Disclaimer: Ni Harry Potter, ni el resto de los personajes que aparecen, ni los lugares, ni los contextos me pertenecen. Son de propiedad exclusiva de una británica ricachona y una compañía llamada Guarner. ¿Juarner? Ah, ya, Warner. El relato sí salió de mi imaginación.
Epílogo.
Había esperado mucho tiempo por ese día, el día en que acabaría con la resistencia de los magos.
Miró a sus seguidores reunidos en el comedor de Malfoy Manor. Todos agachaban la cabeza esperando por sus palabras. Sólo un pequeño hombre sollozaba y temblaba nervioso en un rincón.
-Mis queridos seguidores, he estado esperando por éste día por mucho tiempo. Y al fin ha llegado. - algunos murmuraron, complacidos. Bellatrix Lestrange, una mortífaga de cabellos negros y rizados, soltó una risita tonta.
El Señor Tenebroso se giró en la silla y acarició a la enorme serpiente que se trepaba por el espaldar.
-Ésta noche será la más grande de la historia. Ésta noche tomaré el control del Ministerio a penas acabe con ese mocoso. Ésta noche tendremos la victoria absoluta. - sonrió complacido. -Quiero que envíen a éste hombre a su casa, que nadie sospeche de él. - Acto seguido se puso de pie y giró, desapareciendo con un leve sonido.
El rebulicio comenzó en la casa de los Malfoy. Dos mortífagos enmascarados tomaron al hombrecito por los brazos y lo condujeron hasta un translador, un candelabro oxidado. La mujer que había reído antes, Bellatrix, se acercó al hombre por detrás y le susurró en la oreja.
-Bien hecho, Peter. Sabes lo que te conviene. Me gustaría tenerte por aquí.- pasó su puntiaguda lengua por la oreja del hombre, que se encogió y comenzó a llorar. Bellatrix se levantó y dio la orden.
En dos minutos, el hombrecillo desapareció de la casa Malfoy. Acababa de entregar a su mejor amigo, junto a su familia Al-Que-No-Debe-Ser-Nombrado en bandeja de plata. Peter Pettigrew acababa de destruir a la familia Potter.
Oculto entre las sombras, contempló la casa que, por tanto tiempo, había pasado desapercibida frente a sus ojos. Respiró el frío aire otoñal, impregnado del olor a panecillos, dulces y Halloween. Sonrió de forma malévola, asiendo con fuerza su varita y avanzó un paso en dirección a la casa, a la victoria.
Una helada corriente de aire hizo ondear su túnica, mientras se preparaba para allanar la morada de la única persona que lo hacía sentir amenazado, el absurdo bebé que "podría" destruirlo.
Avanzó otro paso, siempre oculto en sombras, hacia la casa, hacia el hogar de los Potter.
Hola ahí.
Me embarco en un nuevo proyecto, que espero no sea muy largo, sólo por diversión. Sé que algunos gritos y diálogos aparecen en los libros, sólo intento escribir lo más apegada posible a la historia original. Es posible que éste fic sólo cuente con cuatro o cinco capítulos a lo sumo... Espero que les guste.
¡Gracias por leer!
Si dejas comentario te regalo un peluche de Harry Potter.
FatiPotter.
