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¡MUY FELIZ NUEVO AÑO!

Que sus metas y sueños se cumplan, y que su vida se llene de buenas personas y excelentes momentos.

NwN/

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Importante: ¡Por cierto! ¿Saben que aún no he leído los reviews del epilogo de Mi Maid? DDDDDDDDDDx Es que cada vez que pienso que puedo, me entra un sentimiento... y luego me da por lagrimear... les prometo que en estos días los leo y los contesto, pero desde ya... ¡Mil gracias por sus reviews y comentarios! ¡Mil gracias por su apoyo! Y en parte, este fic lo escribí como agradecimiento para ustedes. Mil gracias de corazón.


Disclaimer I: FT y sus personajes pertenecen a Hiro Mashima. Yo solo me encargo de darles amor en mis fics.

Disclaimer II: Inspirado ligeramente en la portada del capítulo 15 de la secuela, Fairy Tail: 100 Years Quest.


Referencias De Lectura:

Narración.

«Pensamientos»

Diálogos.

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Capitulo Único

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Deseos De Año Nuevo

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El sol ya reinaba por completo el cielo azul sobre ellos.

El nuevo año iniciaba con un gran augurio.

La pareja respiró hondo y dejó de observar el hermoso paisaje a su alrededor, habían llegado a la entrada del templo lo suficientemente temprano como para apreciar el amanecer rodeado de los hermosos árboles de cerezo florecidos y el cambio de color de los imponentes montañas que rodeaban el valle central de Rosemary, el pueblo donde la joven mujer de cabello escarlata había nacido y en donde habían decidido pasar las fiestas de Fin de Año en esa ocasión; aunque claro, no eran los únicos que habían ido a celebrar a Rosemary, porque en cuanto los padres de Erza hicieron la invitación, el resto de su familia y amigos decidió que era una buena idea el pasarlo todos juntos en el lugar en que varios de ellos nacieron y crecieron, y por tanto, todos estaban allí.

Aunque no exactamente allí con ellos en ese momento.

La mayoría aún no había despertado de la fiesta de la noche anterior.

Y es que no era de esperar menos pues habían celebrado a lo grande, y entre la comida que prepararon Mirajane, Minerva y el matrimonio Fullbuster-Loxar, el alcohol repartido por Gildarts y Cana, la pirotecnia traída a toneladas por Natsu, y los conciertos de Gajeel, los gemelos y Wendy, entre otras presentaciones de talento como la de baile de Obaba Sama, la noche no había alcanzado y la madrugada se prestó gustosa para continuar con la celebración de esa reunión de personas alegres y bulliciosas que formaban una curiosa familia.

Vaya que habían disfrutado.

Creo que es hora de subir... ―la joven pelirroja declaró, llevándose con ella el silencio contemplativo que los había rodeado durante varios minutos mientras veían las últimas nubes pasar de colores rojizos al blanco inmaculado que tenían ahora.

Oh, es verdad, para eso vinimos ―dijo divertido, observando a su esposa y luego los muchos escalones frente a ellos y que los conducirían al templo principal de la isla―. Que suerte que desayunamos bien.

Suerte que la refrigeradora estaba llena de sobras de la fiesta de ayer ―respondió ella dando el primer paso hacia los escalones―, aunque no sé qué tan saludable sea comer emparedados de jamón recalentado con queso y un enorme plato de puré de papas.

Jellal rió.

Sí, ese había sido su desayuno y no se arrepentía de nada.

Yo tampoco sé que tan saludable fue mi desayuno ―respondió poniéndose al lado de su esposa en cada nuevo paso hacia la cima―, pero estoy seguro que es más saludable que desayunar cualquier pedazo de pastel que sobró ―Erza se detuvo para mirarlo ceñuda―, y ni hablar de acompañarlo con todo el helado casero de Minerva.

¡No solo comí pastel y helado! ―hizo un puchero―. ¡También comí yogurt y fruta!

Claro que lo hiciste, porque te lo pedí ―le sonrió travieso―, o más bien, te obligué.

¡No me obligaste! ―las pocas personas que subían los escalones junto con ellos los miraban divertidos.

Yo diría que amenazarte con despertar a tu mamá es como obligarte ―rió al verla cruzarse de brazos y mirar al otro lado―, por suerte no tuvimos que llegar a tales circunstancias, la verdad yo tenía más miedo de despertar a tu mamá que tú.

Erza no pudo evitar reír.

Cada año el miedo que Jellal sentía por su madre parecía aumentar.

Aunque también crecía el cariño y respeto entre ambos.

Tú solo eres un exagerado ―respondió volviendo a caminar―, yo hubiese desayunado correctamente de todas formas ―se llevó una mano a su vientre―, no solo como por mí...

Lo sé... ―Jellal subió los escalones que Erza le llevaba de ventaja, su mirada se centró en la mano de ella, Erza ya tenía poco más de tres meses de embarazo y su vientre apenas y se había abultado, de hecho, con el precioso kimono formal que llevaba puesto ni siquiera se notaba, pero eso no evitaba todo el amor que él ya sentía por el ser que crecía dentro de ella―, pero te ves tan linda apenada por comer tanto pastel.

Un ser creado con el amor de ellos dos.

¡Yo no me apeno nunca de comer pastel! ―respondió con un aura digna pero las mejillas rojas decían otra cosa, en especial al escuchar a su esposo reír a su lado, pero la verdad no podía enojarse de que Jellal la estuviese molestando por diversión, sabía que era más que eso, era la manera de llamarle la atención, después de todo uno de los primeros consejos que le dio su obstetra fue la de cuidar la ingesta de dulces, algo que había sido muy difícil para ella, aunque agradecía que al menos los dulces no fuesen los causantes de sus nauseas.

Ese puesto se lo habían quedado todo lo que tuviese que ver con mariscos y comida ahumada en general.

¡Cuidado! ―Jellal pasó su mano por la espalda de la pelirroja para detenerla de poner su pie sobre una piedra que estaba en el siguiente escalón frente a ella, y es que otra de las manías que habían aumentado en Jellal era su sobre protección, que para Erza eso era tan adorable como desesperante.

A veces la cuidaba demasiado.

Solo era una pequeña piedra.

Podrías haber resbalado ―le miró con seriedad y Erza suspiró, inclusive había sido difícil convencerlo de ir al templo, la gran cantidad de escalones habían sido la razón de que él pensase de que no era buena idea ir.

Te digo que solo era una piedrita ―frunció el ceño―, ya te dije que el estar embarazada no me hace más torpe, sé cuidarme yo sola, Jellal ―no quería sonar tan enojada, pero no podía evitarlo, sus hormonas eran incontrolables y con ella sus cambios de humor.

Yo no dije que fueses más torpe ―se defendió él―, pero no puedes negar que sí sueles ser imprudente.

¿Imprudente? ―volvió a detenerse.

Por supuesto que sí, hasta tus papás te lo dicen. Y tu madre me dijo ayer que te resbalaste en la sala por andar corriendo en medias junto a Wendy, el pequeño de Mira y los gemelos de Gajeel.

La cara de Erza se puso roja.

¿Mi mamá es tu espía? ¡Y a eso ni siquiera puede llamársele un resbalón!

No es que sea mi espía, pero me cuenta esas cosas porque nos preocupamos por ti y por nuestro bebé. ¡Y un resbalón es un resbalón!

¡Que no fue un resbalón! ―comenzó a caminar de nuevo, sus sandalias de madera tradicionales sonaban con más fuerza contra los escalones―. Y escucha, me hace feliz que tú y mi mamá cada día se lleven mejor, pero no puedo aceptar que se hayan convertido en esta especie de niñera sobreprotectora. ¿Qué son? ¿El frente unido contra la torpe mujer embarazada? ―volvió a detenerse, volteándose y respirando un poco agitada.

Jellal se apresuró a quedar un escalón bajo ella.

Erza... ¿estás cansada? ―interrogó preocupado y la joven ahogó la frustración creciente que sintió al escucharle preguntarle eso solo por subir unos cuantos escalones, sin embargo Jellal entendió por completo su expresión y cambió a un tono suave―. Sabes que no es eso, no eres torpe o débil, y mucho menos estamos aliados en tu contra ―colocó su mano en la mejilla de su esposa―. Solo estamos preocupados, todos lo estamos después de lo que pasó el...

Erza soltó un largo suspiro.

Bueno, tal vez si tenía algo de culpa de ese cerco de protección que se formó alrededor de ella.

Aún recordaba la cara de pánico de Jellal cuando la encontró en el suelo hecha un ovillo luego de caer de una silla en que se había subido para decorar con una corona navideña sobre la chimenea, ella misma se había asustado tanto por la caída que nunca dejó de abrazar su estómago y de repetirse que el dolor que sentía solo había sido por la caída y no porque algo peor estuviese ocurriendo, ni siquiera se opuso cuando Jellal la levantó en brazos y se la llevó de inmediato al hospital, aún recordaba con mucha viveza el miedo que sintió cuando la doctora llegó a hablarles del estado del bebé luego de los exámenes, en que para dicha de todos, fue bueno, aunque también terminó regañada por imprudente.

Sí, esa palabra justamente había usado la doctora.

Okey, lo aceptaba.

Ya, ya... ―soltó una larga exhalación―, sí, tienes razón, soy imprudente... pero aún así, no quiero sentirme como si estuviese encerrada en una urna de cristal ¿entiendes eso?

Jellal tomó un mechón de su cabello y asintió.

Lo sé, lo siento. Solo... me asusta el que te pueda perder a ti o a nuestra bebé, o a ambas ―Jellal bajó la mirada y Erza perdió cualquier rastro de molestia, ella también tenía los mismos miedos, pero sabía que para Jellal era más difícil manejarlos a pesar de toda su terapia, su esposo ya había perdido a personas amadas frente a él, ese día de su caída había visto el pánico reprimido en la cara de su azulado mientras conducía y trataba de calmarla a ella.

De verdad que no estaba siendo justo con él.

Jellal ―la joven tomó el rostro de su esposo entre sus manos para que la observase e imprimió en su voz todo el amor que sentía por él―, te prometo que en este año que está iniciando seré menos impulsiva e imprudente, no me excederé ni con el trabajo ni con cualquier otra cosa, incluyendo cualquier tipo de dulces e incluso mi... mi... pastel de fresa... ―apuntó con tanta seriedad en esa parte que Jellal tuvo que aguantar la risa a pesar del solemne juramento―, pediré ayuda si lo necesito y me permitiré ser ayudada, te lo juro por mi amor por ti, por Wendy, por mis padres y por nuestro bebé ¿me crees?

Te creo... ―asintió sin ninguna duda― y yo prometo ser menos sobreprotector y dejar de pensar cosas lúgubres ―Jellal recibió con gratitud el juramento de su esposa y el beso con que sellaron ese juramento.

Bien, entonces continuemos, nos quedan más de la mitad de los escalones ―soltó Erza en un pequeño quejido, la verdad es que ese templo en lo alto de una de las montañas de Rosemary no debía ser subestimado.

Continuemos ―secundó él―, creo que si seguimos a esta velocidad los que siguen dormidos nos terminarán alcanzando ―Erza rió y se volteó para continuar, no pasó mucho para que Jellal se pusiese a su lado y posase protector su brazo alrededor de sus hombros cubiertos por el pequeño abrigo de piel sintética que decoraba sus hombros―. Por si acaso ―le dijo con su adorable sonrisa de hoyuelo en la mejilla cuando ella le medio interrogó/medio reclamó con una ceja alzada, finalmente Erza soltó un suspiro pero igual sonrió.

Ese tipo de protección no estaba nada mal.

Al terminar de subir los incontables escalones, una puerta tori roja con un dragón dorado en su cima los recibió, a pesar de lo cansado de la travesía, el observar todo desde esa altura los llenó de nuevo de la paz que sintieron al ver el amanecer; y con esa paz, se dirigieron al altar, en donde luego de depositar su generosa ofrenda, tocaron la campana y aplaudieron dos veces antes de cerrar sus ojos para iniciar su plegaria.

Pedir por las bendiciones de un nuevo año.

Rogar por protección.

Desear con todo su corazón que cada día estuviese lleno de su familia, de sus amigos, pero ante todo, de amor y vida.

Erza terminó su oración, y abrió uno de sus ojos para espiar al hombre al lado de ella, Jellal se veía como un sueño con sus ropas tradicionales, como un fuerte, valiente y honorable samurái de otra época, sus facciones estaban tan serias y concentradas en sus plegarias que parecía que su rostro había sido esculpido por el más grande de los artistas, y esas facciones eran tan hermosas de ver para Erza que no pudo evitar sonreír embobada y sonrojarse y volver a cerrar los ojos para agradecer a la vida por haberle dado a un esposo, no solo con un corazón noble y lleno de amor, sino que también la había premiado con un esposo tremendamente apuesto.

Sí, era mejor agradecer eso también.

«Seguro que mi bebé hereda todos esos buenos genes...» pensó encantada, llevándose una mano a su vientre, sonriendo divertida por ese pensamiento.

Cuando terminó ese agradecimiento, volvió a abrir uno de sus ojos para espiar, pero esta vez ella fue la sorprendida al ver que Jellal la observaba concentrado y sonriente.

Con tanto amor que se sintió abrumada.

¿Je-Jellal? ―apenada por ser observada de esa manera balbuceó.

Stella... ―dijo él de pronto, colocando su mano sobre la que Erza tenía en su abdomen―, ¿podemos llamarla así? ―pidió de pronto con timidez.

¿Stella? ―repitió Erza―. ¿En eso estabas pensando tan concentrado mientras orabas? ―preguntó curiosa.

No exactamente ―admitió él con mejillas que comenzaban a colorearse de carmín―, pedí por la vida, por amor, por protección, por toda mi familia, amigos, y por mis padres... y cuando terminé de pedir por ti, comencé mi plegaria por ella ―palmeó dos veces la mano de Erza―, y de pronto el nombre se me vino a la cabeza...

Oh... ―Erza rió―, por eso me veías así hace un rato.

¿Así? ―subió una ceja―. ¿Así cómo?

Así... s-solo... ―Erza carraspeó apenada―, bueno, así, como lo hacías...

Vaya, vaya... ―Jellal subió la mano de Erza hasta sus labios y besó los anillos que los identificaban como marido y mujer―. ¿Cómo si fueses lo más importante en mi vida? ¿Lo que más amo junto a mi bebé y Wen? ¿La más hermosa de las mujeres y que espero que mi bebé herede todos tus buenos genes?

Erza se puso del color de su cabello.

Al final ella y Jellal habían pensado lo mismo.

¡Ya estás buscando molestarme de nuevo! ―le reclamó.

Para nada ―rió―, solo digo la verdad ―la acercó y besó su frente―. Y no me has respondido ―volvió a su seriedad―. ¿Podemos llamarla así, por favor...?

Bueno... ―Erza lo observó con atención, ese nombre parecía importarle mucho―, creo que es un lindo nombre, pero todavía no sabemos si será niña o niño.

Lo sé ―tomó sus manos―, pero yo sí estoy seguro que será una linda niña, parecida a su mamá.

No me digas que... ―Erza infló las mejillas―. ¡Viste los resultados sin mí! ―Jellal negó de inmediato.

¡Claro que no! Solo es un presentimiento ―se defendió―. Se podría decir que es un susurro de las estrellas... ―agregó con falso aire místico.

Y ahora resulta que eres astrologo y adivino... ―Erza rió―, pero en fin, ya que estás tan seguro, si resulta al final que es una niña, Stella será su nombre ―soltó una de sus manos e hincó su pecho―, pero sí es niño yo me encargo del nombre ¿entendido?

Entendido ―asintió sin ninguna duda, así como no tenía ninguna de que nacería una niña, que con suerte y si sus plegarias funcionaban, sería tan linda e inteligente, adorable y noble como su hermosa esposa y como su pequeña Wendy, que en esos momentos debía de seguir dormida junto a sus abuelos.

Stella... ―repitió Erza el nombre―, es un lindo nombre... ―asintió varias veces totalmente de acuerdo, y la razón del por qué Jellal lo había escogido llegó a ella. Él amaba las estrellas, así como le había enseñado su mamá, además, estaba la canción de la estrellita, esa que tanto reconfortó a Jellal en su vida, a él y a Wendy, esa canción que él cantaba todas las noches mientras acariciaba su apenas crecida pancita de embarazada―. Es perfecto...

Y lo era, era más que perfecto.

Entonces está decidido. Será Stella, nuestra pequeña estrellita.

Vaya que estás seguro de que será niña ―Erza volvió a reír, y luego unió sus manos en una forma de plegaria, dos manos de ella abrigaban una de Jellal, y lo mismo hacían las de Jellal con una de las de ella―. ¿Oramos los dos por nuestra Stella?

Jellal asintió, y no tardaron en cerrar los ojos y orar con todo su corazón.

Por su pequeña Stella.

Cuando escucharon pasos acercarse a ese altar, terminaron su plegaria.

¿Quieres ir a que alguna sacerdotisa examine la fortuna del nombre? ―preguntó su esposo, su adorado mimado sin piscina en la habitación.

No es necesario ―negó ella―, sé que está lleno de fortuna ―le aseguró su adorada y terca ex maid.

Entonces... ―le dijo en tono conspiratorio―, escuché de uno de mis informantes que aquí hay un puesto de dulces en forma de conejitos que a cierta adorable Perverza le encantan ―Erza sonrió emocionada, sin duda eso había sido cosa de su papá―. ¿Qué dices si vamos por unos mientras esperamos al resto de nuestra familia?

¡Digo que sí! ―comenzó a caminar junto a él, al fin y al cabo habían decidido adelantarse a todos para pasar tiempo a solas, las últimas dos semanas no habían tenido mucho tiempo a solas, ni mucho menos para salir en citas―. Y son hechos completamente de plantas saludables, así que no hay azucares procesados en ellos, por lo que...

Por lo que me alegra haber traído la billetera conmigo, mi señora Scarlet-Fernandes ―terminó Jellal por ella haciéndola reír.

¡Contamos con usted, señor Fernandes-Scarlet! ―le cerró un ojo con una mano en su vientre, luego se detuvo y enredó su brazo en el de él, recostando su cabeza en su esposo―. Así es más seguro ―le explicó con una linda sonrisa.

Jellal asintió, besó su frente y se encaminó junto con su esposa y su hija a devorar adorables dulces en forma de conejitos de nieve, un puesto que volvieron a visitar cuando Wendy y el resto de su familia y amigos se reunió con ellos un poco más tarde.

Una tradición que mantendrían los siguientes años.

...Años llenos de fortuna, familia y amor...

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¡Muy Feliz Año Nuevo!

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Aclaración:

Stella: Como saben, en el epilogo de Mi Maid apareció la pequeña, pero nunca expliqué el motivo de su nombre porque pensé que era obvio pero al parecer no lo fue porque me lo han preguntado mucho en mensajes privados en mis redes sociales xDD, por eso, cuando decidí hacer este fic inspirado en la imagen, decidí explicarlo y retomar al Jerza que inició mi vida como ficker.


Rincón De La Escritora En Proceso:

No sé por qué, pero cada que sale un art Jerza me siento en la obligación y necesidad de escribir algo sobre la imagen. xDDD ASDFGHJSASDFGH... en especial una tan hermosa como esa... QwQ Estoy amando FT: 100 Years Quest por todo el material Jerza que nos está dando, lo mismo va para FT City Hero, llevó ya más de un mes planeando una trama para la policía y ese Jellal enmascarado y pastelero. *w*)8 Supongo que ese proyecto llegará a ver la luz este año, o eso espero. xDD

Por otra parte, que nostálgico se siente retomar a la terca maid y al mimado sin piscina en la habitación, espero que ustedes sientan algo tan bonito como lo que yo sentí al escribirlo.

Sin más que decir;

¡Mil gracias por leer!

¡Y muy feliz Año Nuevo!

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