En algún lugar de Minnesota un chico con piel de caramelo, un tanto bajito, corría rápidamente hacia una dirección determinada pareciendo que su vida dependiera de eso, al ver su escuela no tan lejos remató entrando y recorriendo los interminables pasillos al llegar vio como un chico rubio que estaba parado al lado de la puerta con sus ojos cerrados dejándose caer lentamente, al abrir la puerta de su aula fue recibido por un grito de su maestra, ella le pidió esperar afuera junto al chico rubio, el sin decir ninguna palabra, salió mirando como el chico se encontraba sentado con sus piernas cruzadas, él se acercó un poco y le saludo parándose a su lado.

El rubio levantó su mirada dando a conocer por fin su color de ojos, despabiló un poco y se dirigió con amabilidad a él.

―Soy Kendall Knight― comenzó él levantándose de su lugar para después extender su mano con algo de nerviosismo pero seguridad

―Y yo Carlos García me alegra no ser el único en llegar tarde― bromeó apretando su mano firmemente ofreciéndole su mejor sonrisa

―Qué buena primera impresión― masculló Kendall un tanto divertido por el comportamiento de este

Los chicos comenzaron a hablarse el uno al otro, así el rubio comenzó a sentirse un poco más a gusto en el lugar, charlaban sobre cosas más o menos triviales que a su vez importaban demasiado, como sus locas costumbres, sus gustos, Kendall se asustó un poco porque apenas había hablado con él y ya se estaba dando información un tanto confidencial, pero resultó que tenían gustos similares aunque también algo contrarios, fueron interrumpidos por la maestra que los mando para la dirección, ninguno de los dos dijo palabra alguna y Carlos guio a su nuevo amigo hasta aquel lugar.

Carlos se sentó frente al director siendo seguido por Kendall el cual estaba nervioso y apenado, el señor les dio una amplia sonrisa para hacer que se tranquilizaran un poco, luego procedió a hablarles y dejarlos libres con solo una advertencia, Kendall se puso de pie de primero conduciéndose así hacia la salida, espero a que Carlos saliera para cerrar la puerta detrás de ellos.

Ya era tiempo de cambio de clase, todos recorrían los pasillos de aquí para allá buscando su destino final, Carlos se dirigió a su casillero junto a Kendall para encontrar a sus dos mejores amigos parados al lado de este esperándolo algo impacientes, cuando llegó ambos comenzaron a gritarle y regañarlo por haber llegado tarde, Kendall aclaró su garganta para que supiera que aun seguía allí parado algo incomodo, James lo miró fijamente y lo saludó con una gran sonrisa en su cara, el rubio respondió el gesto y después se acercaron para darse un abrazo no tan duradero, Carlos pidió saber porque tanta confianza, James y Kendall se miraron divertidos para luego proceder a contarle.

―Nosotros crecimos juntos, sabía que iba a venir a esta escuela pero no sabia cuando― explicó James mirando los rostros de confusión de Carlos y su amigo pelinegro, mirando como su semblante cambiaba a una un tanto triste y desilusionado― Kendall él es mi mejor amigo Logan

Logan se iluminó dando a relucir su gran sonrisa, estirando su mano hacia el rubio algo tímido y bajando su mirada, ― S-soy Logan…― alcanzó a decir antes de que Carlos apretara su brazo para llevarlo a la clase que tenían que recibir a continuación, James levantó una mano en señal de despedida luego miró al rubio con felicidad para proceder a hablarle emocionado empezando a caminar por el largo pasillo llevándolo al próximo salón en que verían la siguiente clase.

―Dime ¿Cómo está Katie? ― preguntó James sonriéndose un poco al acordarse de ella

―Bien, en este momento debe estar en su clase― respondió Kendall entrando al salón viendo como una chica rubia se sentaba en el primer puesto

James quedó algo confundido por la respuesta de Kendall pero decidió no decir nada para poder quedar con la incógnita y sorprenderse mas adelante cuando lo viera con sus ojos él solo lo siguió y se sentó a un puesto al lado del suyo.

Carlos y Logan se encontraban frente al salón, el pelinegro pálido detuvo a Carlos observándolo fijamente con su cara lo más ruborizada posible, se abrazó a él para comenzar a sollozar solo un poco en su hombro, era cuestión de minutos para ver como Logan se desmoronaba por los sentimientos que lo invadieron rápidamente, al cabo de unos minutos sintió como cogía su rostro delicadamente, posando su mirada semi-hipnótica en él, ninguno de los dos habló y fueron hasta el patio de receso central el cual estaba desierto debido a que todos se encontraban en clase, los chicos se sentaron el césped debajo del gran árbol.

El silencio que los rodeaba era incomodo, pero también un tanto reconfortante para ellos, Logan aun tenía sus mejillas teñidas de un hermoso color carmesí, Carlos no pudo evitar sonreír para sí mismo llevando una de sus manos a la cara de su amigo, este sonrió ante el tacto de su amigo, mirándolo con ternura.

―Esto no te ayudara para nada con tu promedio de 10― comentó Carlos divertido, suavemente con un tono de amor fraternal

―Lo sé, pero no puedo creer que ahora haya llegado un amigo perdido de él― dijo Logan con disgusto― ¿Qué sigue una prometida?

Carlos rio por la forma de hacer el comentario del pelinegro―Ya deberías de decirle lo que sientes, deja de estar sintiendo celos en vano― comentó acostándose en el gran árbol

Logan lo siguió para quedar al lado de este―Lo pensaré muy bien, no quiero arruinar nuestra amistad― mencionó con tono pesimista

―Recuerda que yo siempre te apoyaré chico, para estoy aquí―recordó Carlos volteando para verlo fijamente

―Gracias― terminó Logan volteando para darle un pequeño abrazo al latino el cual correspondió sin dudarlo

James y Kendall estaban en clase de historia, aparentemente colocando cuidado, el castaño estaba al lado de la ventana como de costumbre, en un momento de aburrimiento, este volteó la cabeza para poder ver a través del cristal, sus ojos se abrieron más que de costumbre expresando la sorpresa que lo invadió en ese instante, su incertidumbre fue interrumpida por un pequeño golpe del rubio, este le señaló el lugar en donde estaban sus amigos, Kendall imitó la acción de su amigo mas alto para después mirarlo con algo de intriga, la verdad era perspectivo al ver la forma en que reaccionó al verlo era obvio que tenía sentimientos mas profundos por James que una simple amistad.

Ambos chicos miraron de nuevo el pizarrón buscando algo interesante en la clase, pero no la encontraron en absoluto, colocaron cuidado a la extenuante clase, al sonar el timbre, el cual para ellos estaba demorándose para rescatarlos de esa tortura, salieron de manera precipitada, Kendall chocó con una chica rubia haciendo que todos los libros de ella cayeran al suelo, velozmente se inclinó a ayudarle haciendo que sus cabezas se golpearan ignorándolo trató de coger uno de los libros pero en vez de eso tocó la mano de la chica haciendo que ambos se estremecieran y se miraran fijamente.

―Soy Kendall― se presentó terminando de ayudar a la chica para después estrechar una de las suaves manos de esta

―Soy Jo― dijo amablemente sonriéndole de una manera un tanto coqueta y tierna

Cuando menos lo pensó, Kendall sintió como alguien lo giró bruscamente y lo cogió de los hombros de una manera brusca, haciendo que este solo se quejara, al abrir sus ojos vio que era un chico, un año mayor, con pelo castaño pero no tan oscuro como el James.

―Soy Jett y te sugiero que te alejes de mi novia― dijo mordazmente cogiendo su cara bruscamente

―Oye Jett no es necesario que llegues a este extremo, él es nuevo no deberías de ser así con él― sugirió James separando a ambos chicos siendo seguido por Jo

―Si Jett, ó ¿Ya no confías en mí?― preguntó Jo acercándose y dándole un pequeño beso en los labios

―Bueno en ti sí, el problema es este― comentó Jett cogiendo la cintura de ella posesivamente

―Descuida― habló Jo rápidamente empinándose un poco para alcanzar la oreja de su novio y susurrarle tiernamente―Soy solo tuya

Después de esto, Jo se despidió de James y Kendall los dos quedaron algo sorprendidos por la manera en que la chica solucionó las cosas pero, los había salvado de comenzar una pelea.

Los chicos caminaron hasta el patio central encontrando a los chicos sentados con sus piernas cruzadas riendo a carcajadas, estos se acercaron a ellos el castaño fue en primero de hablar pidiéndole la tarea de matemáticas a Logan ya que era la próxima clase que le tocaba, el pelinegro suspiro resignado, se levantó del lado del pequeño, le dijo que le esperara, Kendall se sentó a su lado, disponiéndose solo a hacerle compañía, el silencio fue rotó por Carlos.

― ¿Cómo has estado en tu primer día?― preguntó Carlos sin mirarlo directamente

―Bueno, pues hoy casi me parten la cara y vi algo curioso con James cuando estábamos en la clase de historia― contó Kendall volteando a mirar al chico con nerviosismo

― ¿Le colocaron cuidado a la clase?― preguntó Carlos sorprendido volteando rápidamente encontrando la mirada del rubio

―No, nosotros los vimos a ustedes aquí abrazados acostados, desde el salón de historia― explicó Kendall sonrojándose por la vergüenza que lo corroía en ese momento―Me parece lo mas tierno, ¿Ustedes se cuentan todo?

Carlos asintió sintiendo como si se fuera morir de vergüenza, sin más Kendall se levantó, despidiéndose del pequeño quedando para verse en la salida cuando sonara el ultimo timbre del día, sin más se adentró en el edificio sintiendo como sus mejillas se calentaban poco a poco y el calor subía, el chico lo tomó como alguna reacción extraña de su cuerpo por el cambio de ambiente repentino que había tenido, este se dirigió hacia el salón, en el caminó vio como Logan rodeaba el cuello del castaño con sus brazos y se acercaba lentamente al rostro de él, al ver esto corrió rápidamente hasta donde estaba Carlos, lo cogió del brazo y lo llevó hasta el lugar, el pequeño sonrió feliz, Kendall entró al salón pero en cambio Carlos se dirigió de nuevo en donde estaba inicialmente dejando a los chicos solos.

―James, siempre me gustaste solo que no encontraba el coraje suficiente como para poder decirlo en voz alta― susurró Logan sobre los labios del chico, este solo se alejó de él

―N-no Logan no puedo lo siento, eres como mi hermano, ustedes son como mis hermanos, jamás haría esto con ninguno― explicó James abrazando al pelinegro con ternura―Lo siento, no quiero perderte

Logan solo dio media vuelta para dirigirse donde estaba inicialmente despidiéndose del castaño a lo lejos, sin más llegó donde Carlos, se sentó al lado de él hecho un mar de lagrimas, lo colocó en su hombro delicadamente empezando a acariciar su espalda de arriba hacia abajo lentamente para que se calmara, el chico se quedó dormido del cansancio de tanto llorar, por su parte el castaño entró a la clase, pero se le hacía lenta el trascurso de los minutos, quería ver al pelinegro para aclarar todo como se debía, porque después de que lo analizó bien con Kendall este se dio cuenta que había usado las excusas mas clichés del mundo, una que otra lagrima se asomó por la ranura de sus ojos, cuando el timbre sonó este salió corriendo prácticamente del salón, dejo sus cosas en el casillero y se fue a la salida con Kendall, ambos a lo lejos vieron como la silueta de una chica se acercaba a ellos, James la reconoció al instante, corrió hacia ella y la alzó entre sus brazos.

― ¡Kitty-kat!― gritó James apretándola entre sus brazos

― ¿James? Haz cambiado demasiado, tú eres el que tiene a todas las chicas de mi grado locas, no te había reconocido― dijo la pequeña correspondiendo

―Tú también mírate eres, estas, toda, Wau― exclamó James separándola y dándole una vuelta

―No es para tanto― contradijo Katie ruborizada por los anteriores cumplidos del alto

Cuando James levantó la mirada vio como Logan derramaba pequeñas lagrimas, estaba al lado del pequeño, este se disculpó con Katie yéndose rápidamente donde él, Carlos se quitó del lado de ellos, fue donde los Knight y se presentó la pequeña con toda la euforia del mundo haciendo que esta prácticamente le cayera bien desde el inicio, notando algo que de seguro nadie mas había notado, para ella tenia ese toque especial, esa ternura que solo ella podía detectar en las personas como él, sin más se dedicaron a observar como los chicos hablaban.

―Logan, lo siento yo no quería rechazarte― comenzó James cogiendo las manos del chico, pero también teniendo cuidado porque estaban en publico

―N-no te preocupes, de todos modos ya me lo esperaba― comentó Logan con su tono pesimista―Deja así y si vuelves a hablar de eso me enojo contigo

―De acuerdo, no tienes que sobre reaccionar así Logie― bromeó James pasando su mano sobre los hombros del pálido guiándolo donde los tres chicos

Todos se dirigieron a la casa de Kendall encontrándose con la madre de Kendall, todos la saludaron con confianza, en especial James por razones obvias, sin mas todos se dirigieron al cuarto del rubio, Katie se dirigió al suyo para encerrarse y jugar videojuegos, todos se sentaron en donde estuvieran cómodos, prendieron el televisor, en vez de disponerse a verla se colocaron a hacer desorden y a jugar como niños pequeños, como si se conocieran de toda la vida, al cabo de una hora todos fueron llamados por la madre de Kendall bajaron encontrando un apetecible manjar en el comedor todos se sentaron, para ver como Katie llegaba de ultima y se sentaba tranquilamente con su consola en la mano, al cabo de unos segundos lo apagó y lo puso a un lado para empezar a comer, todos la siguieron hasta que dejaron sus platos vacíos, cada uno dio gracias, se levantó y puso su plato en el lavaplatos para después dirigirse de nuevo al cuarto del rubio.

A pesar de todo no le fue tan mal como pensaba cuando su mamá le dio la noticia que se tenían que mudar de nuevo, encontró amigos geniales, una chica muy linda que por lo visto ya se había fijado en él a pesar de tener un novio y por supuesto sentía que iba a encontrar a esa persona especial muy pronto, su corazón se aceleró de manera inexplicable cuando pensó en eso y por inercia guio su mirada a Carlos el cual estaba riendo en frente de él tiernamente, este le miró con una sonrisa llena de cariño, sonrojándose solo un poco, sus miradas se juntaron antes de que el pequeño lo apartara apenado sintiendo como sus mejillas cambiaban de color bruscamente.