Tsuki no tamashi(alma de luna)
por hannita asakura:
Prólogo
Konohagakure no sato, cubierto en estos instantes por el manto nocturno, era conocida como una de las villas más fuertes y pacíficas, pero ahora, esa paz se ha visto rota, las alarmas suenan por todo el lugar, y los civiles se encuentran en refugios, mientras los shinobis se dirigen al campo de batalla para tratar de detener la amenaza que se cierne sobre ellos, kyubi no youko, mientras su líder llega al lugar.
-En una de las habitaciones del hospital de konoha, se encuentran dos hombres cerca de la cama, viendo por última vez a la persona que se encuentra tendida en esta, cubierta por una manta de color blanco manchada de sangre, sin decir nada, uno de los dos hombres se pone de píe tomando en sus manos uno de los dos pequeños bultos que se pueden apreciar dentro de una improvisada cuna, comienza a caminar hacia la salida de la habitación, seguido del otro hombre, mientras el llanto de un bebé comienza a escucharse en el lugar que acaban de dejar, como presintiendo que algo estaba a punto de ocurrir-Minato, esto se ha complicado aún más, los jounin no pueden continuar en el frente- Un hombre de largo cabello blanco le conectaba algo triste al que llevaba en brazos a la pequeña criatura-.
-Mientras sostenía con más fuerza al pequeño bulto entre sus manos- Lo sé sensei, es por eso que ya he tomado una desición-Lo miró seriamente mientras detenía su andar- Mi pequeño será el salvador de este lugar, he decidido utilizar esa técnica-Informó mientras continuaba con su camino-.
-¿Qué?-Pregunto sorprendido mientras tomaba posición junto a él-¿Estas loco?, tú esposa acaba de fallecer, sabes muy bien que ahora esos pequeños dependen de ti más que nunca, y si cometes la estupidez de realizar ese jutsu, los dejarás solos y desamparados- Trato de hacerlo cambiar de opinión, pero el hombre siguió con su trayecto-.
-Lo sé, se que eso pasará, pero no hay otra solución- El ambiente se volvió demasiado pesado, antes de que volviera a hablar- Prométeme que cuidaras de ellos y velarás por su seguridad, y especialmente, que harás que todos en la aldea lo consideren como un héroe, por que eso es lo que será, el héroe que controlará a esa bestia para salvarlos- Sin esperar siquiera que el individuo le contestará, desapareció del lugar en una rayo de color amarillo-.
-Minato- Susurró simplemente antes de comenzar a correr en la dirección que segundos antes había tomado su ex alumno-.
-El lugar se encontraba completamente devastado, los cuerpos de los que anteriormente habían sido ninjas de Konoha, se encontraban esparcidos por todo el lugar-¡Resistan un poco más, el cuarto esta a punto de llegar!-Y como si de una invocación por parte del hombre se tratara, una enorme nube de humo cubrió el lugar, apareciendo después un enorme sapo y sobre él, el rubio, justo en frente de la gran bestia de nueve colas-.
-Supongo que este es el momento de la despedida pequeño, creo que no mereceré tu perdón por lo que estoy a punto de hacer, lo único que espero, es que protejas a tu hermana, como yo quisiera hacerlo con ambos-Suspiró profunda mente mientras dirigía su mirada hacia el pequeño rubio, que solamente lo miraba con sus ojos llenos de ternura y pureza, sin comprender nada de lo que el hombre pensaba-Kushina, ojala me perdones por la condena que acabo de poner sobre los hombros de nuestros pequeños-Comenzó a realizar una serie de sellos antes de realizar su técnica de sellado, lo último que pudo escuchar antes de perderse en la inconciencia fueron los sollozos del pequeño-Naruto, espero que algún día me comprendas, eres la única persona capaz de cargar con esta responsabilidad, eres el único capaz de hacerlo- Su cuerpo comenzó a doler como nuca antes había hecho-Kushina…-Murmuró antes de ser cubierto por una capa de luz que lo segó-.
-La enorme rana desaparecía por la falta de chacra de su convocador, dejando caer al duro suelo el cuerpo del hombre, que aún con sus últimas fuerzas, abrazaba el cuerpo del pequeño niño, cuando estaba a punto de golpear con el suelo, fue atrapado por un par de personas- Sensei, sensei-Llamaba un chico que tenía parte de su cara cubierta por una máscara-.
-Es inútil seguir llamándolo Kakashi, el idiota usó esa técnica-Comentó triste y a la vez serio el peliblanco, mientras tomaba entre sus brazos a la pequeña criatura-.
-¿Qué es lo que exactamente ha hecho, Jiraiya?-Una tercera voz se dejo escuchar detrás de ellos, no tuvieron que girar para darse cuenta que era el anterior hokage del que se trataba-.
-Sarutobi-sensei- Hablo el hombre aún observando a su antiguo alumno- Él ha hecho de su hijo un héroe, y pidió que fuera tratado como tal- Fue lo último que dijo antes de comenzar a caminar-El kyubi no será más una amenaza- Concluyó perdiéndose de la vista de los que comenzaban a acercarse-.
-Ya veo- Susurró, dirigiendo su viste hacia el hombre caído-Trataré de que tu voluntad sea cumplida-.
Cuatro años después.
-En un edificio no muy grande, se podía observar a tres ancianos que miraban por un espejo hacia un pequeño salón donde se encontraban varios niños, entre ellos, se podía observar a dos pequeños rubios que jugaban juntos, solos, apartados hasta de las mismas personas que los cuidaban, se puede observar como uno de ellos, más precisamente el pequeño niño se levanta y se dirige corriendo hacia donde se encuentran una cierta cantidad de juguetes, se acerca a tomar uno, cuando un niño de cabello castaño se interpone en su camino, y al ver como el pequeño rubio toma uno de los juguetes que él quería tomar, comienza a llorar, llamando la atención de una joven que se encontraba a su cuidado, la cual se acerca a ambos, y al ver llorar al niño, dirige una mirada llena de odio hacia el ojiazul-¿Ahora que le has hecho, demonio?, ya me tienes harta de que siempre dañes a los demás niños, ellos también tienen derecho a jugar con los juguetes- lo tomo bruscamente de la muñeca y la jalo hacia una puerta que se encontraba cerrada- Te quedarás ahí sin probar bocado hasta que reflexiones sobre tus modales, pequeño demonio-.
-Pero, yo no el hice nada, yo solo…-Trato de hacerle saber la verdad, pero es interrumpida por un grito de la joven-.
-¡BASTA YA DE PRETEXTOS!, siempre es lo mismo contigo, siempre quieres culpar a los demás por tus actos, si tan solo fueras un poco más amigable como tu hermana- Murmuró antes de lanzarlo dentro de la puerta-.
-¡No!, no el haga eso a Naruto ni-chan- Interrumpió la pequeña rubia que se había acercado al ver al escena- El no hizo nada malo, solamente traía una muñeca para mi-Habló derramando unas cuantas lágrimas- No vuelva a meterlo ahí dentro- pidió tristemente-.
-Tú siempre intercediendo por este monstruo - Le amenazó- realmente tú no eres una mala niña, pero este chiquillo siempre te causa problemas-.
-Ni-chan no es un monstruo, la monstruo es usted por meterlo ahí todos los días-Lo defendió-.
-¡Si sigues molestándome, tendré que hacer lo mismo contigo!-Le dijo al momento de tomarla por las muñecas y levantar una de sus manos amenazantemente-.
-¡No por favor!-El niño se había acercado nuevamente a la muchacha y ahora le miraba suplicante desde sus piernas-Ino-chan no ha hecho nada malo, enciérreme solamente a mí-Le pidió-.
-Como estas dispuesto a proteger a tu hermana, te quedarás el doble de tiempo, cumpliendo también su castigo- Cerró la puerta de un golpe, metiendo inmediatamente la llave en ella para encerrarlo completamente- Y no quiero escuchar tus lloriqueos nuevamente-tomó a la niña de la mano y se dirigió hacia donde se encontraban los demás niños- Y tu se una buena niña, si no quieres que deje más tiempo encerrado a tu hermano- Le comento-.
-Pe…pero a ni-chan le da miedo estar encerrado en ese lugar, dice que esta muy oscuro-Le comentó mientras era llevada a otro lugar-.
-Calla de una vez, debe aprender a soportar la oscuridad, ahora ve a sentarte y no hagas ruido-.
-Hai- Contesto tristemente, yendo a sentarse donde minutos antes se encontraba junto al otro pequeño-.
-Detrás del enorme espejo que cubría una de las paredes del salón, los tres ancianos miraban la escena, uno de ellos especialmente enojado por al situación- Esto no es lo qué el cuarto quería de sus hijos- Comento a sus acompañantes-.
-Lo sabemos, es por esa razón que el concejo te ha propuesto la adopción de la pequeña-Hablo su ex compañero de equipo-.
-Lo sé, pero seria aceptable si la adopción fuera para ambos, no es bueno separarlos, después de todo, son hermanos-.
-Sarutobi, sabes perfectamente que nadie aceptaría eso, después de todo, la mayoría de la aldea sabe que el tiene al kyubi- Hablo la mujer del grupo-.
-Lo sé, pero si también supieran de quien son hijos- Trato de decir, pero su compañera lo interrumpió-.
-Tú mismo has dicho que eso no es recomendable, si las personas de otras aldeas lo supieran, tratarían de vengar los actos del cuarto en ellos-.
-Hmp- Se quedó pensativo por un momento, comenzó a salir de la habitación-Pensaré sobre su propuesta- Y salió completamente del lugar- ¿Tú que piensas?-Pregunto sin voltear a ver a un sujeto de cabello blanco que se encontraba recargado fuera de la habitación-.
-Tú tienes la última palabra- Desapareció del lugar después de decir esas simples palabras-.
-Cuando habían cerrado el cuarto donde se encontraba, se dirigió a una de las esquinas de este y se acomodó de tal manera que pudiera abrasar sus piernas, comenzó a sollozar lo bastante bajo para que esa señorita no pudiera escucharlo y lo castigará más-¿Por qué me trata de esta manera?, yo nunca le he hecho nada- Decía mientras se abrazaba con más fuerza- Este lugar me da miedo- Fue lo último que dijo-.
-No llores por favor, no debes de llorar, eres una persona fuerte- Una voz frente al chico se escuchó, causando que este se asustará, lentamente comenzó a subir la cabeza en dirección de aquella persona-.
-¿Qui….quién eres?-pregunto al encontrarse cara a cara con esa persona-.
-Abrió una de las puertas que permitían el acceso al lugar donde se encontraban los niños, se acercó sin decir una sola palabra hacia la pequeña rubia que miraba tristemente una de las puertas que se encontraban cerradas- Ino-chan- La llamo y cuando esta volteo a verle, le regalo una sonrisa- Prepara todas tus cosas y las de Naruto-kun, se irán conmigo- Una enorme sonrisa se dejo ver por parte de la pequeña-.
-Pe…pero ni-chan esta castigado, no puede salir de ese lugar hasta la noche- Le comunicó señalando el lugar-.
-No e preocupes, su castigo ha sido retirado- Miró furiosamente a la joven que se había acercado a él, para preguntarle sobre lo que estaba haciendo, pero esta solamente giro la cabeza-.
-Ho…hokage-sama, ¿qué…qué esta pasando?- Le pregunto-.
-Hana, se que haces un buen trabajo con los pequeños que se encuentran en este lugar, les das el cariño que sus padres les hubieran dado si aún vivieran, pero me temo que me llevaré a estos pequeños, ya no te causarán más problemas, se que los extrañaras mucho- Dijo con irónicamente- Sin pedir permiso ni mucho menos, se dirigió a la puerta donde se encontraba el pequeño, realizo una serie de sellos, y al poner su mano sobre la puerta, esta se abrió sin ningún esfuerzo, al abrirse completamente, pudieron observar al pequeño de pie frente a esta, sin ningún rastro de haber llorado en todo el día- Naruto, ven conmigo, los llevaré a otro lugar- Una sonrisa se formó en la cara del niño y salió corriendo a abrazar al anciano-.
-Gracias jiji-Le dijo- Creo que ese sujeto decía la verdad después de todo-Pensó mirando a su pequeña hermana-.
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Bien, esta es mi nueva historia, seria la tercera de Naruto que escribo, espero saber que les ha parecido el prologo, y si les gusto, para poder subir el primer capitulo, espero sus comentarios, nos leemos.
