Kuroi namida
Sin él, su vida ya no valía nada.
¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué?
Sus ojos, antes brillantes, volvían a ser los de siempre. Tan alejados de la vida que daban la apariencia de muertos.
-. ¿Por qué me abandonaste Yami? ¿No pudiste soportar estar a mi lado?
Ambos estaban destinados a morir. Pero el maldito destino se interpuso y ahora ya no tiene a su joya carmesí a su lado. Dejo las rosas rojas a un lado de la tumba y con el último rayo del sol, derramó una lágrima solitaria. Nada por lo que vivir ya...
