Hola a todos Bienvenidos a mi primer fanfic de uno de mis grupos de superheroes favoritos, los Inhumanos de Marvel comics, la historia se centra en Black Bolt quien comienza una serie de aventuras con otros Inhumanos y con... mi OC, si les gusta siganlo si no pues no jajaja, ¡Comencemoooss!
Los personajes de Marvel Comics no me pertenecen, la historia es de mi autoria asi como los OC.
Demasiadas Preocupaciones
El silencio inquebrantable de Black Bolt, metido siempre en sus pensamientos, prefiere estar sólo en la oscuridad, razona y ordena mejor sus emociones. Las personas de su reino lo miraban con mucho respeto, regio, fuerte y alto como una fortaleza, le temían si, pero era querido pues siempre hacia lo mejor para su pueblo.
Su mujer le decía que tenia una apariencia aterradora, ya que era imponente físicamente, pero era dulce y bueno como un gatito, tal vez esa no era su expresión favorita para definirlo pero si venia de ella no le importaba, era el amor de su vida y así seria siempre, el solo la abrazaba y besaba su frente como aprobación a sus comentarios, dejándose envolver por esos largos cabellos pelirrojos que lo enredaban, tenían tanta vida como ella, cada uno de sus cabellos tenia vida propia bajo su control, la amaba demasiado y podían amarse todo el día si ella quería, también se tomaba largos ratos para meditar solo, por supuesto y eso hacia que su mujer se sintiera sola pensando en que el sufría mucho sin poder contárselo a nadie ni siquiera suspirar y que a ella no le demostraría nada de ese sufrimiento constante, eso la hacia enojar y entristecer al mismo tiempo al no serle de ayuda, su mayor poder era su maldición y su peso para llevarlo en este mundo. Pero tenia mucho autocontrol gracias a esos momentos en soledad para meditar y tomar control de su fuerza aunque sabia que a Medusa no le gustaba tanto que no le hablara, que no pudieran conversar, que ella no pudiera escucharle decir te amo, eso nunca sucedería excepto en su lugar especial que había creado en su mente, pero no era igual y ella quería sentirlo en carne y hueso, oír sus gemidos a la hora de amarse era algo que le angustiaba mucho, el no poder saber si de verdad lo excitaba o solo lo fingía, debía ser ella quien fingiera los orgasmos no el, una conversación seria imposible, solo quería escucharlo reír alguna vez.
A él le gustaba observar su reino desde lo alto de la torre en el salón del trono que le pertenecía, se lo gano por herencia, fuerza y poder, sentir el viento en su rostro que se colaba por el ventanal le calmaba la ansiedad de gritar, su expresión parecía severa, recta pero siempre era amable y no dudaba en devolver una sonrisa, el entendía del por que se encontraba ahora solo, había tomado decisiones difíciles quizás algunas no le correspondían, pero al salvar al mundo también destruyo otro y eso causo un terrible conflicto, el nunca fue un héroe, el solo hace o hacia lo que un soberano debía hacer por el bien de su pueblo, el mundo que conocía y eso fue el fin para el. Ya sin su querido reino, sin su familia apoyándolo como antes, sin la mujer que amaba la cual no tardo en encontrar el amor si así se podía llamar a esa relación, en otra persona el cual era un camarada, no sentía rencor ni odio el sabia que se había ganado el desprecio de su mujer por ocultarle terribles secretos sobre sus acciones, lo que le carcomía el pecho era que conocía muy bien a Johnny Storm, sabia sin duda que tipo de hombre era y no quería que lastimara a su amada reina, Medusa, el solo recordarla, recordar sus besos y abrazos le hacia estremecer, le recordaba la soledad en la que se encontraba mas de lo acostumbrado, ella era la luz a ese pedazo hueco y oscuro que lo envolvía, ahora totalmente solo regresaba a esa oscuridad, a los que llamaba amigos ya no estaban o se encontraban muy lejos cuidando sus propios asuntos. Al menos ahora tenia en que distraerse, The Quiet Room era aquello que lo animaba, su nuevo hogar, su bar y ahora nunca estaba solo, de un modo u otro atendía todos los asuntos de todos los diferentes puntos del bar, que mas que eso era un lugar de reuniones de diferentes tipos, negocios, placer, entretenimiento, el propuso un punto medio, héroes y villanos tendrían que convivir en paz, ese era el acuerdo, si alguien lo rompía fuera quien fuese, el se encargaría personalmente del mal entendido.
Sentado en su nuevo trono, un elegante asiento de piel, acolchado y un poco frio al tacto, con un deslumbrante escritorio de madera por enfrente, dio una media vuelta sobre su eje, escuchando el rechinar del metal que soportaba el asiento, quedo de nuevo frente a el escritorio, coloco sus dos manos bien abiertas soltándolas pesadamente sobre el, sonrió un poco para si del pequeño placer que era dar vueltas en el asiento, miro unas solicitudes y documentos que tenia bajo las manos que tenia que revisar y firmar, echo su cabeza hacia atrás tronando su cuello, sintió un pequeño alivio de la tensión, pensó en que necesitaba un masaje desesperadamente, pero ya no había quien pudiera dárselo, el pensar en Medusa le provocaba un dejo de tristeza muy grande, era un vacío que no sabia como llenar, miro a su alrededor, su cueva de soltero, tenia todos los lujos y comodidades tecnológicas mas avanzadas para un mejor manejo del bar, además de que estaba acostumbrado a tales cosas. Tener en orden el bar era lo mas fácil de su día, y ahora con Ahura su hijo manejando una empresa Enilux, seria difícil verlo, no estaba por completo de acuerdo con esa situación, pero Ahura era firme y sabría como manejarlo a pesar de su juventud.
El Ex Rey Inhumano dio un tremendo suspiro interno, soltó un poco de aire con mucho cuidado y miro fijamente la puerta de su oficina, la recorrió por completo esperando, sus agudos sentidos lo hacían saber que alguien se acercaba.
Mi señor, Black Bolt, se encuentra ahí?-
Escucho Black Bolt la chillona voz de Flagman ese particular y alegre host, que al no escuchar respuesta, solamente entro, sabia que no debía preguntar, que la puerta siempre estaba abierta excepto cuando el salía mucho tiempo, Flagman pensó que solo era una formalidad aunque mas que eso el no era cualquier empleado y pasaba como en su casa pensando también lo gracioso que seria imaginar a su jefe tratando de contestar pero no poder hacerlo, con su brillante atuendo de colores, lleno de esas banderillas por todos lados, entro serpenteando su atuendo hasta el escritorio, Black Bolt apenas le había echo una señal para que entrara cuando ya lo tenia enfrente.
Señor parece que no a terminado de revisar esos documentos, aunque realmente no son tan importantes –
Black Bolt solo frunció el seño y Flagman sabia que era la indicación de que comenzara a hablar de lo que ocurría.
Bueno aquí tenemos una importante visita de otro reino, una galaxia lejana, pero no son muy amigables con los humanos, son un Rey y una Reina, que se encuentran viajando por nuestro sistema solar, conociendo cada planeta en el, al llegar a la tierra se toparon con su bar el cual les pareció agradable para estar, ya que era el único que recibía seres de todo tipo, pero no de toda clase, en fin una de nuestras nuevas camareras humanas….
No termino de decir cuando Black Bolt puso la mirada en blanco temiendo lo que le diría, el no quería atender ese asunto, pero al parecer era necesario pues eran seres importantes, no aquí en este mundo pero habría que respetar su posición como lo habían echo con el en su tiempo, le indico que prosiguiera haciendo un ademan.
Bien le dije que no era buena idea contratar humanos, en fin esta chica llamada Sara, derramo no solo la bebida sobre el suntuoso atuendo de la reina, si no que traía una bandeja llena de platos con restos de comida entre otras cosas, la reina enfurecida se levanto, vocifero algo en su idioma golpeando muy fuerte a la camarera y ….
Black Bolt se levanto de inmediato sin dejar que Flagman terminara de explicarle y salió casi volando de su oficina y Flagman tras el.
Señor la chica quedo muy herida y la ambulancia no tardo en llegar, el problema es que la reina quiere que la ejecuten por la falta de respeto y no deja que se la lleven. La abrió de tajo en el torso y obviamente va a mori…..
Lo callo poniéndole la mano en la boca, llegando al lugar miro la horrible escena, apretó los puños con furia, pero no la atacaría quería convencerla primero sin pelear, lo único malo era que no tenia mucho tiempo o la chica moriría.
La llamada reina, una asombrosa y bella criatura blanca con rasgos humanoides con cara afilada y ojos que parecían rubíes incrustados, con una especie de branquias en el delgado cuello, con cinco tentáculos que salían de su espalda con los cuales estaba sosteniendo fuertemente a la chica, que parecía casi muerta con chorros de sangre como un rio desbordado, los demás empleados y clientes observaban todos aterrorizados, la mujer extraterrestre con toda su figura humanoide, su Rey a un lado suyo y su vestimenta como un vestido de seda con muchas telas transparentes, ondeaba junto con sus tentáculos como si estuviera bajo el agua, miro a Black Bolt, lo señalo con su larguirucha mano con cuatro delgados y blancos dedos, el le devolvió la mirada enojado, no había forma de hablarle, estaba extrañando mucho a Medusa o en todo caso a Charles Xavier, fue cuando sintió su pensamiento interrumpido como un siseo en su mente, era la Reina hablándole mentalmente, al parecer muchos seres de otros planetas hacían esto, para su fortuna por supuesto, solo esperaba entenderle.
Y me entenderás Rey de los Inhumanos – hablo la firme voz, Black Bolt abrió mucho los ojos, ella lo conocía y hablaba su idioma pero no debería sorprenderle varios Aliens lo hacían lográndolo mentalmente aparte de que era bien conocido en muchos lugares de la galaxia.
No temiendo contestarle mentalmente centro su cabeza y pensó bien en lo que le diría, no tenia mucho tiempo o la chica moriría, cuando esta volvió a interrumpirlo.
Mi nombre es Alurah'nn del planeta Dorusent, y hemos venido en paz sin querer molestar a ningún humano o ser de este planeta, en particular no me gustan los humanos aunque algunos son deliciosos - Black Bolt se estremeció pero siguió atento – Su sirviente me tiro encima toda la basura que traía en las manos y ahora mi aroma es terrible y estoy sucia, merece la pena de muerte, en mi planeta los ejecutamos por menos.
Eso era, le dio una clave, en su planeta pero aquí no, menos en su bar y menos a una chica inocente.
Señora si me permite, como lo sabe bien soy Black Bolt y no soy mas un rey, le pido que suelte a mi empleada pues si en alguien recaerá la culpa será sobre mi, no sobre ella, es una niña inocente que tuvo un tropiezo, yo asumiré todas las responsabilidades para con usted, por favor la invito a mi oficina para hablar y para que permita que los médicos atiendan a mi mesera.
La criatura accedió a tan amable petición, además de que la llenaba de curiosidad por que alguien como el se sacrificaría por la plebe de su mundo. Bajo a la chica la cual ya había perdido mucha sangre, desmayada por el dolor, en cuanto la dejo en el piso, los paramédicos corrieron para atenderla y llevársela de emergencia, Black Bolt dio la indicación a través de Flagman de que el jefe de camareros fuera con la chica al hospital para que le avisaran de su estado.
Así ocurrió y la reina que sobrepasaba casi por una cabeza a Black Bolt lo tomo del brazo y le indico a su Rey que esperara lo cual no pareció gustarle mucho pero era ella quien mandaba. El la guio hasta su oficina con el desagrado de tener que escoltarla del brazo, le daba repulsión por lo que había echo, pero era lo suficientemente controlado como para hacérselo notar y lo suficientemente educado para no acabar con ella ahí mismo.
La criatura entro al despacho y miro alrededor fascinada, no conocía los recintos humanos o inhumanos de ningún tipo, así que todo era nuevo para ella, un lugar bastante cómodo, con las paredes anaranjadas, contrastante de todos los muebles negros y aparatos grises, de los cuales ella no sabia nada, Black Bolt la invito a sentarse, ya después desinfectaría el asiento – pensó - la alienígena se sentó con dificultad por toda la "ropa" que tenia entre suciedad y sangre, sobre todo sus tentáculos que al parecer podía retraerlos para mas comodidad y que no le estorbaran, lo miro profundamente a los ojos para tratar de comunicarse mentalmente con el ya que sabia muy bien que el Rey de los Inhumanos no puede pronunciar palabra alguna sin que eso provocara que destruyera algo, el devolvió la mirada con seño de enojo, esperando que pudieran seguir con su disputa mental empezó.
- Mi amable señora, permítame decirle con todo respeto que no estoy de acuerdo obviamente en la forma en la que trato a mi empleada, conozco absolutamente su posición pero no se tolerara ningún ataque violento dentro de este lugar, esas son las reglas, y aplican para todos por igual - dijo orgulloso y directo.
- Yo por el contrario Rey creo no hay nada de malo castigar a un mal sirviente y menos con sus invitados de mas prestigio – lo dijo mientras toda ella se agitaba como alga marina bajo el agua.
Al punto de matarlo no es un castigo su Majestad – la miro entrecerrando los ojos, quizá le causaba un poco de gracia su movimiento .
Ella lo merecía, como le comentaba hace un momento en mi planeta los ejecutamos por menores faltas, es lo que merecen, si no sirven bien, para que tenerlos en este mundo -
No nos encontramos en su planeta, Majestad – enfatizo serenamente.
Lo se, pero imagine que alguien de su nivel y categoría entendería, ya que ustedes tienen a varios de los suyos esclavizados o ¿ me equivoco? – De nuevo frunció el seño.
En la tierra es muy diferente, pagare el costo de los daños, y tendré que pedirle que se retiren pacíficamente usted y su Rey – desvió un poco el tema, sabia que ella se refería a los Alpha Primitive pero no era lo que ella creía, ni sabia la situación real respecto a ese tema, así que prefirió no alargarlo, ni continuar con el.
La criatura inclino su cabeza sin quitarle su sanguinolienta mirada de encima, la movía de un lado a otro como tratando de entender lo que acababa de suceder, ella creía que el daría su vida por esa niña pero no fue así el solo ofreció un trato para solucionarlo, ella hubiera preferido matarlo a el, seria grandioso ese titulo en su lista.
- Muy bien Blackagar por hoy aceptare tu trato, espero sanciones a esa humana, si es que no muere antes, los humanos son tan frágiles que me dan pena, tampoco creas que olvidare esto y por supuesto que pagaras los daños de mi integridad pero no será monetariamente, eso puedo asegurarlo - dicho esto salió ondeando sus tentáculos y su sinuoso vestido.
Black Bolt se levanto molesto era una absoluta tontería y una nimiedad lo que sucedió como para que ella reaccionara así pero aun así la invito a salir de la oficina educadamente abriéndole la puerta y haciendo una leve reverencia, la alien se levanto inclino la cabeza con gesto respetuoso y salió dignamente, cerro la puerta despacio hasta que salió por completo. El regreso a sentarse, el frio de la piel en el asiento traspasaba su traje, un elegante atuendo que había mandado a hacer a su gusto y medida, aunque no estaba tranquilo no quería que causaran conflictos a la hora de irse, pero ya no quería verlos, presiono sus dedos índices contra sus cienes se reclino hacia atrás, estaba pensando en la pobre muchacha, así que lo mejor es que debería ir personalmente a verla al hospital, si es que aun seguía con vida, aunque de no ser así ya le hubieran avisado, a penas se la habían llevado así que tenia tiempo para pensar que hacer, ahora habría que contratar a alguien nuevo temporalmente, ya que el personal nunca sobra en The Quiet Room.
Se dispuso a salir dejando a Flagman indicaciones, y por supuesto Reader lo acompañaría al hospital, para no hacer tanto alarde no salieron por la puerta principal del bar, Reader por supuesto siempre con cara de enfado por tener que salir, justo cuando le iba a preguntar su nombre a una hermosa chica que estaba en la barra de bebidas el cual era su lugar favorito para estar, no es que exactamente la viera, pero podía olerla, sentir su agradable presencia, por supuesto era bella, incluso tal vez hubiera dejado que tocara su rostro para visualizarla correctamente, pero eso ya no seria posible, le indico a Forey que se quedara, su fiel perro de compañía, gracias a el tenia la habilidad mas increíble para alguien de su condición, su unión inhumana permitía que por medio de una lectura en sus tablones braille Reader podía ver a través de los ojos de Forey, el cachorro descontento por no poder acompañar a su amo pero muy obediente fue a dormir lejos del bullicio del bar.
Siempre tan oportuno Black Bolt – dijo un poco disgustado como siempre, odiando dejar a querido perro solo, pero no tenia opción, iban al hospital y no seria muy apropiado llevarlo, además le pagaban buen dinero por hacer lo que se le pedía.
Llegaron al estacionamiento, por medio de la puerta secreta que tenia cerca de su oficina le indico subir al auto con una sonrisa de satisfacción por haberlo interrumpido, un hermoso Lincoln MKZ 2017 negro los esperaba, Reader soltó un silbido, apreciando el modelo tan lujoso, Black Bolt había aprendido a conducir muy fácilmente, era sencillo fácil de manejar, era cómodo y suave, ronroneaba como gatito, antes cuando era un Rey tenia una nave espacial donde lo transportaban de un lugar a otro, era un artefacto muy cómodo, pero tenia chofer, ahora era diferente y cuando se trataba de salir a algún asunto personal prefería manejarlo el. Ambos abrocharon los cinturones de seguridad y Black Bolt arranco el auto a gran velocidad haciéndolo derrapar un poco, era un bellísimo auto que combinaba perfectamente con su personalidad.
- Vaya jefe que tengo conduciendo a una moderadamente velocidad aceptable – comento Reader enfatizando la frase.
Black Bolt piso el acelerador y sonrió, Reader solo alcanzo a sujetarse – ¡¡¡Era sarcasmo jefe!!! – grito un poco aterrorizado.
Pensando lo divertido que seria que un patrullero los detuviera por ir a gran velocidad, un hombre mudo y el otro ciego, gran combinación, seria multa segura y por el tipo de automóvil seria una con muchos ceros, no había trafico a esa hora de la noche así que podía andar tranquilo redujo la velocidad de nuevo pero fue divertido, mas que nada ver la cara de Reader del susto al ir tan rápido, eso hasta que recordó los ríos de sangre recorriendo el cuerpo de la chica, el obviamente no la conocía muy bien, por supuesto sabia cada nombre de sus empleados y reconocía sus rostros, pero no sabia nada de sus situaciones personales y no tendría por que saberlas, pero ella era nueva no sabia bien quien era, en tal caso no quería a nadie dándole mensajes sobre su estado de salud, además de dar la cara a sus familiares y explicar la situación, a través de Reader por supuesto, el tenia que saber como se encontraba, verla personalmente y reconocer su dolor, el quería hacerle saber que no solo es una empleada si no una parte importante de la empresa como todos los que trabajaban ahí, humanos, inhumanos, mutantes o cualquier otro tipo de criatura que solicitara trabajar, el los protegería sin duda y con ese pensamiento llegaron por fin al hospital.
El lugar era bastante deprimente, Black Bolt imagino que no era suficiente el seguro de gastos médicos para cubrir ese tipo de heridas, el hospital no tenia nada de impresionante, a veces se le olvida que ya no esta en Attilan con toda la tecnología de curación tan avanzada con la que contaban, nada comparable a este sitio, no daba crédito a lo que veía parecía abandonado, con mucho olor a muerte y sangre, como si a su gobierno no le importara darle un mejor lugar a su gente, aun así parecía que se preocupaban por sus pacientes, Reader se acerco a recepción con la enfermera preguntando por Sara Bankins, la enfermera le dijo que seguía en terapia intensiva y todavía tardaría unas horas en recuperarse. Black Bolt miro a Reader con la seriedad y severidad que lo caracterizaba, Reader el entendió la orden y se sentó en la sala de espera, no muy conforme como siempre.
De verdad vamos a esperar jefe, digo no creo que sea necesario – Black Bolt le indico que callara, el quería permanecer ahí, se sentía muy responsable, recordó las palabras de Flagman, quizá tenia razón en que no debían contratar humanos, tal vez era demasiada presión para ellos, tener que convivir con tantos tipos de razas y seres, se cruzo de brazos, cerro los ojos y espero, mientras Reader solo suspiraba con enfado aunque le preocupaba también la chica. Esperaron ahí casi seis horas, fue una eternidad pero Black Bolt ya estaba acostumbrado y Reader aburrido ya se había recorrido todo el hospital cuando un Doctor se acerco a ellos mirándolos por supuesto de arriba abajo, vestidos formalmente, y con curiosos objetos en la cara y la cabeza, en fin con tantos acontecimientos en New York y otros estados e incluso países, y con lo que estaba ocurriendo últimamente con los inhumanos, no se le haría raro que ellos fueran mutantes, superhumanos o algún héroe local.
Señores, ¿ustedes son parientes de Sara Bankins? – pregunto fríamente el doctor revisando los archivos médicos de Sara, ambos se miraron, en eso una señora con piel muy morena y cabello cano ya de edad un poco avanzada se levanto.
Yo soy su madre, ¿que sucede doctor?, ¿le pasa algo malo a Sara? – la señora junto sus manos en forma de suplica acercándose al doctor con una marcada angustia y preocupación.
Black Bolt se frustro un poco por no poder consolarla con palabras y aunque nunca le habían echo falta para expresarse, en ese momento el quería darle un poco de consuelo, mas aparte confesar la culpabilidad por fallarle de esa manera.
Yo soy Reader – se apresuro a decir – el es Black Bolt es el jefe de ella y dueño de el lugar donde ocurrió el incidente.
El doctor lo interrumpió y la señora los miro casi llorando.
- Ella … ella ya esta mas estable, logramos detener la hemorragia a tiempo, y cerrar la herida, bastante grave, justamente me alegro que estén aquí, ya que la persona que mandaron con ella explico a grandes rasgos y muy nervioso lo que había sucedido, pero necesitamos una explicación un poco mas extensa de lo que sucedió para archivarlo – dijo mirándolos incrédulo pero imaginando que ese era su día a día.
- Podemos pasar a verla? – pregunto Reader.
- Lo siento, solo familiares, pero ya que su jefe no habla conmigo usted puede venir para explicarme la situación – Reader asintió, con el consentimiento de Black Bolt que se disponía a seguirlos.
- Es complicada la situación de mi jefe pero por eso estoy aquí, seré su interprete o por lo menos sabré que decirle de lo que ocurrió - el doctor le indico a la mujer por donde tenia que pasar para llevar a su hija, cuando esta se detuvo y le pidió a Black Bolt que fuera con ella, el doctor asintió y el siguió a la madre de Sara por los pasillos del hospital. Black Bolt miro a la señora, parecía mayor como para ser la madre de Sara, pero quien era el para juzgar, le ofreció su brazo y la señora lo tomo gustosa, temiendo arruinarle el elegante traje que parecía muy costoso.
- Así que usted es su jefe, no lo culpo, no se preocupe, desde un principio le advertí a mi niña que no debía aceptar un trabajo en un lugar así, no se ofenda pero ella conocía los riesgos – le brindo una amplia sonrisa llena de dientes blancos contrastantes con su piel morena.
El solo pudo devolverle la sonrisa, pensando en que tal vez si debió dejar que alguien mas se encargara de este asunto, aunque sabia muy bien como tratar con la gente, era como atender las peticiones del pueblo desde su gran trono, aunque esto era mas personal, era muy diferente. Entraron en la habitación, no estaba compartida así que imagino que seria mas costoso, no le importaba, el pagaría todo lo que no cubriera el seguro, su recuperación era lo principal.
La señora se acerco y se puso junto a ella, le acaricio el cabello, unos delicados rizos cortos al hombro, castaños, algo maltratado, aun así lo acariciaba muy tiernamente como debe ser una buena madre, el las miro de lejos, se encontraba cerca de la puerta y comenzaba a sentirse incomodo, como queriendo escapar, pero solo se quedo ahí de pie, cruzado de brazos, pensativo y distante.
- Mi niña Sara despierta, por favor, mira tu jefe vino a verte, el que me decías que daba miedo, es una mentira total cariño, el es muy amable –
Black Bolt se encogió de hombros, frunciendo el ceño, pero haciendo una pequeña mueca sonriente, pensando en que así lo veían sus empleados, los intimidaba, no era su intención pero no podía hacer nada mas, para quitarse la tensión se acerco a la camilla, miro el suero bien fijado a la vena pulsante de la chica, se inclino un poco hacia ella y toco su frente, la señora lo miro con sonriente aprobación, en ese momento Sara abrió sus ojos castaño claro como su cabello con esa hermosa piel morena algo apagada por la fatiga y la perdida de sangre, la sorpresa en su rostro fue de tal magnitud que Black Bolt le separo la mano, le expreso una amplia y compasiva sonrisa.
- Por Dios, jefe, digo… señor Bolt, ¿donde estoy?, ¿Qué me sucedió? – intento incorporarse pero Black Bolt la volvió a recostar suavemente tomándola por los hombros delicadamente y movió su cabeza en señal de negación, ella se recostó sintiendo la presión cálida y fuerte de sus manos inclinándola de nuevo hacia la camilla, pensó en que era muy agradable esa sensación sintiéndose protegida, ella se sintió avergonzada por permitirse esos pensamientos con su jefe, el no podía leer la mente ¿o si?, se sonrojo al imaginar que si.
La madre siguió mirándolos fue como si se hubieran quedado solos, vio la sonrisa y la expresión en su rostro fue algo que la hizo sentir feliz y cuando Black Bolt se aparto, la mujer acercándose a su hija, le beso la frente y lloro en su regazo, Sara la abrazo y lloro hasta donde el dolor le permitía, pues la anestesia se alejaba de su sistema, aun débil y soñolienta trato de apretar fuerte a su madre – pensé que jamás volverías a abrir los ojos mi niña – Sara miro de reojo a Black Bolt, se sonrojo un poco.
- Madre jamás iría a esa luz tranquilizante y que me daba paz, sabiendo que te dejo sola y sufriendo – se abrazaron de nuevo, Black Bolt sonrió, les hizo una reverencia y salió de la habitación casi con desesperación pues aparte de sentirse fuera de lugar, se comenzaba a sentir incomodo.
Normalmente alguien de su estatus no se acercaba tanto a las personas, pero esta vez sentía que se los debía, ahora solo quedaba pensar en que tipo de pago querría la reina Alurah'nn, y llevar a otro lugar a Sara pues ese hospital estaba en un barrio muy pobre y no quería que por falta de algún recurso la dejaran morir. Se dispuso a regresar a su nuevo hogar, que era su querido Bar, se encontró a Reader en la sala de espera al parecer había terminado de hablar con el doctor y pensando en que tuvo que dejar a Forey en el bar.
Listo jefe?, podemos irnos de este horroroso lugar, que huele a muerte gratuita – Black Bolt asintió frunciendo el seño y salieron de ahí rápidamente.
Sabes que podría habernos teletransportado verdad jefe? – le recordó, Black Bolt sabia que si usaba sus lecturas para la teletransportación tenia que dormir mucho tiempo y así no le servía de nada si había alguna emergencia.
Mientras en otro lugar, muy lejano de la tierra la malvada Reina Alurah'nn se encontraba planeando como traer al antiguo rey de los Inhumanos para que pagara su deuda con creces, esta situación se había convertido mas personal de lo que a ella le hubiera gustado, pero hasta no lograr que Black Bolt pagara por su falta, no descansaría tranquila hasta que alguien muriera.
NOTA_
Muchas gracias por leer, los espero en el próximo capítulo. :D
Próximo capítulo, Neena la extraña de otra dimensión
