a molestar a sus sobrinos. Por mucho que ella tuviera una emergencia con el japonés para sacarla de apuros. Shizuru forzó sus oídos para escuchar, sonriendo todo el tiempo. "Ha pasado mucho tiempo desde la ultima la vez que te vi. No puedo creer lo mucho que has crecido. Te ves como una mujer joven respetable".

Shizuru agradeció una vez más seguido de: "Tía Tanya me ha hablado mucho de ti. Tú fuiste… fuiste una Bruja Nocturna?".

A mediados de la segunda guerra mundial, las Brujas Nocturnas fue un escuadrón femenino ruso de bombarderos que operaban durante la media noche. Sus aeronaves fueron biplanos creados en los años veinte, de todas las cosas, el escuadrón escucho por primera vez su nombre de los alemanes, quienes las llamaban con miedo. La abuela de Shizuru fue una de las piloto, de acuerdo a Tanya, quien regreso a la sala justo cuando Nadia reía cariñosamente con la mención de ese nombre.

"Si, lo fui y sigo siendo una bruja de acuerdo con el calvo viejo de ahí. Tanya le has dicho a esta joven mujer hermosa fantásticas historias de la guerra patriótica?". Pregunto Nadia.

"Solo algunas que no eran muy obscenas". Tanya contesto ocasionando que su abuela se riera otra vez. Sus ojos miraron hacia el hombre silencioso y decidió que eso no era adecuado.

"Papa, di algo".

"Algo".

"Baka".

"Que?".

Tanya sonrió satisfactoriamente. El dominio de otro lenguaje era a menudo una cosa hermosa. Tanya tomo asiento en la mecedora cerca de la chimenea y simplemente parecía contenta de mirar a Shizuru interactuar con sus familiares. Sin embargo, la chica seguía sin estar a gusto con el idioma, cayendo en silencio. Lo cual significaba que uno de los hablantes nativos tuviera que romperlo. Ese había sido Mikhail, quien no podía estar tanto tiempo callado. Miro hacia Shizuru y Tanya desde su posición al lado del fuego y dejo de hurgar en ella el tiempo suficiente para decir: "Entonces, acabas de graduarte? Como te fue?".

"Estuve en el lugar noventa y tres de mi clase", dijo ella simplemente. Si ellos hablaran japonés, pudo haber sido más elaborada, pero no sintió la confianza de hacerlo en su idioma. "También fui la Kai- la presidenta de estudiantes en mi último año".

"Escuchaste eso, Taras?". Mikhail le grito a su hijo menor quien parecía un año más joven que Shizuru. "Deberías poner mayor esfuerzo en tu carrera escolar".

Hubo un incoherente, claramente negativo grito de protesta de uno de los cuartos traseros. Nadia poso su mano en la cabeza y suspiro. "No uses un lenguaje inapropiado en casa de tu nana, chico".

"Bah, estará bien". Su abuelo argumento.

"Cállate, viejo gruñón hijo de puta". El grosero lenguaje no era permitido a menos que fueras Nana, aparentemente. Ella era una maestra certificada en maldecir. Shizuru se encontró sonriendo satisfactoriamente con un poco de diversión con su cambio. La tía Tanya inmediatamente empezó a figurar un corte a su cuello con el dedo en forma de advertencia hacia Shizuru para detenerse antes de que se dieran cuenta de que era una candidata para participar en su riña. Así que ella puso una mirada neutral. Afortunadamente, tuvieron una interrupción desde la cocina, después escucho a un primo pisoteando dentro de la casa.

"Papa!".

"Que?". Mikhail grito, atizando el fuego para que entrara en calor.

El hermano mayor llego a la sala, quitándose la nieve de su abrigo negro. "Necesitamos ir al tejado a surfear. Mas nieve está cayendo y necesitamos perder peso".

" Surfear en el tejado?". Mikhail se paró y agarro de nuevo su abrigo. "Si, correcto. Dile a tu hermano que traiga la escalera".

"Esperen, quiero ayudar". Tanya se paró con una sonrisa infantil. Giro hacia Shizuru, a la joven no le gusto el brillo travieso en los ojos de su tía. "Shizuru tú también".

"Ara, que es…?"

"Sera divertido, anda ven". Tanya la empujo hacia la cocina, y por lo tanto hacia la puerta trasera. "Deja tu celular y todo lo demás que traigas en la mesa, solo por si acaso".

Shizuru dejo su teléfono en la mesa del café de la cocina y le dio a si tía una mirada inquisitiva. La mujer mayor parecía decidida a no decir nada hasta que estuvieran afuera. Señor, era esto lo que Natsuki sentía cuando Shizuru se burlaba de ella?. Ellos comenzaron a acomodar a Shizuru afuera, sus abuelos los despidieron y les dijeron que se divirtieran. Shizuru los siguió afuera en el frio, la nieve caía sobre su cabello mientras que ellos caminaban a un lado de la casa, el tejado estaba cubierto de una gruesa capa de nieve. Taras volvió con la escalera, Mikhail dirigió a todos al tejado. Tanya fue la última, asegurándose de que Shizuru subiera la escalera. Sus botas crujían cada vez que pisaba la nieve, batallo para mantener su equilibrio en la estructura bastante empinada.

La familia se alineo a lo largo del tejado, cerca de la mitad, Shizuru se alineo entre Mikhail y Tanya. Ambos la tomaron de las manos, ella parpadeo en confusión. "Tía Tanya…?".

"El objetivo es deslizarse en la nieve suelta para que caiga en la tierra". Explico Tanya en japonés. "Nosotros montaremos con esto. Es divertido. Solo agárrate fuerte".

"Listas?". Mikhail pregunto. El comenzó a deslizarse con sus pies a lo largo de la nieve, su hijo también. "De acuerdo, vamos".

Los cinco restantes comenzaron a intentar despejar la nieve, Shizuru los observo y siguió a los otros. Después de varios intentos, la nieve comenzó a deslizarse, Shizuru batallo para mantener sus pies para que no cayeran por debajo de la nieve. Sintió que perdía el control de su cuerpo, y sus manos se abrazaban a ella fuertemente dramáticamente al igual que los otros. Ella poco a poco literalmente empezó a surfear en el tejado mientras la nieve se deslizaba, algunos de ellos gritaron de emoción mientras caían del tejado dentro de las pilas de nieve debajo en la tierra. Shizuru se perdió en un torbellino de color blanco y frio.

Unos segundos después, saco su cabeza de debajo de la pila de nieve, sacudiendo la capa blanca de su cabeza. Ella se veía como si fuera una niña de cinco años atrapada en un banco de nieve. Taras y su hermano Alexei se carcajeaban hasta más no poder, Mikhail escalo afuera de su pila de nieve con una sonrisa en su cara. Tanya fue arrastrándose por debajo de toda la nieve, levantándose y exclamando que esperaba hacerlo otra vez. Locos. Todos estaban locos. Esto contrastaba totalmente con el lado familiar de su padre. Pero ella no se quejó de eso en lo absoluto.

"Oh, vamos". Dijo Tanya agarrando a Shizuru por el cuello y tirándola fuera de la nieve. Por alguna razón, se sintió familiar. Su tía reía. "No fue divertido? Ni un poco?".

Shizuru se encontró a si misma riendo. "Sí. Si lo fue".

Alexei, el primo un poco mayor que ella, se dirigió hacia un pequeño cobertizo en el patio trasero, "Papa, podemos tomar las motonieves para dar un pequeño paseo? Podemos llevar a Tanya y a Shizuru con nosotros si ellas quieren".

Motonieve? Eso… eso es una motocicleta con aspas, no es así? Ella sabía hacerlo. Era maravilloso en realidad. Estos idiotas rusos eran lo suficientemente activos para mantener su mente libre de toda indeseable emoción. Eran unas magníficas vacaciones. Entonces, después de dejarles unas pocas palabras a sus abuelos, Shizuru se sentó en la parte trasera de la motonieve, abrazando a Taras mientras corría por la nieve. Familiar, pero lo suficientemente divertido para que ella no pensara en nada negativo.

Solo deseo haber recordado tomar su celular con ella. Comenzó a sonar mientras los miembros más jóvenes de la familia estaban ausentes, sus abuelos lo observaron y después observaron al otro.

"Alloh?".

Natsuki comenzó a adentrarse en una completa confusión. Ella había marcado el numero correcto, cierto? Tenía la certeza de que debía ser un familiar de algún tipo. Una rusa. Una que probablemente no hablaba japonés, pero ella lo intentaría de cualquier manera. "Quién es?".

"Eh?".

"Esta ahí Shizuru?".

"Shizuru? Ah… Ella escucho farfullar una conversación en ruso en el fondo.

Natsuki trato desesperadamente de recordar el ruso que había aprendido de Shizuru en los últimos años. La había escuchado hablar con su tía antes, usualmente para burlarse de la motociclista sin que ella lo supiera y le había enseñado algunas frases. Por otra parte, tenía un poco de miedo de intentarlo. Ella no quería hacer el ridículo con cualquiera de los familiares de Shizuru. Por la edad de la voz, la mujer que hablaba parecía más como una abuela o una tía mayor. Ella retuvo su respiración por un momento y se aventuró dentro del reino del extraño lenguaje.

"Um, menya zovut Natsuki Kuga". Se autopresentó.

Fue en gran parte desconocida, sin embargo. La abuela de Shizuru se envolvió en una conversación, o más bien discutía con la otra persona en la habitación. Natsuki se sentó y escucho por varios minutos, el lenguaje era muy avanzado para ella que ni siquiera comprendía algo. Meditaba si colgar o no, pero por alguna razón se sintió forzada a escuchar la discusión.

"Babajaga". Un hombre en el fondo.

"Durak. Zachroy rot". La mujer otra vez.

Bueno, había sido suficiente de eso. Natsuki grito "Dosvidanya! Prastite!"

Con una despedida y una disculpa, Natsuki colgó el teléfono y suspiro. Tal vez intentaría más tarde. Por otra parte, se sintió muy culpable por haber interrumpido sus vacaciones tan pronto. Ella había estado evadiendo a Shizuru por unos días, seguía incomoda, pero finalmente se derrumbó el día del viaje, esperando hablar con alguien más que fuera Mai o los otros por un tiempo. No tenía nada en contra de la pelirroja. Sólo… no era lo mismo. No se molestaban entre ellas, por supuesto, pero el ingenio y el humor no eran exactamente igual. Después de acostumbrarse a la presencia de Shizuru todos los días, una larga separación, a pesar de que todavía tuviera reparos en estar cerca de ella por mucho tiempo, no era algo que esperara con interés.

Natsuki volvió a jugar videojuegos en su apartamento en Fuuka. Le habían ofrecido el viejo dormitorio de Shizuru en la Academia, pero lo rechazo. Estaba acostumbrada al suyo. Además, el lugar aún tenía la presencia de Shizuru. Olía a ella. Se sentía como si la Kaichou no se hubiera ido. Aunque había sido confortable durante cierto tiempo- ahora quizás- era algo abrumador. Su departamento estaba bien. Después de una hora, el teléfono sonó otra vez y Natsuki contesto.

"Hola?"

"Natsuki". Shizuru confirmo. "Llamaste a mi teléfono hace un rato? Lo siento, esa fue mi abuela".

"Si, lo hice. No te preocupes acerca de eso, aunque probablemente no debería estar molestando". Natsuki pauso su juego y dejo el control, recargándose en la silla. "Gracias por avisarme acerca de tu viaje a Rusia, de cualquier forma".

"Fue una cosa del momento. Tu sabes como es mi tía". Explico Shizuru. "Ha sido un buen viaje hasta el momento, creo. Acabo de regresar de la motonieve. Probablemente más tu tipo de actividad que mía, pero fue divertido. Incluso me dejaron manejar un rato".

"Oh? Te volcaste y estrellaste la parte trasera de la motonieve como hiciste con cierta motocicleta dos años atrás? Natsuki dijo resentida, recordando su pobre vehículo que una vez le dejo a Shizuru intentar manejar. "Aunque, motonieve? Eso es bastante impresionante. Frio pero impresionante".

"Ara, he mejorado desde entonces. Debes dejarme intentar con la motocicleta otra vez cuando regrese". La voz de Shizuru fue absolutamente divertida.

Natsuki sonrió, pero mantuvo su tono irritado. Cualquier disgusto que tuvo con la mujer había desaparecido, gracias a Dios. Quizás fue la distancia y el hecho de que era por teléfono y no cara a cara. "Te dije que eso no volvería a pasar. De todos modos, disfrutas del lado familiar materno entonces?"

"Si, son realmente… entretenidos". Natsuki pudo escuchar a sus abuelos discutiendo en el fondo, seguían haciéndolo. "Pero ha sido divertido. Mi tío y sus dos hijos están aquí también. Ara, te pareces al más grande. Está obsesionado con las motonieves así como tú con la motocicleta. Que te parece si te doy su número de teléfono?

Shizuru estaba intentando hacer su mejor movimiento, al parecer. Y la mejor manera de hacerlo era molestando. No obstante, Natsuki no lo encontró del todo gracioso. Suspiro con frustración. "Shizuru!"

"Si, miliya moya? Pregunto cayendo en el ruso. Natsuki no sabía que quería decir, pero estaba agradecida por ello.

"Deja de intentar de halagarme" Demando Natsuki. Manoseo el listón de su sudadera por un momento. "Bueno, solo quería asegurarme que estuvieras bien. Voy a dejarte volver a la fies—"

Se cortó por un gran auge.

"Escopeta"

"Ah"

"La Rafia viene por mi tío. Lo siento, tengo que ir por el rifle. Dijo Shizuru… Qué? Natsuki miro el teléfono por un momento y respondió enojada.

"Eso no es divertido, pequeña malcriada".

En el otro extremo, Shizuru río un poco. Natsuki escucho a Tanya reír en el fondo. Genial, ambas después de todo eran el equipo más temible de bromistas en el mundo conocido. "Me tengo que ir, estamos a punto de salir. Hablare contigo después Natsuki".

"Sí. Adiós. Regresarás en dos semanas?".

"Exactamente dos semanas. Trata de sobrevivir sin mí, corredora. Regresare antes de que lo sepas".

Se cortó la línea, y Natsuki apago su teléfono. Hm.


Notas de la autora:

Explicación del ruso utilizado:

Spasibo: Gracias

Babajaga: Bruja

Durak: Idiota/ Imbécil

Zachroy rot: Cállate

Miliya moya: Mi vida

Parte dos próximamente. Esto no será completamente emo, no se preocupen. Soy demasiado tonta para hacerle frente incluso con un emofest total. En el siguiente capítulo el lado de las cosas de Natsuki, con vandalismo, Nao y un poco de antecedentes de Duran después del regreso de Shizuru de Rusia.

Una vez más les recuerdo que solo me dedique a traducir esto. Nos vemos en el siguiente cap. :)