Muerte en tres actos
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de los Juegos del Hambre es propiedad de Suzanne Collins.
Este fic participa del Reto "Títulos de drabbles" del Foro "Días Oscuros".
Personaje: Annie Cresta.
I
Amanecer desorientada
«Despertar desorientada es regresar a la realidad sin recordar el suceso fatídico que te ha llevado a sumergirte en lo profundo de tu mente hasta el punto de olvidar tu propia identidad. Amanecer desorientada significa que el escudo que te protegía de aquello que no querías recordar, se ha desintegrado y te ha arrastrado al infierno del cual querías escapar.»
Annie Cresta despierta en una habitación blanca como la nieve que lo único que causa es que su dolor de cabeza comience a incrementar. Pestañea varias veces sintiéndose desorientada y se masajea las sienes con la esperanza de aliviar el dolor que le invade. Vuelve a cerrar los ojos con fuerza y es en ese instante que se da cuenta que no recuerda por qué razón se encuentra allí.
Pero antes que pueda buscar en su mente alguna razón coherente para explicar el hecho, una sustancia acuosa le invade el paladar hasta el punto de no poder retenerla. La sensación permanece en su garganta, pero lejos de ser agria o ácida, Annie la identifica como insípida. Y la única sustancia que tiene esa característica es el agua. Ella lo sabe porque su distrito es el número cuatro, el encargado de la pesca y solamente el agua del mar sabe a sales minerales.
Aprieta los dientes con fuerza tratando de que la sensación desaparezca y lentamente coloca sus pies en el suelo. Entonces es cuando Annie se da cuenta que su piel luce más pálida de lo que recuerda y que no recuerda nada de lo que ha sucedido. Porque algo dentro de ella, le advierte que algo malo ha sucedido pero su mente se esfuerza en no poder recordarlo.
Contempla la puerta que se encuentra frente a ella y está se abre con un chirrido metálico que le perfora los canales auditivos. Una muchacha de cabello violeta como las amatistas, carga en sus manos una bandeja plateada con medicinas.
— ¿Quién es usted? —pregunta Annie, sintiendo el dolor pulsando en sus sienes—. ¿Qué hago aquí? ¿Por qué no recuerdo nada?
Ella esboza una sonrisa de medio lado mientras camina en su dirección y le indica que vuelva a sentarse en la camilla metálica.
—La suerte ha estado de su lado, señorita Cresta —su voz está cargada de frialdad—. ¡Es la nueva ganadora de los Juegos del Hambre!
La realidad cae sobre sus hombros como un balde de agua fría y el escudo de desorientación que su mente ha creado; desaparece por completo y ella queda a merced de los recuerdos que ha intentado borrar.
El miedo nuevamente se apodera de ella, la cabeza de su amigo parece rodar entre sus pies como ha sucedido en la arena y la locura comienza a arrebatarle el control sobre su cuerpo y su mente.
De nuevo.
