Reina

por ninguna


"Es más seguro ser temido que amado [...]"

Nicolás Maquiavelo, El príncipe


Tonta, inútil, caprichosa, cruel. Despiadada. Adorada —por su padre y Sabrina—, odiada —por el resto del mundo—. Ignorada por una madre que nunca le dio una oportunidad.

Rubia, bella, fría, mala. Nadie la quiere por sí misma: maltrata a la única que al menos se mantiene a su lado, Sabrina. Quiere una amiga, no una sirvienta, pero nadie tiene el carácter lo suficientemente fuerte para tratar con ella. Chloé tenía temperamento de Reina y, entre ser temida y amada, había elegido ser temida. Cuando ni su propia madre le daba una oportunidad, era lo único que conocía.

Sabía que era una farsa el que Ladybug matara a Chat Noir y esa certeza le permitió no perder la cabeza. Fue hasta la azotea del Hotel Le Grand Paris y encendió su señal... en pleno día, a la luz del sol, sólo para probar si andaba. No es tonta como todos creen: después de todo, Ladybug y Chat Noir conocen su identidad y la encontrarían si así quisieran hacerlo.

Él es quien aparece y, en un primer momento, Chloé se ofende porque no es Ladybug. Chat Noir se lo toma bien y hasta bromea con irse. Ella le pide que se quede.

—¿Cuál es la palabra mágica? —pregunta él con una sonrisa ladina.

—¿La palabra mágica? Transfórmame, por supuesto.

—No, no, no —dice él en un ronroneo, ensanchando su sonrisa.

—Oh, te referís a... la otra palabra mágica... —suspira Chloé—. Por favor.

—¿Cómo dijiste?

—¡Por favor! —grita ella.

Chat Noir le arroja la caja con su Miraculous sin borrar su expresión divertida. Chloé la recoge entre sus manos con impaciencia. La abre y Pollen —pura energía— la envuelve con su vuelo antes de materializarse ante ella. Su kwami es de color amarillo —el color favorito de Chloé— y tiene los ojos de un azul tan brillante como el suyo propio.

—Buenas tardes, mi Reina —la saluda Pollen con una reverencia.

Chloé inclina brevemente su cabeza ante ella y se apura a transformarse. Sabe que necesitan al tiempo de su lado.

—Pollen, transfórmame —dice y da inicio a la magia.

Chat Noir la ve volverse Queen B frente a él y piensa en que preferiría tenerla de amiga y no de enemiga. Pobres los supervillanos de París que no hicieran lo que Chloé quería que hicieran.

La imagen de Pollen queda grabada en la mente de Chloé por unos segundos. Ya no se siente tonta, inútil, caprichosa y cruel. Ahora se cree capaz, se cree necesaria. Ladybug le había dado la oportunidad de mostrar su valía y, por ello, iba a estarle eternamente agradecida. Le sonríe con sorna a Chat Noir, es también un honor tenerlo a él como compañero.

No conoce la identidad de ninguno de los superhéroes más importantes de París. Ellos, seguramente, no deberían tener que demostrarle su valía a nadie. Chloé cree que son queridos y apreciados en sus vidas civiles y se alegra por ellos. Si ella también lo fuese, hubiese mantenido su identidad en secreto con mucho gusto.

Ya no le importa lo que le había dicho su madre cuando era una niña, que era más seguro reinar mediante el miedo y no mediante el amor. Chloé ya no quiere ser temida, sino amada. Aunque, por el momento, prefiere que los demás no se percaten de esto.


God save the Queen B


N/N: espero que les haya gustado. Si dejan un comentario, se adelanta el estreno de Mayura (?) ok, no. Me pueden encontrar en twitter e instagram como ningunafics. Ninguno de mis amigos sigue esta serie y me gustaría tener con quién interactuar. Un abrazo!