Título: "Siempre hay un roto para un descocido"

Resumen: Una relación que prometía ser falsa, en donde lo único que interesa es el sexo y el dinero. Eso es todo lo que Gregory tenía, y un trabajo en el que se resguardaba siempre. Pero cuando tiene una cita con el mismísimo gobierno británico, las cosas cambian un poco.

Notas: Es bastante corto, pero espero que lo disfruten.

"Siempre hay un roto para un descocido"

Una relación que prometía ser falsa, en donde lo único que interesa es el sexo y el dinero. Eso es todo lo que Gregory tenía, y un trabajo en el que se resguardaba siempre. Y a veces, por momentos, en los que se emborrachaba porque sabía que su mujer estaba viendo a otro hombre, en los que creía que el amor no existía, no en realidad. ¿En que se basan las relaciones el día de hoy? En lo económico y en lo sexual, no hay nada más que valga, ¿Sentimientos? Ningunos.

"Siempre hay un roto para un descosido"

Y a veces le gustaría que eso fuera cierto.

Mientras tomaba de la copa el vino, y pasaba sus dedos por sus cabellos grisáceos suspiro exasperado. No encontraba forma, solución a su problema. No había nadie con quien comentarlo, más bien, había, pero él no quería. Prefería emborracharse en las noches de soledad los fines de semana y tener como refugio su trabajo los días de semana.

A veces veía vídeos caseros en los que el y su mujer eran una pareja recién casada y estaban felices.

¿Qué paso?

Quizás se aburrió de la monotonía.

Quizás Gregory no la podía satisfacer lo que quería por todas las horas de trabajo que tenía.

O quizás sólo el amor se fue.

Si es que alguna vez hubo amor ahí.

Fue en esa etapa de su vida, cuando más destrozado estaba, en la que conoció a Mycroft Holmes. Ya lo había conocido de antes, al decir "conocer" nos referimos a que tuvo una especie de cita con él.

Una cena, era una perfecta cena romántica en un restaurante elegante, hasta una vela había en la mesa y aunque Greg admitía que le gustaba estar ahí al mismo tiempo quería que se lo tragara la tierra.

¿Cómo es que paso? Internet, todo por culpa de internet, no debió haber dejado que su hija mayor lo inscribiera a esa página web para solteros en Londres. Lanzo maldiciones, al recibir respuesta, pero no al lado de su hija, no, ella sólo tenía once y estaba emocionada, por pensar que su papá iba a ser feliz con una nueva mujer.

El problema es que su hija no se había dado cuenta de que era hombre, en su perfil decía: "Pelirrojo, adora los lugares elegantes, y los postres pero está a dieta"

Su hija pensó que era un error, que había querido poner "pelirroja" porque, bueno, sí, hay pocos hombres que estén a dieta. Es lo único por lo que Gregory no decidió ahorcarla, porque coincidía, hay muchos hombres gordos, pero muy pocos a dieta.

Fue un tonto al aceptar, al llegar no vio a ninguna pelirroja, sólo a Mycroft, quien le sonrió, aparentemente las cosas no salieron como Gregory pensó, pero si estaban saliendo de acuerdo al plan de Mycroft.

- Mycroft, esto es incómodo. - dijo con una sonrisa mínima en el rostro.

- Adivino, ¿Tu hija te inscribió a la página y organizó este encuentro?

Gregory odiaba y adoraba a los Holmes cuando empezaban con sus deducciones. El con las mejillas coloradas de la vergüenza asintió.

- No se preocupe, detective, me paso algo parecido. - la sonrisa de político apareció en el rostro divertido de Mycroft, y Lestrade se quedó hipnotizado viéndola. - Fue Anthea, pensó que estaría menos... Amargado si encuentro a alguien.

- Quizás tenga razón - sonríe. -, mi hija piensa lo mismo, que estaré menos amargado si hay alguien en mi vida.

- "Siempre hay un roto para un desconocido", ¿No suelen decir?