Este es mi primer fic, jeje, está basado al dorama japones del mismo nombre. Solo que a mí estilo ;)
Los personajes le pertenecen al grandioso Mashima-sama
Espero les guste, acepto comentarios, reclamos, dudas.. lo que quieran (pero no se pasen :c)
Hanna yori dango
Capítulo 1: EXAMEN DE INGRESO…
-Esto es Fairy Tail… increíble –murmuro Lucy.
Lucy, sujetaba su mochila con ambas manos, apretándola contra su pecho, veía asombrada la entrada de lo que sería su nuevo instituto.
El instituto Fairy Tail, uno de los más caros y con la mejor reputación en todo el mundo, era recomendado para los hijos de ricos, muchos de sus alumnos ocupaban los primeros puestos en muchas disciplinas. En resumen era un instituto para hijos de ricachones.
Por lo que se preguntaba, "¿qué rayos hacia alguien como ella ahí?"
Lucy dirigió su vista a la chica parada junto a ella, Juvia Loxar, su mejor amiga. Lucy noto que Juvia sujetaba con fuerza su mochila, y también veía asombrada el instituto.
-Nee, Juvia, ¿cómo fue que terminamos aquí? –pregunto Lucy.
Juvia salió de su asombro y se giró un poco para ver a Lucy, sus mejillas comenzaron a teñirse de rosa.
-Juvia prefiere no recordar –respondió.
Lucy suspiro, mientras a su mente llegaban recuerdos de lo sucedido el día anterior…
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Lucy y Juvia, iban en una moto. Su destino, el instituto Fairy Tail.
Traían puesto su ropa de trabajo, que era un snicker verde petróleo, con una blusa blanca, además llevaban zapatias de lona. Sus cabellos sujetos en una cola de caballo. Ese era el uniforme de la lavandería donde trabajaban de mañana.
Al llegar frente a las rejas, presentaron el boleto y la cuenta de lo que llevaban. Se les permitió el ingreso. Al entrar se dirigieron al lugar que se les había indicado, un edificio algo apartado del complejo, era la casa del director. Al llegar pararon, Juvia fue la primera en bajar, ya que llevaba las bolsas con la ropa lavada y planchada. Lucy la siguió.
Entregaron la ropa a la empleada de la casa, Virgo. La veían dos veces por semana, hasta se habían hecho buenas amigas. Una vez hecho eso, volvieron a la moto, esta vez Juvia conduciría. Juvia prendió el motor y se dirigió a la salida.
Cuando pasaban por la alberca, donde estaba la piscina, Lucy hizo que Juvia frenara. Lucy bajo rápido y corrió a la alberca, pateando las puertas. Lo cual desconcertó un poco a Juvia.
-¿Pero qué haces Lucy? Juvia no entiende –murmuró.
Lo que pasaba, era que Lucy había visto a una niña de cabello azul marino, caer en la piscina, todo gracias a que la piscina era rodeada de rejas, que permitían tener una vista del interior.
Lucy al ver aquello se asustó, he hizo a Juvia detener la moto, bajo y corrió. Sin pensarlo dos veces se lanzó a por la niña. Con algo de esfuerzo logro llevarla a la orilla, donde estaba la escalera. Hizo a la niña sujetarse de la escalera, y trato de calmarla, toseaba demasiado, al parecer había tragado algo de agua. Lucy palmeo un poco su espalda.
-Ya paso… vamos, hay que salir –dijo Lucy para animar a la pequeña.
Ella subió, luego ayudó a la pequeña. Era una niña de apenas doce años, su vestido chorreaba, al igual que la ropa de Lucy. Lucy se disponía a presentarse, pero la puerta fue –nuevamente- abierta de un patadon.
-Lucy, Juvia quiere saber por… -Juvia se percató de la ropa mojada de Lucy, y de la niña que estaba junto a ella-. ¿Y esa niña? –pregunto-, no me digas que es tu hija, Lucy…
-¡¿Cómo se te ocurre Juvia?! –gritó Lucy apenada, se aclaró la garganta y giro para dirigirse a la niña-. Me llamo Lucy, ella es Juvia, ¿cómo te llamas pequeña?
-W-Wendy… -tartamudeo, tenía las mejillas sonrosadas, dándole un aspecto tierno.
-¡Soy Juvia, mucho gusto Wendy-chan! –gritó la peliazul, mientras se aventaba a la niña y la abrazaba.
Wendy se sonrojo aún más por la cercanía de la chica, por otro lado Lucy observaba todo con una gota de sudor en la cabeza. Aunque a ella le hubiera gustado hacer lo mismo, sabia controlarse. A los cinco minutos de tortura para la pequeña Wendy, Lucy obligo a Juvia a que dejara respirar a la niña, lo que no consiguió.
Su reloj pitio, Lucy lo miro… su cara se puso pálida, el reloj marcaba las ocho en punto de la mañana. Una hora común para cualquiera, pero en este día era especial, para esas dos jóvenes era especial… ¡hoy tenían que presentar el examen para la beca que se ofrece una vez por año!
-Ju-Ju-Juvia, son las ocho –informo Lucy, con voz decaída, y al borde de las lágrimas.
Juvia reacciono a lo que dijo su amiga, y se paralizo, dejando de abrazar –asfixiar- a Wendy. Volteo asustada, comenzó a murmurar incoherencias. Pero cuando se calmó, grito…
-¡Lucy, a Juvia no le gusta que juegues así!
-N-N-No estoy-y ju-jugando –dijo con voz entrecortada por las lágrimas.
Juvia cayó al suelo, otra vez murmurando algo acerca de su futuro, mientras Lucy se dejaba caer y llorar a moco tendido.
Por otro lado Wendy miraba con mucha confusión, ¿qué les pasa a estas chicas?
El llanto de Lucy, y la lamentación de Juvia fueron interrumpidas por el estornudo de Wendy. ¡Aun traía la ropa mojada!
Juvia y Lucy, se calmaron y acompañaron a la pequeña a su casa, que resultó ser la casa del director, donde momentos antes habían estado. Tocaron el timbre, Virgo abrió… en cuanto la sirvienta vio a Wendy mojada, sin previo aviso las metió dentro de la casa, dejo a Juvia sola en la sala, mientras que a Wendy y Lucy las llevo a que se cambiaran de ropas.
Tras diez minutos, salieron Wendy y Lucy, Virgo las llevo a la sala, donde recién comenzó el interrogatorio.
-Señorita Wendy, se puede saber por qué traía la ropa mojada, ¿acaso estamos en época de lluvia? –dijo sin expresión alguna.
-No Virgo-san, estamos en verano –respondió Wendy.
-Entonces por qué usted y la señorita Lucy traían la ropa mojada –volvió a cuestionar.
-E-Eso, fu-fue po-por q-que yo… -tartamudeaba Wendy.
-Creo que se cayó a la piscina –dijo Lucy, tratando de ayudar a Wendy-, ya que por lo que vi, Wendy-chan no sabe nadar, así que dudo que se haya metido por su propia voluntad a la piscina, ¿no Wendy? –Wendy asintió con la cabeza gacha-. Nee... Wendy, ¿cómo caíste a la piscina?
-Juvia también quiere saber –opinó Juvia.
-Pues, verán… estaba jugando en el jardín con mi pelota, y en cuanto vi a Laxus-san le pregunte si quería jugar conmigo, el cogió la pelota y la pateo, diciéndome ¡Ve por ella Wendy! –trato de imitar la voz de Laxus-. Al principio me reusé, por que no era un perro. Pero quería seguir juagando con mi pelota, así que me fui a buscarla. La encontré al borde de la piscina, mi primo patea fuerte. Como estaba cerca del borde la recogí, me disponía a irme, pero resbale y caí. Cuando pensaba que iba morir vi a Lucy-san meterse y ayudarme, ¡se veía genial, parecía un ángel! –comento asiendo sonrojar a Lucy-. Bueno eso fue lo que paso.
-Señorita Wendy, discúlpeme, debí estar ahí para recoger su pelota, merezco un castigo –dijo ofreciéndole un látigo -de quien sabe dónde lo saco- a Wendy-. ¿Es hora del castigo?
A todas las presentes les resbalo una gota de sudor por la actitud repentina de la joven sirvienta.
-Lucy, Juvia quiere saber, ¿qué vamos a hacer ahora que no pudimos presentar el examen? –pregunto inocentemente la peliazul.
Lo que provoco que la rubia se deprimiera, poniéndose en un rincón de la habitación siendo rodeada por un aura oscura, haciendo círculo con el dedo, y murmurando cosas sin sentido.
-¿Qué le sucede a Lucy-san? –pregunto Wendy.
-Etto… Juvia y Lucy-chan iban a presentar el examen para una beca aquí en el instituto Fairy Tail, pero se hicieron tarde, así que Juvia quería saber qué es lo que íbamos a hacer ya que no presentamos el examen –conto algo deprimida-. Juvia quería entrar al instituto –murmuro con un aura deprimida.
-Pobres chicas –opino Virgo, a lo que Wendy asintió.
-Eso se puede arreglar –dijo una quinta voz, que era masculina, sorprendiendo a las chicas.
Todas centraron su atención a la puerta de entrada, donde estaba parado un hombrecito, era viejo y calvo, bueno no del todo. Traía puesto un traje militar de color blanco, y sonreía de oreja a oreja.
"¿Qué raro es?", pensaron todas.
-Lucy y Juvia, ¿verdad? –pregunto, las mencionadas asintieron con la cabeza-. Yo soy Makarov Dreyar, director de Fairy Tail –dijo dando dos pasos y apuntándose con el dedo.
-¡¿Qué?! –gritaron al unísono Lucy y Juvia.
-Juvia pensaba que el director seria… diferente –opino Juvia, con una sonrisa forzada.
-Disculpe, Makarov-san, usted dijo "eso se puede arreglar", ¿cómo? –cuestiono Lucy.
-Yo escuche que salvaste a mi nieta, Lucy –apunto a la rubia con un dedo, y comento su plan-. Así que al ser el director, les puedo dar la oportunidad de presentar el examen…
Al cabo de treinta minutos Juvia y Lucy, se encontraban en una biblioteca dentro de la casa del director, cada una en una esquina diferente, con las hojas del examen y un lápiz con su borrador a mano. El director indico que empezaran. Mientras en el centro se encontraban Wendy y Virgo sentadas esperando a que terminaran el examen, y deseándoles suerte.
Pasaron tres horas, y cada una entrego su examen. El director las cogió, Juvia y Lucy esperaron a que las revisara. Pero él solo las volteo a la última página, las leyó en voz baja cada una.
-Je,je… Bienvenidas a Fairy tail –dijo feliz.
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-Juvia quiere saber, cómo es que ingresaron si ni siquiera reviso las demás preguntas del examen –comento pensativa Juvia
-Yo también quiero saberlo, es muy extraño –opino Lucy-. Bueno, como sea, tenemos que buscar nuestro salón.
Juvia asintió con la cabeza. Pasaron las rejas, y se dirigieron al edificio 1A donde se encontraban los casilleros y las aulas de primero. Pero al dar dos pasos se vieron rodeadas de muchos alumnos con el mismo uniforme que ellas, eran estudiantes.
Las chicas se sintieron extrañas y se preguntaban a que se debía eso.
-Llegaron.
-Es el f4, ¡siiii!
-¡Quiero ver a Natsu-sempai!
-¡Ah! ¡Gray-sempai!
Esos y muchos otros gritos inundaron la entrada. Juvia y Lucy, los miraban con una gota de sudor estilo anime. Se dieron la vuelta para salir de ese lugar, pero Lucy choco con un alumno, y al alzar su vista se topó con unos ojos verdes oscuros. Diviso una cabellera de un peculiar rosa, el rostro del chico era lindo. Pero su mirada era fría y… asustaba.
De igual forma,.. Juvia había chocado con un chico, pero este era de cabello negro azulado, y sus ojos eran negros, fríos y calculadores, por su rostro se podía ver que era atractivo. Pero por alguna razón se veía inexpresivo e intimidante.
-Muévete –dijo el chico de cabello negro azulado a Juvia, con voz fría.
Juvia no reaccionaba, así que este la empujo. Por otro lado, el chico que había chocado con Lucy, fue un poco más amable.
-Quítate, estorbas –dijo mientras la empujaba a un lado.
Lucy se acercó a Juvia, quien todavía miraba a ese grupo de jóvenes que habían pasado.
-Y a esos, ¿qué bicho les pico? –pregunto Lucy.
-El príncipe de Juvia es muy frio –murmuró Juvia.
Lucy logro escucharla, pero la ignoro. Volteo a ver a los jóvenes, y vio que eran cuatro. Solo podía ver sus chaquetas y sacos, también sus cabelleras. Uno era pelirosa, otro peliazul, un pelinegro, y otro tenía el cabello negro azulado.
-¿Quiénes son ellos? –pregunto Lucy al aire.
-Son el f4 –le respondió una voz a sus espaldas.
Lucy giro, Juvia también, y vieron a una chica de cabellos azules claros, un poco más que el de Juvia, sujeto con una bincha naranja, aun así estaba algo despeinada. Era baja de estatura, traía puesto el uniforme, y cargaba una mochila gris, con un libro en sus manos. Lucy y Juvia, abrieron grandes los ojos antes de gritar…
-¡TU ERES…¡
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¿Quién es la chica? Dejemos trabajar al cerebro, ya que di muchas pistas ;)
Espero les haya gustado... nos vemos en la proxima
Se despide, Madisuky :3
