— ¿Estoy haciendo lo correcto?

—No lo sé, Harry

Se encontraba en la torre más alta del castillo de Hogwarts, o al menos lo que quedaba de el. Ellos dos eran de los pocos que quedaban que aun quisieran pelear contra las fuerzas del mago tenebroso más terrible de los últimos tiempos. La guerra llevaba ya un par de años, sus compañeros de armas fueron cayendo o simplemente se cansaron de pelear y prefirieron el bando del recientemente proclamado rey de todos los hechiceros.

— ¿Qué fue lo que hice mal Hermione?

—Ser demasiado bueno, Harry, simplemente las personas no lo son, pediste a las personas que pelearan por un ideal, pero un ideal si bien es esencial no es suficiente para que todos te siguieran.

—Yo nunca le pedí a nadie que me siguiera—se defiende.

—Ese fue tu segundo error, las personas no pueden elegir un camino que nunca les señalaste, y definitivamente tu solo no puedes pelear una guerra tu solo.

—Pero tú sigues aquí.

—Yo soy yo, y los demás son los demás, eso debes de entenderlo pues cuando continuemos si iniciamos con el mismo método la derrota sería inevitable—le dice muy seria.

— ¿Funcionara?

— Si te soy sincera, no lo sé, tenemos un cincuenta por ciento de posibilidad de que obtengamos todo lo que necesitamos.

—Eso es un cincuenta por ciento más de lo que tenemos en este momento.

—Ja, un chiste en este momento, aun a estas alturas me sorprendes.

El tiempo no había sido benevolente con ninguno de los dos, el cansancio y el desvelo había quedado patente en sus rostros, el hambre que habían sufrido los había dejado casi en los huesos a los dos, sus ropas no ayudaban en nada a su apariencia pues las continuas peleas, el uso y todas las dificultades hacían que ambos parecieran un par de vagabundos.

— ¿Qué va pasar?

—Este ritual esta creado en base a las posibilidades, debes entender que la realidad no es más que una posibilidad entre muchas y hasta que no sucede una de las posibilidades las demás existen tanto como la realidad. En otras palabras lo que haremos con este ritual será entre mesclar dichas posibilidades para crear una nueva realidad. Es algo extremo pero no tenemos más posibilidades.

—Y solo yo puedo usarlo.

—Así es, según mi investigación eres el único que ha sido capaz de convertirte en el amo de la muerte, ni siquiera Dumbledore o Voldemort lo lograron, no es que crea que alguno de ellos lo hubiera hecho, pero nosotros estamos mucho más desesperados.

—Es hora que empecemos—le dice Hermione.

—Está bien iniciemos, solo una cosa más, si esto no resulta solo quiero que sepas que te agradezco todo, y que lamento todo el daño que has sufrido por permanecer a mi lado.

—No te preocupes, yo decidí quedarme contigo, incluso cuando me ofrecieron aliarme con Voldemort, no me arrepiento de nada.

—Entonces iniciemos.

Estuvieron viviendo en el castillo durante casi tres meses, como si fueran fantasmas robando comida cuando podían, pero sobretodo robando los ingredientes necesarios para crear este ritual, cuando se plantearon la posibilidad de realizar esta maniobra sabían que el único lugar donde podían encontrar dichos ingredientes era en el castillo a riesgo de estar en el lugar favorito de Voldemort, donde entrenaba a sus nuevos mortifagos, fue como meterse a la boca del lobo. Pero por fin todo había terminado era hora de iniciar, con sangre de ellos mismos marcaron en el suelo un complicado diseño, tuvieron que tener un gran cuidado pues el mas mínimo error causaría que todo su trabajo fuera en vano, trabajo que se complicaba a cada momento pues al ir perdiendo su sangre sentían que sus mentes se nublaban un poco mas cada momento que pasaba. Cuando terminaron se colocaron en el centro de la habitación Harry se coloco su capa invisible, el anillo en la mano izquierda y la varita en la derecha, entonces Hermione se abraso a él, siendo cubierta completamente por la capa.

—Buena suerte.

Con la varita que había heredado de Dumbledore acciono el ritual que tanto trabajo les había costado realizar, su única esperanza. Todo a su alrededor fue desapareciendo poco a poco, como si estuviera convirtiéndose en mera niebla, después también fueron desapareciendo sus cansados cuerpos, dejando solamente sus espíritus, cuando dejo de sentir la presencia de Hermione a su lado pensó que todo había fallado, pero entonces vio enfrente suyo otra presencia, era impresionantemente parecida a si mismo, pero en ese momento pudo ver más allá de la simple apariencia, pudo ver las deferencias que existían entre los dos, en ese estado esa alma no podía ocultar la gran maldad que existía en el, una maldad que lo controlaba y que lo convertía en un verdadero monstro. Al mismo tiempo la otra presencia pudo ver del mismo modo su interior, y vio esa fuente de bien que había en lo más profundo de su alma, cuando ambos se dieron cuenta de esto comenzaron el combate, ninguno supo de donde surgió la idea pero sabían que de ese lugar solo saldría uno, el más poderoso.