Los personajes algunos lugares y demás pertenecen Susan Collins… Si ellos fueran míos... Finnick me estaría ofreciendo azucarillos en estos momentos, pero no todo se puede.
Historia Original, inspirada en los videos de mainstaypro.
Era el último día del año y mi padre me enseñaba a hacer nudos y confeccionar una red, tarde bastante en completarla y era pequeña pero al fin y al cabo una red.
Contemplábamos la puesta de sol y esperábamos a que mama decidiera regresar del mar para poder cenar el rico puré y pescado que compramos en la tarde al señor Odair.
-por que mama tiene que ir a nadar, la razón por la que hacemos redes debería evitar que estemos en el agua o no?-
-mira Annie no tiene nada de malo nadar, que hagamos redes no significa que debamos evitar el mar-
-pero es que es tan grande y no puedes confiar en el agua, ella no es tu amiga- le conteste a papa mientras mi red iba a parar al otro lado del cuarto.
-el agua no intenta caerle mal a nadie Annie- comenta papa con tono simplón-ella solo está para ayudarnos en la vida-
Consigo bufarle y permanecer callada por que se que lo único que lograre es que insista en que aprenda a nadar, seguimos con las redes y yo recojo la mía del piso justo cuando llega mama, corro y la abrazo y la guio a la mesa porque estoy que muero de hambre.
-deberías acompañarme mañana al mar Annie, deja un poco las redes y diviértete conmigo- sé que mi papa le ah dicho a mi madre sobre la conversación, no entiendo como pues yo eh estado presente pero sé que de alguna manera estar locos de amor les ayuda a leerse la mente.
-no me gusta mama me da miedo-le contesto mientras intento servirme puré
-pues no entres al mar, simplemente quiero que me acompañes-dice acercándome el tazón
-de acuerdo- le contesto y consigo terminar mí pescado en paz mientras mama y papa continúan con su mudo lenguaje telepático.
Me despiertan temprano. hoy iremos al mar.
No comprendo cómo la gente aun se emociona por ir al mar si viven tan cerca de el, a lo mejor será por la opresión del capitolio o tal vez la gente ya no quiere destruir este mundo y ahora se concentra en las bellezas de su alrededor.
-Annie sube al bote- grita mi madre desde la orilla
Arrastro los pies hasta donde se encuentra y me subo con sumo cuidado me coloco en el centro y me pongo en cunclillas para evitar estar cerca de las orillas y de la cristalina agua azul, el movimiento del bote es tranquilizador y poco a poco me voy relajando pero aun así me reusó a acercarme a la orilla hasta que mi padre se exaspera y me obliga a acercarme con métodos poco ortodoxos y consigue que suelte un grito que espanta a las gaviotas que pescan cerca de aquí.
-Annie ya compórtate-
-NO QUIERO- vuelvo a gritar pero esta vez si me siento y obedezco.
El tiempo pasa y vuelvo a relajarme y es que la verdad no la pasas tan mal, los pececillos saltan y parece que te saludan con las gotitas que te salpican, el sol comienza a salir y tiñe el cielo de un naranja perfecto y observo a los pescadores pescar con sus tridentes y nuestras "redes".
Empiezo a entrar en sueño cuando el barco se agita, se gira un poco, mis manos se resbalan y siento de golpe un montón de agua helada
-ayuda por favor ayuda no sabe nadar- escucho que gritan y yo trato de subir a la superficie, el aire se me escapa y cada vez me encuentro más desesperada y justo cuando empiezo a creer que estoy perdida alguien me sujeta y comienza a nadar con mi cuerpo a cuestas.
-tranquila te tengo, no te soltare- me susurran mientras me mantienen a flote
Soy consciente de que me toman por las axilas y me arrastran a la arena, de que estoy temblando y me aferro al chico más guapo que mis ojos han visto como si mi vida dependiera de ello.
-estas bien, estas bien-canturrea el chico-, ¿cómo te llamas?-
-Annie-
-Ok Annie, Finnick no te dejara- veo al chico sonreír, sus brazos me protegen mas y mis ojos se cierran.
Esta historia la escribí cuando estaba más chica y los capítulos son muy cortos. Está terminada así que quien se anime a leerla no tiene que preocuparse en si la terminare o no… Ya saben que los comentarios son la inspiración de cualquier escritor, y yo estoy dispuesta a leerlos todos aunque sean jitomatazos virtuales.
Neef.
