¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy sola? Espera… ¿Ese es Jellal? No entiendo esto, ¡¿DÓNDE ESTOY?!
-Erza, ¿Por qué huyes?
¿Por qué no puedo hablar? Mis palabras no salen de mi boca, ¿Qué está pasando?
-Erza…
Ya veo, era un sueño. Me encuentro en mi cama, no quiero levantarme. ¿Por qué soñé con Jellal? ¿Será una señal? Pero… ¿De qué?
-¡EEERRRZZZAAA! ¡Despierta! –Alguien golpea a la puerta-
La pelirroja se levanta y abre la puerta, la figura de una rubia exaltada aparece frente a su puerta.
-¿Qué pasa Lucy? ¿Por qué estás tan exaltada?
-¡Hay problemas! ¡Natsu está…!
La pelirroja se vistió lo más rápido posible y salió corriendo con la rubia.
-¿Dónde se encuentra Natsu, Lucy? –Logró decir mientras corría detrás de la rubia-
-¡Cerca del Gremio!
Ambas corrían lo más que podían hasta ver una multitud de personas en la entrada del gremio. Las chicas lograron adentrarse en ese grupo de personas para ver lo que pasaba.
Natsu peleaba contra Jellal.
¡¿Jellal?! ¿Qué hace aquí?
-¡Erza, debes detener a Natsu! –Gritó la multitud-
La pelirroja usó su armadura de Adamantio para detener el fuego de Natsu.
-¡ERZA! ¡No me detengas, no quiero volver a ver el rostro de este tipo de nuevo por Fiore! –Gritó el Dragon Slayer de Fuego-
-¡Natsu, debes calmarte! –Erza miró de reojo a Jellal-
-Pero… ¡Erza! –Dijo el peli rosado mientras miraba a Jellal-
-Yo me encargaré de él, Natsu.
Erza volvió a tener la ropa que llevaba puesta cuando llegó.
-Tú –miro a Jellal- ven conmigo.
Natsu se tranquilizo y entró al gremio junto a Lucy. Jellal caminaba a unos centímetros de Erza para no tropezar con ella. Esta última se detuvo en un puente.
- ¿Qué haces aquí en Fiore… -voltea a verlo- Jellal?
-Yo…Estaba buscando a alguien. –Miró hacia el horizonte-
-Sigamos –Erza siguió caminando-
Este dúo siguió caminando hasta llegar a una playa, para ese entonces ya el sol se había ocultado.
-Erza, yo… -Logró decir Jellal mientras apretaba su puño-
-¿Si? –volteó la pelirroja-
-Yo vine a Fiore a…a verte. –Se sonrojó-
La chica se sonrojó un poco y volteo un poco la mirada.
-Quería hablar contigo…Por eso vine –Jellal la miró-
-¿Y de que querías hablar? –Erza lo miró un poco sonrojada-
-Bueno, –Jellal tomó la mano de Erza y la llevo cerca de unas escaleras- quería que supieras que me iré…por un largo tiempo.
-¿A dónde irás? –Erza se sentó en un escalón-
-Quiero despejar mi mente, tengo una confusión en mi mente y debo saber si es verdadera…o falsa. –Jellal miró hacia las estrellas-
Jellal… ¿Cuándo fue la última vez que te vi? Has cambiado un poco.
-¿Una confusión? –Erza se colocó en el mismo escalón que él y lo miró-
-Sí.
-Y… ¿Puedo saber cuál es esa confusión? –Erza se arregló su falda y miró a Jellal-
-Creo que… –Se puso serio- Estoy Enamorado.
Estoy Enamorado, Estoy Enamorado, Estoy Enamorado. Esas palabras rezumban en mi cabeza y en mi pecho. ¿Por qué me duele mi pecho? Debería estar feliz por él pero, ¿Por qué me siento tan decepcionada?
-Oh –la pelirroja bajó su mirada- Estoy muy…feliz por ti, Jellal –Levantó su cabeza y sonrío-
-Erza…-la miró detalladamente y abrió sus ojos lo más que pudo- ¡¿Por qué estás llorando?! –Se levanta del escalón y se coloca delante de Erza- ¿Te sientes bien? –Jellal le seca una lágrima que corre por su mejilla-
-Lo-Lo siento –Erza oculta su rostro con sus manos- No sé porque estoy llorando, estoy muy feliz por ti pero…-Las lágrimas siguen cayendo- No sé que me ocurre.
-Acaso… ¿Te gusto, Erza? –La mira sorprendido-
Erza levanta su cabeza y lo mira.
-No, no quise decir eso, disculpa! –El chico se sonrojó-
Jellal… ¿Me gusta? Mi pecho esta latiendo fuertemente.
-Quizás –Erza susurró- Quizás si me gustes –Lo volteo a ver un poco sonrojada-
Jellal no dijo nada, ¿Estaba sorprendido?, ¿Asustado? Seguí pensando hasta que vi que Jellal se llevó una mano a su cara y empezó a reír.
-¡¿D-De que te ríes?! –Gritó la pelirroja- No es una broma…
-Es que…No me lo esperaba –siguió riendo por diez segundos y logró ponerse serio- Porque… -Toma las manos de Erza- La persona de la que estoy enamorado -se acerca al rostro de Erza- Eres tú.
Mis labios están cálidos, los labios de Jellal son muy cálidos. Jellal se separó de Erza y quedaron frente a frente.
-Por eso quería irme lejos, para olvidarme de ti pero…-Coloco su mano derecha en la mejilla de Erza- No llegué a imaginar que yo te gustaría.
-Yo tampoco pensaba que yo…Te llegaría a gustar –Erza tomó su mano y se sonrojó-
Jellal junto sus labios junto a los de ella por unos largos minutos, olvidándose totalmente de su alrededor y del mundo. Erza se separó de él.
-Debemos irnos, ya es muy tarde. –Erza se levanta del escalón-
Jellal la abraza por la espalda, rodeándola con sus fuertes brazos.
-¿Sabes que esta será la última vez que nos veamos? –Jellal besó el cabello de Erza-
-Sí, lo sé. –Erza volteó y le dio un cálido abrazo-
A pesar de la belleza de la noche, ambos siguieron juntos hasta el amanecer…Pero, no se percataron de que alguien los vigilaba desde los árboles.
-Mmm...Así que aquí es donde estabas, Erza –Se dice a sí mismo-
