¡Mi primera historia rated M!...Oh, boy. Entonces esto puede ser un épico fracaso o un gran exito. No sé muy bien que vaya a suceder, no sé muy bien que me motivó a publicarlo pero quería darle un enfoque mucho más diferente a todo lo que sabemos, amamos y conocemos de Yuru Yuri. Comenzó con una simple pregunta que me atormentaba cada vez que escribía algo de ellas, ¿Y sí Yui y Kyouko nunca se hubieran conocido cuando eran niñas? Y aunque Miénteme iba a ser mi última historia de Yuru Yuri, la idea cobró fuerza, cobró fuerza porque siendo honestos esa es una de las razones por la que no se matan, son polos opuestos pero tienen esta infancia en común y ya está acostumbradas a la otra. Así que borrar todo eso se me hizo interesante.

Al comienzo quería algo lindo, pero luego me di cuenta de que no sería posible...porque son muy diferentes y eso va a hacer que choquen. Siendo honesta me gusta eso, que sea volátil y crudo, pero sobre todo realista. No sé si lo voy a lograr, no sé si van a odiarlo o adorarlo. Lo que sé es que no pude quitármelo de la cabeza y quiero compartirlo con ustedes. Esto es lo más explícito que he publicado alguna vez, y aunque en Miénteme van a haber unas cuantas escenas sexuales, nunca van a ser como esto.

Como lo supondrán es un Universo Alternativo, es rated M por una razón, así que si lo leen es bajo su propio criterio. Nos leemos abajo.

Ni Yuru Yuri ni sus personajes me pertenecen.


"¿Es sucio el sexo? Solo cuando se hace bien".

—Woody Allen.

Primer capítulo.

La escuchó gemir ahogadamente con las manos apretadas sujetando su cabello rubio tan fuerte que Toshino Kyouko estaba segura de que lo estaba haciendo a propósito. No la culpaba. Después de todo Funami Yui la odiaba. Le quitó la corbata con maestría sin dejar de devorar sus labios antes de apretar su rodilla más fuerte contra su intimidad. Yui tembló y Kyouko fue consciente de que ella estaba más que preparada aun cuando hace apenas unos segundos la había tomado por sorpresa y arrastrado hacía un salón vacío para luego empotrarla contra la pared. Se separaron jadeantes y Kyouko esbozó una sonrisa arrogante que la otra adolescente aborreció y adoró en partes iguales. La chica decidió borrar aquella mueca tan sensual estrellando sus labios de forma casi furiosa contra los contrarios. Kyouko jadeó sorprendida pero en seguida buscó igualar a su contrincante, sus lenguas se enredaron mientras se recorrían con las manos, Kyouko volvió a jugar con su cordura pasando juguetonamente su dedo contra sus bragas mientras la chica se apretaba contra ella con más fuerza conteniendo el aliento mientras ella se perdía momentáneamente en esos ojos ámbar antes de cerrar los ojos de nuevo disfrutando del beso.

— ¿Feliz de verme, Presidenta? — Se mofó la rubia deshaciendo el contacto al sentir lo húmeda que estaba la otra.

—C-cállate. —Acertó a contestar la aludida en un patético lamento cerrando los ojos con fuerza en un intento de huirle a los orbes azules de Kyouko. — Sólo cállate.

Kyouko no dijo nada. Sabía que no tenía nada que reprocharle y aunque se sintió inexplicablemente herida ante el tono mortificado de la adolescente decidió dejarlo pasar. La rabia la inundó de repente y sin contemplaciones abrió bruscamente la camisa de la chica arrancando todos los botones que salieron disparados por todo el salón. Antes de que Funami pudiera quejarse le quitó el sujetador y lo arrojó al suelo para luego atrapar entre sus dientes su pezón derecho. La presidenta se estremeció y Kyouko arrancó su ropa interior de un tirón y la penetró con tres dedos de inmediato. Un gemido gutural se le escapó a su acompañante y la sintió arquearse contra su cuerpo, mordió su pezón con fuerza y comenzó un vaivén errático y desesperado. En otra ocasión le habría dolido, y Kyouko casi lo habría deseado, pero Yui estaba empapada y sus dedos resbalaban con facilidad, su excitación creció al comprobar lo intensa que había sido la reacción de Funami. La escuchó maldecir entre dientes mientras enterraba sus uñas cortas contra su cabello y jadeaba dejando caer la cabeza hacía atrás.

—Aya…por favor. —Gimió la chica con los ojos cerrados sintiéndose al borde del abismo.

Kyouko apretó la mandíbula con fuerza. Sintió un escozor en los ojos y un nudo en la garganta, pero el dolor dio lugar a la furia y quiso herirla de verdad. Incrementó el ritmo mientras estimulaba su clítoris con el pulgar y se incorporó para poder quedar a su misma altura.

—Mírame, presidenta. — Exigió la rubia sin detenerse. Yui abrió los ojos con dificultad y Kyouko disimuló un suspiro al ver los ojos contrarios oscurecidos por el deseo. —No soy ella. Te beso y te follo mejor que cualquiera. La quieres pero aun así no puedes evitar derretirte cuando te toco, ni mojarte con solo verme. —Apuntó Toshino bajando la voz hasta convertirla en un susurro. — Lo odias. Me odias. Pero aun así no puedes dejar de pensar en mí, en mis ojos, en mi voz, en mis dedos dentro de ti y quizás también mi lengua. Es inevitable. Y aunque es un jodido problema, no voy a detenerme. Crees que soy una mala pero si vuelves a pensar en ella mientras te estoy follando voy a demostrarte que tan perversa puedo ser, ¿entendido?

Funami trató de disimular el efecto que las palabras de Kyouko tuvieron en su cuerpo, pero la rubia pudo sentir perfectamente como sus músculos se contrajeron alrededor de sus dedos a la par que la chica escondió su cabeza contra su clavícula y ahogó un estrangulado quejido mientras se corría entre sus dedos aferrándose con fuerza contra su cuerpo. Kyouko sintió su cuerpo aún más caliente y fue consciente de lo húmeda que estaban sus bragas pero se limitó a mantenerse de pie y sostener a su compañera contra ella. No hubo palabras tranquilizadoras o suaves caricias. Nada de un romántico abrazo ni ningún te amo. Los temblores mal disimulados de la adolescente que se recuperaba entre sus brazos le indicaron que estaba llorando, un sentimiento de culpa la embargó y estaba a punto de disculparse cuando Funami se incorporó y la besó con tanta violencia que Kyouko sintió el sabor metálico de la sangre en su boca. Se dejó guiar caminando hacia atrás mientras se acariciaban casi con desesperación. Sus dientes se apoderaron de los labios de Kyouko quien jadeó aturdida por la intensidad del contacto. La rubia chocó contra el escritorio del profesor y ella deshizo el beso antes de girarla bruscamente y casi estamparla contra la madera de la mesa.

— ¿Q-qué? —Tartamudeó Kyouko adolorida con la mejilla contra el escritorio.

— Voy a cogerte tan duro que vas a tener suerte si eres capaz de caminar después de esto. —Murmuró contra su oído la chica y Kyouko no pudo hacer otra cosa que estremecerse mientras sentía las piernas temblarle. —Porque esta va a ser la última vez.

Kyouko quiso decirle que ambas sabían que era mentira. Que bastaría una simple provocación, que solo tendría que pincharla hasta hacerla perder la paciencia, que bastaría con arrastrarla a algún lugar privado y besarla con ardor o incluso podría hacerla perder el control susurrándole guarradas al oído. Y que la próxima vez que tuvieran sexo en cualquier rincón, a cualquier hora y sin importar la ocasión, Yui diría lo mismo y la haría perder la razón follándola de forma salvaje, sacando su lado más pervertido y provocándola hasta hacerla sentir dispuesta a cualquier cosa por llegar, siempre ocurría lo mismo. Daba igual que Funami tuviera novia, que fuera la perfecta presidenta del consejo estudiantil o que la tratara como una persona non grata. No importaba que ella fuera la odiada estudiante nueva, la extranjera idiota que separó a la pareja más popular del instituto, la descarada que ofendía a todos con sus maneras occidentales. Ninguna podía evitarlo.

Pero Kyouko no fue capaz de decir ninguna otra cosa con sentido. Gimió cuando sintió las manos de Yui rodearle la cintura y deslizarse por su falda y su ropa interior. Ella maldijo quedamente al darse cuenta de la pequeña sorpresa de Kyouko… estaba totalmente depilada. Su piel suave, caliente y húmeda le arrancaron un jadeo a la adolescente y Toshino se estremeció al sentir el aliento de ella contra su oído. Sus dedos se enterraron sin contemplaciones y Kyouko no pudo hacer otra cosa que aferrarse contra la mesa mientras Yui la masturbaba. Una de sus manos acarició su torso hasta llegar a su boca dejándole la piel de gallina.

—Chúpalos. — Ordenó la de cabellos castaños metiendo dos de sus dedos entre sus labios sin dejar de masturbarla con la otra mano.

Kyouko no dudó ni un segundo. Con gusto lamió los dedos ligeramente salados mordiéndolos cuando ella se acercaba peligrosamente a alguno de sus puntos sensibles. Movió sus caderas desesperadamente tratando de que Yui fuera más profundo pero la adolescente se dedicó a burlar sus planes. Toshino estaba perdiendo la paciencia, para ese instante estaba empapada, siguió tomando los dedos de la chica de forma rápida pero profunda tratando de enviarle una indirecta de lo que necesitaba. Cuando Funami sacó los dedos de su boca y de su intimidad, Kyouko sintió que podría morir de frustración. Ella ni se inmutó ante sus quejidos sin sentido, deslizó sus bragas por sus piernas con facilidad.

—Ohh, sí. —Jadeó la rubia con su mejilla contra la fría superficie del escritorio al sentir los dedos de la presidenta volver a entrar con más fuerza, penetrándola por detrás. —Joder, sí.

Kyouko se aferró como pudo contra la mesa mientras gemía descontroladamente a la par que ella aumentaba el ritmo, utilizó un dedo más y al sentir como sus músculos se tensaban se valió de la otra mano para toquetear su clítoris mientras mordía el cuello de la rubia. Cuando Toshino sintió los dedos de la presidenta acariciando su coño y también su otro orificio supo que era lo que ella planeaba, no obstante, no pudo pedirle que se detuviera. Gimió y jadeó su nombre suplicándole entre suspiros, sintiendo como la humedad que se deslizaba entre sus muslos empapaba el uniforme de Yui.

—Ahh, h-hazlo. —Concedió al sentirla dudar. —Por favor.

— ¿Qué es lo quieres? —La provocó Yui disfrutando del poder que le estaba concediendo la de ojos azules.

—Tus dedos dentro de mí…—jadeó Kyouko frotándose con desesperación contra su mano. —Joder los quiero todos…Yui.

—No me llames así. —Gimió Funami mordiéndose el labio mientras lubricaba su entrada. Ella siguió estimulando su clítoris antes de penetrar su ano con dos dedos. El dolor fue tan grande que Kyouko sintió las lágrimas deslizándose sin permiso por sus mejillas. Apretó la mandíbula y gimoteó adolorida. Yui se mantuvo quieta y expectante. El cuerpo extraño haciendo presión en aquel lugar la hizo estremecerse adolorida y odió a Funami por tomarse el atrevimiento, daba igual que ella le hubiera rogado que lo hiciera, Yui debió haberse dado cuenta de que ella no pensaba con claridad, que nunca lo hacía cuando se trataba de ella.

—Joder…maldita imbécil, ¡sácalos! —La insultó Kyouko sollozando con los nudillos blancos de la fuerza con la que estaba sujetándose a la mesa. —Mierda, d-duele.

La adolescente le hizo caso de inmediato asustada por la reacción de la rubia. Fue un momento extraño, sin importar lo doloroso que era, cuando tuvo sus dedos dentro de ella se sintió completa, tanto así que su ausencia fue peor que el dolor que le había causado. Un cosquilleo le recorrió la columna al pensar que Yui era la primera que iba tan lejos. De repente el sentimiento de satisfacción y lujuria hizo que todo quedara olvidado.

— ¿Toshino? —La llamó la de ojos ámbar preocupada ante el mutismo de la otra que parecía librar una batalla consigo misma.

—No m-me escuches…s-sólo tómame. —Rogó Kyouko dejando su orgullo atrás cegada por el placer casi animal que le había proporcionado el ser tocada tan profundo. La presidenta titubeó pero aun así volvió a hundir sus dedos con más cuidado. —Oh, duele…joder.

— ¿Q-quieres…?

—M-muévete.

Ella obedeció y volvió a penetrarla con lentitud mientras Kyouko se retorcía de placer. Gritó extasiada al sentirla juguetear con su clítoris mientras que la seguía penetrando cada vez con mayor velocidad. Se arqueó y sujetó la cabeza de la chica enterrando sus uñas en su cuero cabelludo mientras se movía para besarla.

—Así…sí, m-más rápido. —Gimió Kyouko contra su boca de forma ahogada fuera de sí.

El placer la estaba transportando a otra dimensión, sus suspiros se habían convertido en jadeos y sus gemidos en gritos. Estaba caliente como el infierno y con el ritmo desquiciante que Yui llevaba sabía que iba a llegar pronto, aun así se volvió codiciosa.

—Otro. Q-quiero otro, Yui. —Exigió Kyouko con un gemido gutural. —Dámelo. Quiero s-sentirte, mierda… d-duele pero se siente… quiero más.

—Joder. —Murmuró Yui excitada insertando otro dedo.

—Mmm sí…oh, estoy t-tan cerca. —Se quejó Toshino moviéndose contra la castaña para sentirla más adentro.

—Estás tan húmeda y apretada, mierda. M-me voy a correr con solo verte. —Murmuró Funami usando una de sus manos para ayudarse a llegar.

— ¿E-estás…estás tocándote? —Tartamudeó la rubia con lentitud, era tan difícil concentrarse.

—S-sí, Kyouko.

Eso fue lo único que necesitó. Toshino no lo soportó más, se corrió violentamente contra el escritorio y lloriqueó un poco al sentir que los dedos de Yui seguían penetrándola sin piedad, alcanzó un segundo orgasmo antes de dejarse caer contra la madera respirando forzosamente mientras el quejido ahogado que escapó de la garganta de la otra chica cuando el orgasmo la alcanzó resonó intermitentemente en su cabeza. Estaba en el limbo, el placer la había agotado totalmente. Tenía el cuerpo adolorido y la mente dispersa. Pensar con claridad era una misión imposible, sintió como ella la acomodaba recostándola contra la mesa antes de alejarse. Kyouko quiso protestar, pedirle que se acostara a su lado y la abrazara, pero entonces se dio cuenta de lo ridícula que estaba siendo. Ella no hacía esas cosas, ella era Toshino Kyouko.

El sonido de una caja cayendo al suelo la hizo volver en sí. Al darse cuenta de lo que se trataba intentó levantarse antes de que ella lo tomara pero su cuerpo no respondió. Se resignó a mirar como Funami, quien se había vestido casi por completo, miraba la caja negra con el ceño fruncido antes de girarse a ella.

— ¿Qué es esto?

—Déjalo. —Gruñó la rubia sin rendirse a pesar de que su cuerpo no respondiera.

Yui quiso hacerlo, le gustaba pensar que era una persona respetuosa pero la cara de espanto que tenía la rubia y su reticencia a dejarla verlo la hizo contradecir a su sentido común y batir la caja cerca de su oído escuchando un ruido seco. Kyouko contuvo el aliento pero Yui insistió aun sabiendo lo difícil que era adivinar a ciegas. Sintió la mirada amenazadora de la rubia pero de todas formas abrió la caja. La rubia cerró los ojos esperando la tormenta que se iba a desatar. Funami hizo un ruido estrangulado antes de pasar saliva sonoramente, Kyouko no tenía que mirarla para saber que ella estaba atónita y boquiabierta.

— ¿P-puedes explicarme esto? —Inquirió con un hilo de voz y las mejillas coloradas la de cabellos castaños.

Kyouko se sintió avergonzada pero se humedeció los labios y tragó saliva antes de fingir indiferencia.

— ¿Nunca has visto un strap on antes? —Contestó con falsa serenidad mientras arqueaba una ceja clavando sus ojos azules en las pupilas ámbar de Funami.

—Pero…

—No voy a usarlo contigo, no entiendo porque te sorprendes. —Contestó de mala gana frunciendo el ceño mientras se reincorporaba lentamente.

El semblante de Yui se oscureció y metió el juguete en la caja que dejó encima de la maleta de la de ojos azules. Aprovechó para recoger su corbata y ponérsela alrededor del cuello. Su camisa apenas tenía cuatro botones pero se las había arreglado para cerrarla casi en su totalidad.

—Que lo disfrutes. —Comentó con sequedad antes de agacharse por su chaqueta y caminar hacía la puerta sin querer mirar a Kyouko.

— ¿A dónde vas? —Preguntó la rubia sintiéndose ridícula por mentir tan descaradamente pero sin sentirse lo suficientemente valiente para ser capaz de admitir en voz alta que había conseguido el dildo pensando en Funami usándolo en ella.

—Tengo que irme. —Contestó de forma ausente Funami deteniéndose a unos pasos de la puerta.

— ¿P-por qué? —Musitó la adolescente poniéndose de pie y tratando de acercarse a la chica en vano. Yui pareció incomoda por la pregunta y se dedicó a alisarse su arrugada falda azul sin dejar de darle la espalda.

—Tengo una cita.

La comprensión golpeó de forma cruda a la rubia quien se dejó caer contra el escritorio detrás de ella ignorando el dolor que sentía al moverse. Estuvo a punto de terminar en el suelo pero Yui lo evitó sujetándola al reaccionar ante el ruido sordo que provocó el empujón que le dio Toshino al escritorio. La sujetó con suavidad entre sus brazos y Kyouko se odió al sentir como su cuerpo se volvía de plastilina, amoldándose contra el contrario.

—Vas a salir con tu novia. —Murmuró de forma amarga la de ojos azules sin ser capaz de mirar a Funami recostándose en su hombro y respirando su aroma levemente.

—Lo siento.

—No, no lo sientes. —Se quejó la rubia sintiendo los ojos húmedos y la garganta repentinamente seca.

—Nunca ha sido mi intención lastimarte. —Aseguró la castaña sosteniendo a la otra chica con más fuerza contra sí.

—Pero lo haces. —Aseguró Kyouko moviendo su cabeza para poder observar a Yui a los ojos. —Me lastimas. Nos hace daño a ambas, y aun así dejarlo no ha pasado por mi cabeza ni una sola vez desde que me besaste.

Yui se sonrojó. Yui se sonrojó y Kyouko la odió por ello. La odió por verse tan adorable, tan sorprendida, tan vulnerable y sobretodo tan hermosa.

—Estuviste con ella. —Recordó Yui negando con la cabeza para alejar todos aquellos pensamientos absurdos y el ridículo cosquilleo en su pecho.

—Y si no lo hubiera hecho jamás me habrías besado. —Aseveró Kyouko dibujando una sonrisa amarga en sus labios. —Jamás te habrías fijado en mí entonces. Y aun sí lo hubieras hecho jamás la dejarías por mí.

—Toshino-san…

Pero ella no la escuchó, no quiso. No ahora, cuando la llamaba por su apellido con la voz cargada de lastima. No ahora, cuando su voz era una nota monótona y resignada. No cuando agregaba aquel estúpido honorifico. No cuando se parecía tanto a la amada presidenta Funami y distaba de ser su Yui.

Así que la besó. La besó esperando que la amargura y el dolor desaparecieran, esperando que el roce de sus labios amortiguara el golpe de realidad. Ella no era suya. Aunque su cuerpo reaccionara ante la más mínima de sus caricias, aunque su voz saliera ahogada y caótica en jadeos desesperados clamando su nombre, aunque sus ojos se buscaran, aunque pudiera sentirla como grabada en su piel aun horas después de estar juntas, aunque el universo entero se confabulara para hacer maravillas cuando estaban juntas, ni siquiera cuando sus puñeteros corazones latían en la misma frecuencia. Ella tenía novia y eso no iba a cambiar. Por lo menos, no por ella.

Como cada vez que sus labios se encontraban Yui suspiró rendida por el calor de su beso y el toque de su piel. Yui se dejó hacer por aquellas manos delicadas y suaves, permitió que sus juguetones dedos se entrelazaran con sus cabellos cortos. Permitió que sus labios sujetaran los suyos y que Toshino jadeara en su boca. Se permitió dejarse llevar por el fuego abrasador que la recorría cada instante que compartía con Toshino Kyouko.


Ay, sean muy buenos conmigo que es la primera escena sexual explícita que publico D: Así que...¿qué les pareció? ¿Candente? ¿Sexy? ¿Están considerando su heterosexualidad? o quizás...¿Lo odian con la intensidad de mil soles?¿Fue tan horrible que van a volverse asexuales después de esto? Sea lo que sea, déjenme saber :D

Me interesan sus comentarios, cualquier sugerencia, tomatazo, opinión y demás es bien recibida...mensajes sobre mi inminente futuro de agonía y sufrimiento en el infierno no serán leídos. Mi idea es continuarla, pero me tomaría mi tiempo, quiero acabar primero con Miénteme, sin embargo, si la historia no tiene buena acogida la retirare con todo lo que me queda de dignidad xD. Mentiras, pero es que ahora soy una estudiante universitaria (yeyyy) y no sólo eso, una estudiante de medicina además...así que como supondrán mi tiempo libre va a volverse muy limitado y casi inexistente. (no tan yeyy)

Les contaré un poco sobre lo que quiero hacer con esto, va a haber Sakurako/Himawari, Ayano/sorpresa, Akari/sorpresa (no Chinatsu xD), algunos enredos y decaedros amorosos pero por supuesto Yui/Kyouko ...empezamos por un punto crítico y si todo sale bien, en el siguiente capítulo tendríamos el inicio, y de allí avanzamos en linea recta para que no nos perdamos ni confundamos con los tiempos. Yui y Kyoko van a empezar de cero en el próximo capítulo, esto fue solo...un vistazo de hasta donde su relación ha avanzado en el futuro... va a tener varias escenas sexuales, también algún intento de comedía, algo de drama (jajaj si me conocen saben que va a ser muucho drama) pero sobretodo va a tener una trama definida...no sé ustedes pero las historias de sexo sin sentido pueden llegar a ser entretenidas pero no memorables y yo quiero que todo lo que lean les quede dando vueltas en la cabeza, ahora no sé si acabo de arruinar toda la historia con esa especie de mala sipnosis, pero si les gustó podrían hacerme feliz con un review.

Un saludo.

Alexis Gray.